(Minghui.org) Hay una familia que vive en la provincia de Heilongjiang, donde sus tres generaciones, desde los abuelos hasta los nietos, practican Falun Dafa.
La práctica de Falun Dafa, también conocida como Falun Gong, es una disciplina de cuerpo y mente basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
A continuación se cuenta su historia, tal como la relató la madre de la familia, su esposo, su hijo y su nieto.
La historia de la abuela
Las quejas sobre mis suegros
Fui consentida mientras crecía y no hacía ningún trabajo doméstico antes de casarme. Mi marido tenía tres hermanos menores y una hermana menor. Nos mudamos con sus hermanos y padres después de casarnos.
Mi suegra me despertó temprano la primera mañana después de mi boda y me dijo que preparara el desayuno para toda la familia. No sabía cómo y estropeé la comida.
Todo el mundo estaba molesto. Mi suegra empezó a regañarme, diciendo que debería haber aprendido a cocinar, ya que soy la mayor de la familia. Entonces me dijo que me sentara al lado de la puerta para poder servir arroz a todos.
Las semillas de mi resentimiento hacia la familia fueron plantadas ese primer día.
El resentimiento se intensifica
Mis días no mejoraron en esta familia. Mi suegra a menudo me reprendía por no hacer bien las cosas, pensando que las estropeaba a propósito. Uno de mis cuñados menores se enfadó tanto conmigo que tenía miedo de verlo. Otro cuñado menor me insultó cuando la comida que hice no era de su gusto.
Debido a mi apego a salvar mi reputación, nunca me quejé de este maltrato a mi propia familia.
En una ocasión, todos ellos abusaron verbalmente de mí tan duramente que mi suegro tuvo que intervenir y detenerlos. Me sentí muy mal y me quejé de la injusticia con mi marido esa noche. No solo no me consoló, sino que me abofeteó, tirándome al suelo. Estaba tan enfadada que empecé a temblar y luego me desmayé.
Me diagnosticaron quistes en los ovarios cuando estaba embarazada de tres meses. Pero a nadie de la familia le importó. Tomé una licencia por enfermedad del trabajo para recuperarme en casa. Utilicé mucho de ese tiempo para tejer suéteres para mis suegros y cuñados, pero nadie apreció mis esfuerzos.
Mi resentimiento se profundizó aún más y empecé a discutir con mi marido más a menudo. Un día de Año Nuevo, me peleé con él tanto que quise suicidarme. Como no había ningún medicamento del que pudiera tomar una sobredosis en casa, me bebí una botella entera de licor fuerte.
Casi me muero, pero en cuanto pensé en mi hijo, me desperté.
En mi lugar de trabajo, todos actuaban de manera falsa y peleaban entre ellos por intereses personales. Las relaciones entre mis compañeros de trabajo eran complicadas. Me sentía impotente todos los días; era como vivir con una piedra presionando mi pecho.
El resentimiento en casa y la presión en el trabajo me estresaban y poco a poco consumían mi ya no tan buena salud. Empecé a sufrir varias enfermedades, incluyendo quistes en el hígado, riñón y bazo; presión arterial alta y colesterol alto.
Mi enfermedad cardíaca fue la peor de todas. Era tan mala que podía tener un ataque al corazón en cualquier momento, poniéndome al borde de un colapso mental.
Cada día para mí se sentía como un año. A menudo miraba al cielo y me preguntaba si mi vida terminaría en medio de todo este sufrimiento.
Retomando Falun Dafa
Mis suegros me dieron una copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, en julio de 1999, justo en la víspera de la persecución que comenzó el 20 de julio de ese año.
Lo leí una vez y solo recordé las palabras "Verdad, Benevolencia, Tolerancia". Aprendí a hacer los ejercicios de Falun Dafa, pero dejé de practicarlos cuando comenzó la persecución.
La esposa de mi segundo cuñado murió en el hospital el 30 de abril de 2005. Fue un día inolvidable para mí.
Ella solía estar sana. Debido a las quejas de la familia, se enfermó mucho. Torturada por su enfermedad, quedó convertida en poco más que un esqueleto en solo seis meses. Mirando su cadáver y pensando en mi resentimiento, me sentí muy triste y mi mente comenzó a divagar.
Me pregunté por qué la gente vive. Así que decidí darme con la práctica de cultivación de Falun Dafa otra oportunidad y regresar a mi verdadero ser.
Saqué Zhuan Falun del estante justo después de volver a casa del hospital. Comencé a llorar mientras miraba la foto del Maestro en el libro.
El Maestro dijo:
"El hombre debe volver al origen y retornar a la verdad, este es el verdadero propósito de ser un humano" (Primera Lección, Zhuan Falun).
Esta profunda enseñanza me despertó. ¡Sí, este es el camino que estaba buscando! Me arrodillé con el libro en mis manos y dije: "¡Gracias Maestro! Me cultivaré diligentemente y me iré a casa con usted".
Quejas resueltas
A través de la cultivación, empecé a comprender algunos principios del Fa.
Me di cuenta de que los miembros de la familia que me maltrataron me habían ayudado a eliminar mi yeli. No debo tener resentimiento, sino que debo estar agradecida con ellos. Empecé a tratar a mi suegra con respeto filial desde el fondo de mi corazón. Ayudé a mis cuñados cuando me necesitaban.
A menudo aclaraba los hechos sobre Falun Dafa a mis cuñados. Pero el segundo cuñado más joven era terco y no quería escuchar.
Un día, vino a mi casa con el tercer cuñado menor para ver a su madre, que vivía con nosotros. Insultó al Maestro; lo regañé severamente por ello. Salió furioso con su hermano y me insultó en la puerta.
No pude dormir esa noche. Miré en mi interior y descubrí que le hablé con resentimiento. Tuve que admitir mi error.
Llamé a mi cuñado a la mañana siguiente y me disculpé por mis malos modales. Se sorprendió de mi llamada y aceptó felizmente la disculpa.
Después, le instalaron un stent coronario. Mi marido y yo fuimos a hacerle compañía durante una fuerte tormenta de nieve; le conmovió nuestra visita. Cuando le contamos los hechos sobre Falun Dafa, levantó la mano y dijo en voz alta: "Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".
Desde entonces, cuenta a sus amigos sobre la bondad de Dafa. Incluso me pidió una copia de Zhuan Falun.
Ahora, mi gran familia es muy armoniosa. El compasivo Maestro es quien nos dio todo lo que tenemos hoy. Fue el Maestro que me salvó del colapso físico y mental y que me mostró el camino de regreso a casa. Para agradecerle su compasión, debo cultivarme con diligencia.
La historia del abuelo
Soy un jubilado de 72 años. Antes de que mi esposa se convirtiera en practicante de Falun Dafa en 2005, su salud era muy mala. Tenía una grave enfermedad cardíaca y tuvo que ser resucitada en la sala de emergencias del hospital tres veces.
Un mes después de haber comenzado a practicar, su enfermedad cardíaca se manifestó de repente mientras estaba en el trabajo. Yo estaba en su trabajo en ese momento. A su pedido, la llevé a casa de un compañero practicante, que envió pensamientos rectos para ella. Se recuperó a los 30 minutos.
Me sorprendió este milagro y empecé a pensar en sus cambios luego de que se convirtió en practicante. Se volvió más saludable. No buscaba el beneficio personal. Siempre consideró a los demás antes que a ella misma. Conmovido por sus cambios, decidí seguir su ejemplo y cultivarme con ella.
Antes de empezar la práctica, me gustaba beber alcohol. La naturaleza de mi trabajo me daba muchas oportunidades para beber, empeorando mi problema con la bebida. Incluso después de que empecé a practicar Falun Dafa, no pude dejar el alcohol por mucho tiempo.
Un día, leí varias veces el pasaje sobre la bebida en la Séptima Lección, Zhuan Falun. Me di cuenta de que tenía que quitarme el apego al alcohol para ser un verdadero practicante.
El Maestro dijo:
"Beber alcohol es definitivamente una adicción, es un deseo y estimula los nervios de la adicción; cuanto más se bebe, tanto mayor es la adicción. Siendo una persona que refina gong, pensemos un poco: ¿no se debe quitar este corazón de apego? Este tipo de corazón también tiene que eliminarse" (Séptima Lección, Zhuan Falun).
Me esforcé mucho y al final dejé de beber después de Año Nuevo en 2007. Desde entonces, no bebí nada de alcohol, bajo ninguna circunstancia. Todos mis amigos dijeron que solo Dafa podría haberme cambiado.
También sufrí varios episodios de ye de enfermedad. Durante las vacaciones de Año Nuevo de 2016, tuve una fiebre alta y desarrollé muchas manchas rojas en el lado derecho del pecho y en toda la espalda. Era tan doloroso que no podía levantar el brazo derecho.
"Tienes herpes. Estás eliminando mucho yeli", dijo mi esposa.
"Lo lograré", respondí.
Envié pensamientos rectos para eliminar todos los factores de interferencia, estudié el Fa y practiqué los ejercicios todos los días. El herpes desapareció tres semanas después.
Mi pariente fue testigo del milagro de Dafa una vez más. Mi hermano menor dijo que cualquiera sin tratamiento médico en el hospital no podría sobrevivir a lo que yo pasé.
Me volví más saludable después del incidente. Fuimos a encontrarnos con viejos amigos en la ciudad de Xi'an en 2018 y fuimos a escalar la Montaña Huashan. Fui la única persona del grupo que completó los cinco picos. También lo terminé en menos de cuatro horas, dos horas menos de lo que una persona sana promedio tardaría. No me sentía cansado en absoluto.
Todos los del grupo tenían más de setenta años. Admiraban mi estado físico. Les conté los hechos sobre Falun Dafa y muchos de ellos, junto con sus familias, renunciaron al partido comunista chino (PCCh).
La historia de mi hijo
Me llamo Tianlong y tengo 44 años. Soy el hijo mayor de mi familia. Me interesan las historias sobre el kung fu, la cultivación y la mitología desde que era niño y aprendí varias prácticas de qigong durante unos meses.
Falun Dafa fue muy popular en 1998. Por curiosidad, comencé a aprenderlo, pero no lo practiqué con diligencia. Debido al engaño del PCCh y a la falta de pensamientos rectos fuertes, dejé de practicarlo cuando comenzó la persecución en 1999.
Durante esos años, fui egoísta y vivía solo por mi propio interés. Me permitía beber y otras actividades "divertidas". Pero el libertinaje de la borrachera no podían disipar el vacío de mi corazón. Estaba en un estado perdido, sintiendo que algo no estaba bien.
No me gustaba estudiar y no tenía buenas notas. Como resultado, no podía encontrar un trabajo satisfactorio por mi cuenta; tenía que confiar en los contactos de mis padres para encontrar uno bueno. Para cumplir con los requisitos de ingreso a este trabajo, incluso falsifiqué un certificado de licenciatura.
Convertirse en un practicante de Dafa
Mi madre sufrió durante años enfermedades hereditarias. Su condición empeoró luego de que dejó la práctica en 1999 debido a la persecución. Su salud se deterioró tanto después de 2003 que incluso organizó en secreto su propio funeral.
En ese período de tiempo, desarrollé quistes renales, que crecieron muy rápidamente y afectaron seriamente mi salud. Aunque solo tenía unos 30 años, tenía que hacer descansos una o dos veces al subir las escaleras al séptimo piso.
Un día, en la primavera de 2005, llegué a casa y me sorprendió ver que mi madre vino a visitarme. Me sorprendió la mejora de su estado físico y mental.
Le dije: "Mamá, cambiaste mucho en solo dos meses. ¿Estás practicando Falun Dafa?".
Ella dijo: "Sí. ¿Se nota? Contacté a un compañero del trabajo anterior que fue despedido por practicar Falun Dafa".
"¿Tienes el libro? Quiero leerlo". Pregunté con entusiasmo.
"Sí. Puedo darte una copia".
Con el libro en mis manos, me sentí a gusto. En ese momento, no había manera de saberlo, pero Dafa debe haber echado raíces en mi corazón desde 1999, porque ya en ese entonces, pude discernir que Dafa era bueno.
Estudié el Fa con entusiasmo y practicaba los cinco ejercicios todos los días. Después de cada conferencia, sentía que mi mundo cambiaba y que todo a mi alrededor no era lo mismo que antes. Mi visión de la vida también experimentó grandes cambios con el progreso del estudio del Fa.
Cuando leí Zhuan Falun por segunda vez, mi xinxing sufrió un cambio sustancial. Me volví amable con la gente y justo en mi trato con los demás. Ya no perdía los estribos. Todo parecía ir en la dirección correcta ahora. Aunque todavía estaba muy lejos de cumplir con los estándares de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, mejoré.
Sin pérdida, no hay ganancia
Trabajé para una empresa de construcción de carreteras. La cultura de la bebida es muy fuerte en China, en especial en el campo de la construcción. Una persona que no bebe tendrá grandes obstáculos en el trabajo.
Solía ser un gran bebedor y a menudo confraternizaba con mis amigos y colegas. Después de empezar la práctica, decidí dejar de beber. Fue un gran desafío para mí. Cuando anuncié mi decisión, no fueron solo mis compañeros de trabajo los que me dieron la espalda, sino que mis amigos más cercanos también me dificultaron las cosas.
Aunque mi persistencia finalmente me hizo ganar la comprensión de mis colegas y jefes, me costó un ascenso. Como la mayoría de nuestras decisiones de negocios se toman durante las interacciones sociales en las mesas de bebida, estas oportunidades se alejaron de mí porque ya no bebo. La distancia entre mis colegas y superiores y yo se amplió gradualmente. Mi oportunidad de ascenso estaba básicamente estancada. Solo podía confiar en mi propia habilidad en el trabajo para mantener mi posición como subdirector de la unidad.
En este universo, hay un principio que dice, "sin pérdida, no hay ganancia".
Aunque perdí muchas oportunidades de ascenso laboral, gané el verdadero Fa de este universo. Lo que perdí son solo cosas humanas, pero lo que gané es un cuerpo sano y la mejora de mi xinxing y una elevación de mi ser como un todo.
Dafa elimina mi rencor
Cambié después de la práctica. No soborno a mis superiores con regalos, halagos para salir adelante o socializar con ellos para conseguir favores. A mis colegas, les parecía un poco fuera de lugar.
No era cercano a nuestros superiores y no era realmente apreciado por ellos. Desde que dejé de beber, nunca me dieron el papel de director de proyectos. Debido a mis habilidades comerciales y de gestión, me asignaron en cambio como ayudante para asistir a otras personas a cargo de sus propios proyectos.
Antes de empezar la práctica, fui gerente de proyectos por un tiempo. Un veterano retirado fue asignado a mi sección en ese momento. Era un director del ejército. Tenía poco carácter y debido a mi corta edad, a menudo se negaba a escuchar mis órdenes.
Una vez, estando borracho se metió en problemas y me insultó. Me peleé con él y lo herí gravemente. No fui castigado muy duramente por la pelea, pero dejé una mala impresión en algunos de nuestros superiores. Este veterano renunció a mi sección poco después de este incidente y no tuvimos ningún contacto durante años.
Las habilidades profesionales de este veterano eran normales, pero era bueno en la comunicación y la coordinación. Además, era muy sociable y se acercaba mucho a los líderes. Unos años después, se convirtió en director de proyectos. Para fortalecer la capacidad de negocio de su equipo de proyecto, un gerente me designó para ser su suplente.
Yo estaba algo conflictivo, ya que aún existía una profunda brecha de la pelea entre nosotros. Nunca me disculpé formalmente con él y no sabía cómo enfrentarlo. Pero como practicante, sabía que debía enfrentar estas cosas con rectitud y resolver esta queja. Acepté con determinación esta tarea.
No me dio el trabajo que se suponía que debía hacer. En cambio, me dejó hacer un trabajo de dirección con otra persona. No rechacé el acuerdo. Dirigí el trabajo de manera ordenada y aproveché al máximo mis habilidades comerciales.
Pude manejar varios asuntos importantes de manera efectiva. Esto no solo me dio una buena imagen, sino que también ayudó a este veterano a llevar a cabo su proyecto sin problemas. Apreció mi ayuda. Poco a poco nos llevamos mejor y mejor a través del trabajo y al final nos convertimos en buenos amigos.
La queja se resolvió realmente a través de la poderosa virtud de Dafa.
La historia del nieto
Soy un estudiante de primaria de diez años. Tan pronto como nací, vi los videos de las conferencias del Maestro con mi abuela todos los días. Pude recitar los poemas de Hong Yin cuando empecé a hablar, a un poco más de un año. Empecé a leer Zhuan Falun y las conferencias del Maestro a los cuatro años. A los cinco años, aprendí los ejercicios de Falun Dafa del video y luego los practiqué con mis abuelos.
Un milagro me ocurrió cuando tenía cuatro años. Tomé un tren con mis abuelos a otra ciudad. Cuando llegamos, me caí por el hueco entre el tren y el andén mientras intentaba bajar del tren. Todo el mundo estaba preocupado de que pudiera estar malherido.
Cuando mi abuelo me subió, el conductor del tren me preguntó si debía ir a que me examinaran al hospital. Pero yo estaba bien. No pasó nada. Sabía que el Maestro me había protegido.
En otra ocasión, mi madre nos llevó a mi abuelo ya mi a visitar a un pariente. Yo tenía seis años en ese momento. Nuestro auto fue golpeado por un auto más grande que se pasó un semáforo en rojo, acelerando hacia nosotros por el lado izquierdo. La parte delantera de nuestro coche quedó completamente destrozada y nos enviaron al hospital. Mi abuelo y yo no estábamos heridos en absoluto y mi madre solo tenía una pequeña herida en su brazo. Aunque no era una practicante, el Maestro también la protegió.
Un día, estaba sacando un libro de la biblioteca. Cerré la puerta de la biblioteca con demasiada fuerza y tiré el cristal del marco. El cristal roto estaba esparcido por todo el suelo, pero no me golpeó en absoluto. El Maestro me protegió de nuevo.
A menudo salía a colgar los banderines de Dafa con mis abuelos y veía cómo ellos aclaraban la verdad a la gente. En una reunión familiar el año pasado, le aclaré la verdad a mis primos. Los adultos me preguntaron cómo aprendí a hacer esto a una edad tan temprana. Les dije que fue el Maestro quien me dio la sabiduría.