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Un palo de advertencia sobre la cultivación de mis hijos

Sept. 15, 2020 |   Por Wu Chen

(Minghui.org) El Maestro dijo:

"Dafa está difundiéndose extensamente. Los que han oído de él están buscándolo. Los que lo han obtenido están contentísimos con él. El número de practicantes está incrementándose diariamente y son tan numerosos que es imposible contarlos" (Postrándose ante el Maestro para ser su discípulo, Escrituras esenciales para mayor avance).

Tal y como dijo el Maestro, desde la difusión de Falun Dafa por todo el mundo en 1992, muchos han obtenido el Fa y han pasado por tribulaciones.

Soy practicante de Falun Dafa y comencé a cultivarme en Falun Dafa en 2008. Recordando mis 12 años de cultivación me he beneficiado bastante. Aunque todavía tengo falencias me gustaría compartir mis experiencias y mejorar aún más. Al mismo tiempo, espero que mi intercambio pueda ser útil para otros practicantes.

Obteniendo el Fa y cultivándome con diligencia

Tengo una hija y un hijo, ambos son jóvenes discípulos de Dafa. En el camino de la cultivación, estamos constantemente mejorando juntos. Mi suegra también es una practicante muy diligente y a menudo leía Zhuan Falun y Hong Yin con mis hijos. Mi hija puede recitar Lunyu, así como muchos poemas en Hong Yin. También ayudaba a su abuela a hacer materiales de aclaración de la verdad sobre Dafa. Mi suegro también estudia el Fa.

Mi hija ha estado inmersa en Dafa desde que era joven. Una vez, durante los meses de invierno, tuvo una clase de educación física al aire libre y había un chico que quería pedir prestado unos guantes porque quería jugar con la nieve. Nadie quería quitarse los guantes, pero mi hija se los quitó y se los dio. Cuando le pregunté a mi hija si sus manos estaban congeladas dijo que sus manos se sentían muy calientes. Sabía que era el Maestro quien la animaba.

Una vez, un chico mayor empujó a mi hija al suelo. Su mano se raspó contra el suelo y se lesionó. Ese chico empezó a huir y se negó a disculparse. Mi hija no dijo nada, pero cuando la recogí después de la escuela, parecía molesta. Le di una palmadita en la cabeza y le dije: "Lo hiciste bien. Te admiro".

Estaba aflojando en mi cultivación y tenía muchos apegos. No podía controlar mi temperamento y a menudo les gritaba a mis hijos. Me sentía arrepentida y mi hija decía: "¡Mamá, tienes que mejorar tu xinxing ahora! ¡Si no, no podrás volver a los cielos! Cada vez que nos gritabas, me dolía el corazón". Mi hijo también se acercaba con lágrimas en los ojos: "Mami, por favor no te enfades. Lo haré mejor".

Una vez, mi hijo corrió hacia mí y me dijo: "Mami, el barco se había ido y tú no estabas en él". Me sorprendió lo que dijo y me sentí aún más arrepentida. Sé que los niños son naturalmente activos y a veces traviesos. A veces, encontraba los defectos de todos y era muy estricta al respecto. Sé que las viejas fuerzas han ampliado mis apegos y me están arrastrando hacia abajo en mi cultivación.

De repente, el Fa del Maestro apareció delante de mí:

"¿Cómo te cultivarías sin estas tribulaciones? Si todos son “tú eres bueno y yo también soy bueno” (Cuarta lección, Zhuan Falun).

Necesito cultivarme con diligencia, eliminar mis apegos y creer en el Maestro y en el Fa. Mi hija y mi hijo son jóvenes practicantes de Dafa que están ayudándome en mi cultivación. No debo ignorarlos y reprenderlos. He decidido poner mi mente en la cultivación verdadera y ser capaz de creer genuinamente en el Maestro y en el Fa.

Perdida en la sociedad de la gente común

La historia de la humanidad es como una obra de teatro y todos juegan un papel. Si caemos demasiado profundamente en nuestra obra, estaremos engañados por la sociedad de la gente común. Mi hija está en segundo grado y tiene mucha tarea y también participa en muchas actividades extracurriculares. Tanto mi marido como yo siempre nos preocupamos por sus estudios académicos. Habíamos aflojado en nuestra cultivación y mi hija se mareaba a menudo. Ahora nos hemos dado cuenta de que fue el Maestro quien nos iluminó.

La familia de mi tía vino para la celebración del Año Nuevo Chino y planeaban quedarse un mes. Durante los primeros días pude comportarme como una cultivadora dándoles una cálida bienvenida y atendiendo sus necesidades. Sin embargo, después de un mes de complacer los apegos humanos, me di cuenta de que muchos apegos como el apego a la comodidad, la competitividad, los celos y el resentimiento habían surgido. Había sido engañada por la sociedad de la gente común y me olvidadé de lo precioso y serio que era Dafa.

Cuando la familia de mi tía regresó a Beijing, mi hija comenzó a experimentar mareos muy severos. Ella estaba somnolienta todo el tiempo y hacía berrinches. Lo peor de todo es que no quería estudiar el Fa ni escuchar las conferencias del Maestro. Tanto mi marido como yo estábamos muy preocupados y nos sentíamos impotentes.

Con la ayuda de otros practicantes pude tener una mente más clara. Me arrodillé frente a la imagen del Maestro, sosteniendo Zhuan Falun en mis manos y pedí la ayuda del Maestro: "Maestro, me equivoqué. Por favor, traiga de vuelta aquella joven discípula vivaz, energética y compasiva que una vez tuve". Lloré y me incliné ante el Maestro muchas veces, expresando mi gratitud.

Me di cuenta de que no éramos lo suficientemente diligentes, así que las viejas fuerzas se aprovecharon de nosotros y de mi hija. Me di cuenta de que el estado de cultivación de mi hija era una advertencia para mí. Debo saber que Dafa es muy preciado, serio y que debo comportarme como una discípula recta y genuina de Dafa. Mi esposo y yo compartimos nuestros pensamientos y él también expresó que no era lo suficientemente diligente. Seamos diligentes o no, Dafa siempre debe ser lo primero y debemos cumplir con los principios de Dafa.

El Maestro dijo:

"La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu; si tienes este deseo, ya está bien. Pero el que realmente hace esto es el shifu, tú no puedes hacerlo en absoluto" (Primera Lección, Zhuan Falun).

El Maestro fue muy compasivo. Viendo que nosotros como adultos cambiamos para mejor, el Maestro decidió ayudarnos y la actitud de mi hija hacia Dafa cambió. ¡Fue realmente un milagro! Después de unos días, ella aceptó ver las conferencias del Maestro con su abuela.

Elevándonos con pensamientos rectos

El estado de cultivación de mis hijos reflejan cómo soy como cultivadora. El gran Maestro compasivo no quiere dejar a ningún discípulo atrás. El Maestro ha usado a mi hija como un palo de advertencia para mi cultivación. Sé que me topé con estas tribulaciones porque soy una cultivadora. Durante estos dos meses, muchos apegos como una mentalidad competitiva, resentimiento, celos y búsqueda de consuelo han emergido.

El Maestro dijo:

"Reflexionen calmadamente acerca de cuántos apegos tienen
En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá"
(No estén tristes, Hong Ying (II)).

Cada vez que lo haga mejor, el Maestro me animará. Cuando enviaba pensamientos rectos, sentía que mi entorno era muy tranquilo y cálido. Parecía haber un fuerte campo de energía y era la primera vez en mis años de cultivación que sentía algo tan hermoso como esto. ¡Sé que el Maestro me estaba animando! Un pensamiento cruzó repentinamente mi mente: Necesito cultivarme de forma genuina y sólida.