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​Cultivándome mientras educo a mi hijo

Sept. 4, 2020 |   Por una practicante de Falun Dafa en Beijing, China

(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa cuando estaba embarazada, así que creo que mi hijo es muy afortunado. Sin embargo, su educación comenzó a fallar. Cuando le enseñaba Pinyin e inglés, me enojaba mucho cuando no lo entendía. Me sorprendió verme actuar así.

Era una buena empleada en mi trabajo y trataba a los mayores de mi familia con respeto. Pero cuando mi hijo no hacía lo que yo esperaba, era una madre terrible.

No soy de las que malcría a un niño. Le dije que no requería que fuera el número uno. Pero le pedí que fuera tolerante en su trato con los demás. Cuando no recordaba lo que le repetía una y otra vez, me resultaba imposible controlar mi temperamento y le gritaba. Después estudiaba el Fa para tratar de encontrar mi brecha y me disculpaba con mi hijo. Eso me sucedió muchas veces. Todavía no he logrado manejar muy bien mis emociones.

Los niños no saben nada cuando vienen a este mundo. Yo, sin embargo, esperaba que mi hijo comprendiera de inmediato todo lo que le enseñaba. Si no lo entendía o tardaba en aprender algo, me enojaba.

Le decía que no esperaba que fuera el mejor de su clase, pero aquello no era tan cierto. Eso reflejaba mi adoctrinamiento por el partido comunista chino (PCCh). El PCCh afirma que todo es para el pueblo, pero en realidad, fuerzan al pueblo para que sea el que les sirva.

Un día traté de enseñar a mi hijo a recitar poemas. Cuando me faltó la paciencia le exigí que los memorizara más rápido. Se inquietó y empezó a llorar. Me enojé y le dije: "¿Crees que llorar arregla algo? ¡Levántate y ponte a recitar hasta que seas capaz de recordarlo!".

Después de intentarlo durante una tarde y una noche, no podía recordar ni un solo poema. Miré hacia dentro y descubrí que las viejas fuerzas sacaban provecho de mi forma de enseñar. Estaba intentando satisfacer mi propio apego a la fama. Si no se comportaba como yo esperaba, lo castigaba. No tuve en cuenta sus dificultades ni le ayudé de verdad. Cambié y al hacerlo así, no solo no lo castigué sino que, por el contrario, intenté ayudarlo de otras maneras.

Los pensamientos rectos se desarrollan a partir del estudio del Fa

Las viejas fuerzas actúan de la misma manera: infringen daño pero lo llaman "ayudar a los practicantes". Ponen a prueba los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa persiguiéndolos. Pero los pensamientos rectos no pueden ser construidos a través de la persecución; los pensamientos rectos se desarrollan a partir del estudio del Fa y de la cultivación sólida en Dafa.

El Maestro nos dijo:

"Dafa es la sabiduría del Creador. Él es el cimiento para la apertura del Cielo, la formación de la Tierra y la creación y evolución del cosmos; el contenido interno, desde lo extremadamente pequeño hasta lo extremadamente grande, tiene diferentes manifestaciones en los diferentes niveles de los cuerpos celestiales" ('Lunyu', de Escrituras esenciales para mayor avance).

Cuando nos deshagamos de los conceptos humanos y cambiemos, a través de estudiar el Fa constantemente, el Maestro nos ayudará a eliminar esas malas sustancias.

¿Qué clase de apegos siguen la línea de pensamiento de las viejas fuerzas? Yo solía estar muy orgullosa si era la mejor. Cuando mi hijo parecía ser lento, no podía aceptarlo y me enojaba con él. En realidad, era mi propio apego a la fama.

Como practicante de Dafa, con un apego tan egoísta, no puedo educar bien a mi hijo, ni tampoco aclarar la verdad para despertar la conciencia de la gente. Perdiendo los estribos, no lo ayudaba.

Pasa lo mismo cuando los seres conscientes son controlados por la propaganda del PCCh. Me molestaba mucho cuando no podía convencer a la gente de que el PCCh los estaba engañando. Al final acababa quejándome de ellos. En realidad, si fuera compasiva, me calmara y les ayudara a analizar la situación desde la razón, aunque no pudiera cambiarlos, al menos sentirían mi compasión.

Si no estudiara bien el Fa, creo que sería como el resto de los padres y obligaría a mi hijo a estar entre los primeros de su clase. Esperaría que fuera como una persona común y corriente. Así que me corregí y ahora lo educo siguiendo los principios de Dafa de Verdad-Compasión-Tolerancia.

La profesora de mi hijo le dijo recientemente: "Eres tranquilo y directo. Estudias mucho. No discutes, pero tienes la habilidad de distinguir el bien del mal. No eres hablador, pero entiendes y ayudas a los demás".