(Minghui.org) Habiéndome cultivado durante 20 años, con una fe en el Maestro Li y en Dafa inquebrantable y sólida como una roca, sé que no existen barreras que no puedan superarse.
Me jubilé a fines de marzo de 1999. Tuve la suerte de participar en el último evento grupal de promoción de Falun Dafa en mi región. Esa noche vi una esfera tan grande como una pelota de baloncesto girar unas cuantas veces sobre mi frente, y luego moverse hacia adelante y hacia atrás entre mis sienes. Pregunté a otros practicantes qué era aquello. Me dijeron que había visto un Falun (una Rueda de la Ley).
Justo después de que empecé a practicar Dafa, comenzó la persecución. Aunque no tenía ningún ejemplar de Zhuan Falun y no podía hacer el quinto ejercicio (la meditación sentada) de forma correcta, aún así, el Maestro me dejó experimentar la grandeza de Dafa.
Una vez, mientras practicaba la meditación sentada, me senté en el suelo sin cruzar las piernas. En poco tiempo, me sentí como si estuviera flotando en el océano. Una energía me envolvió cálidamente; nunca me había sentido tan cómodo. Sonreí, y derramé lágrimas de gratitud por la poderosa gracia del Maestro.
Cuando transcribí las enseñanzas del Fa de un libro prestado, vi una luz dorada que brillaba entre las líneas e imágenes de los fo, daos y dioses, así como un querubín con alas. La estatua de una pusa también apareció en el libro.
La sensación era muy sagrada, así que seguí transcribiendo el libro sin descansar ni un momento. Tenía miedo de no poder seguir el ritmo de los demás practicantes, aunque podía sentir que el Maestro me animaba.
Al principio, solo entendía Dafa de una manera intuitiva, pero poco a poco gané un entendimiento racional y me embarqué firmemente en el camino de la validación de Dafa.
De 1999 a 2003, nuestra oficina residencial empleó a tres agentes de policía. Después de contactarme varias veces, todos vieron que era una buena persona. Cuando un cuarto oficial llegó a trabajar, el régimen comunista lo incitó a participar en la persecución duplicándole su salario. Y diciendo que cualquiera que no siguiera las órdenes sería despedido.
Este oficial siguió las órdenes y me llevó a un centro de lavado de cerebro.
Me llevaron a una habitación donde había otras personas que no conocía, aunque todos me asediaban.
En ese momento, sentí al Fashen del Maestro a mi lado. Recuerdo haber visto una página de escritos celestiales colgando en el aire que decía: "Soy un cultivador más allá de los Tres Reinos; firmé un contrato con el Maestro, y el mal no tiene derecho a perseguirme".
Así que respondí a sus preguntas con plena conciencia y les conté la verdad sobre Falun Dafa. Trataron de convencerme de que dejara de practicar Dafa y que aprendiera otros ejercicios en su lugar.
Les expliqué que Falun Dafa realmente enseña a la gente a ser buena. Respondieron diciendo que los practicantes de Dafa asediaron el complejo del gobierno central de Zhongnanhai en Beijing.
Les aclaré que no hubo tal asedio o ataque y que este fue un rumor iniciado por el exjefe del partido comunista chino (PCCh) Jiang Zemin. La atmósfera estresante de esa habitación hizo que se me hincharan la cabeza, los ojos y el puente de la nariz.
Finalmente dije: "Hoy he hablado demasiado. Les explicaré todo esto claramente en otra ocasión".
No sabía que habían llamado en secreto a un médico para que me tomara la presión sanguínea. En cuanto me tomaron la presión, todos se quedaron en silencio. Entonces me di cuenta de que el Maestro estaba allí para salvarme.
Durante la noche, otra persona me volvió a tomar la presión dos veces. Al día siguiente, el centro de lavado de cerebro llamó al oficial de policía de mi oficina residencial y le dijo que mi presión sanguínea era muy alta.
El jefe del centro me pidió que explicara mi situación, así que aproveché aquel momento para transmitirles la información de que Jiang Zemin estaba usando la cuarta parte del PIB (Producto Bruto Interno) de China para perseguir a Falun Dafa.
Le dije: "Solo en nuestra comunidad, la mayoría de la gente gana poco más de 200 yuanes al mes y está preocupada porque no sabe de dónde obtendrá su próxima comida. Sin embargo, Jiang Zemin le usa para perseguirme. Hay un director de un comité del vecindario, un oficial de policía y un funcionario de la calle que se gastan más de 100 yuanes al día solo en comidas. Alquilan una habitación por 200 yuanes al día, además de lo que le pagan a usted. ¿Qué piensan de gastar todo ese dinero solo para perseguir a alguien que quiere ser una buena persona?".
Mientras hablaba, crucé las piernas y me senté en la cama. Me sorprendió, porque normalmente no podía cruzar las piernas... ¡Esto fue un milagro!
Con la bendición del Maestro, mi sabiduría se derramó como un manantial. Le dije: "El PCCh escenificó la autoinmolación en la Plaza de Tiananmen. Wang Jindong, que se decía que había practicado durante cuatro o cinco años, no podía ni siquiera cruzar las piernas. Incluso la forma en que unía sus manos estaba mal”.
"La botella de Sprite entre sus piernas era de plástico y estaba llena de gasolina, pero no ardió. Su ropa estaba quemada, pero su pelo intacto. ¿Cómo puede pasar eso? Fue un montaje para incitar el odio contra Dafa en la gente".
En ese momento, el jefe del centro se puso de pie y dijo que debía seguir hablando para que se aliviara mi presión arterial. De hecho, realmente querían escuchar más.
Al mediodía del tercer día, me dejaron ir a casa discretamente y me dijeron que no dejara que nadie lo supiera. Les recordé: "No les causen problemas a los demás practicantes de Falun Dafa, ya que ellos solo quieren ser buenas personas siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia".
Sabía que el Maestro me había bendecido y protegido. Esta experiencia fue un gran avance en mi maduración en la cultivación.
A finales de abril de 2006, agentes de la oficina 610 me arrestaron ilegalmente por entregar una tarjeta de felicitación del Año Nuevo Chino.
Los agentes asignados para interrogarme golpeaban repetidamente la mesa y el banco en el que permanecí sentado hasta las cuatro de la mañana. La persona a cargo de la oficina 610 finalmente dijo: "Vete a casa ahora y vuelve mañana tan pronto como te llamemos".
En mi corazón me sentí firme y seguro, y negué completamente esta persecución. En julio, llevaban dos meses sin molestarme.
Seguí las enseñanzas del Maestro y convertí algo malo en algo bueno. También miré en mi interior mis propios defectos, estudié más el Fa y asimilé mis palabras y actos a Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
A mediados de julio, me llamaron y me dijeron que mi caso estaba cerrado; supe que se había acabado. Todo está bajo el control del Maestro.
Recuerdo el Fa del Maestro:
“Si después de encontrarte con circunstancias difíciles, tus pensamientos pueden ser realmente rectos, entonces, cuando te enfrentes con la malvada persecución y cuando te enfrentes con interferencias, una sola frase tuya reforzada con pensamientos firmes y rectos podrá instantáneamente hacer que el mal se desintegre, (aplausos) y hará que quienes estén siendo usados por la maldad se den media vuelta y huyan, hará que la persecución perversa hacia ti se disuelva, y hará que la interferencia maligna hacia ti desaparezca sin dejar huellas” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos).
Había una pareja que vendía bollos en las inmediaciones de mi comunidad residencial. Ambos tenían unos 30 años y no tenían hijos. Le dije a la mujer que sería bendecida si repetía sinceramente: "Falun Dafa es bueno".
Les di folletos de aclaración de la verdad y DVDs de Shen Yun Performing Arts. Leían la información todos los días, y cuanto más entendían, más me ayudaban a persuadir a otros para que renunciaran al PCCh.
A menudo iba a su puesto de panecillos para contarle a la gente los hechos de la persecución. Mientras les hablaba, ellos esperaban y no le daban el cambio a sus clientes hasta que yo terminaba de hablar.
Cooperábamos bien. Más tarde, la mujer me dijo que ella y su marido a menudo hacían un recuento por las noches para ver quién había recitado más veces "Falun Dafa es bueno".
Unos meses después, estaba embarazada y muy contenta. Al final del año, regresó a su ciudad natal y dio a luz a un varón. La mujer me dijo que aunque el recién nacido pesó casi cuatro kilos, no necesitó analgésicos. En vez de eso, se limitó a recitar "Falun Dafa es bueno" y funcionó.
"Cuando alguien me pregunta cómo di a luz, le digo que recité: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno', y el Maestro de Dafa nos concedió un niño".
No tengo un lenguaje florido. Solo quiero, que mis amigos y otros que tienen una relación predestinada para conocerme, sepan que: "¡Siempre y cuando crean sinceramente en Dafa, hallarán bendiciones!".