(Minghui.org) Este artículo se inspiró en mi reflexión acerca de un par de cosas que pasaron cuando recién comenzaba a practicar Falun Dafa.
La tía Zhao es una practicante anciana que ha asistido a los seminarios de Shifu. Ella es muy firme y recta con Dafa. Antes de practicar Falun Dafa, tenía hemiplejia y necesitaba ser asistida y cuidada por otros. Después de practicar Falun Dafa, pudo empezar a cuidarse, caminar sin ayuda, e incluso cocinar, lavar la ropa e ir al supermercado. El único problema era que una de sus manos no funcionaba bien.
Una vez, la vi cosiendo ropa. Ella estaba golpeando su mano enferma y decía: "No te quiero". En ese momento, pensé que estaba siendo fuerte y no quería reconocer el yeli de la enfermedad. Luego, me di cuenta a través de las enseñanzas de Shifu que ser firme es una mentalidad humana y que no reconocer la enfermedad no significa renunciar al cuerpo.
Shifu dijo:
"Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias"(Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Me di cuenta de que la mentalidad de la tía Zhao en realidad causó su enfermedad. Más tarde, se cayó y no pudo volver a caminar. Mi esposa y yo la visitamos, y estaba muy triste porque no podía mover bien los brazos y las piernas. La animé y le dije que era muy afortunada de haber podido asistir a los seminarios de Shifu y que definitivamente se recuperaría cuando siguiera los principios de Dafa.
Le di un peine y la animé a usar su mano enferma para peinarse. Ella dijo que no podía alcanzar su cabeza con la mano. Le dije que podía hacerlo y le sostuve la mano para alcanzar su cabeza. Después de un poco de práctica, pudo hacerlo. Estaba tan feliz. Hacía 20 años que no podía mover bien la mano, y de repente podía peinarse con la mano.
Hay otra tía que también es practicante. Ella también tenía hemiplejía antes de practicar Falun Dafa. Mi esposa la acompañó sosteniéndola hasta llegar al sitio de práctica cuando fue por primera vez. Estaba babeando y no podía hablar. Su cuerpo estaba muy torcido, y apenas podía ponerse de pie. Después de practicar por un corto período de tiempo, su cuerpo se enderezó. Todos los practicantes en el sitio de práctica fueron testigos de la mejora de su salud.
Finalmente, pudo hacer los ejercicios sin ningún problema. El segundo ejercicio requiere levantar ambos brazos y tener las dos manos sobre la cabeza. No solo pudo levantar las dos manos sobre la cabeza, sino que sus brazos hicieron un círculo perfecto. Todos vieron el cambio en ella y preguntaron cómo lo hizo. Ella dijo que nunca se rindió, incluyendo sus brazos rígidos. Al principio, solo podía levantar un brazo, y el otro brazo estaba a la altura de su pecho. Seguía pensando que tenía ambos brazos en alto y seguía practicando todos los días. Entonces, un día, fue capaz de sostener ambos brazos.
El estado mental de cada practicante los llevó a diferentes condiciones de salud. Como cultivadores, debemos mirar los problemas con pensamientos rectos. Dafa está más allá de lo ordinario, y debemos usar principios más altos en vez de los principios humanos para evaluar las cosas.