(Minghui.org) A raíz del brote de coronavirus, el partido comunista chino no solo encubrió inicialmente el surgimiento y la gravedad de la enfermedad, lo que provocó que se convirtiera en una pandemia mundial, sino que también fortaleció el control de los medios y de Internet e intensificó localmente las violaciones a los derechos humanos contra numerosos grupos, incluido Falun Dafa.

Estos fueron los hallazgos que los analistas presentaron durante un foro canadiense de derechos humanos el 9 de junio de 2020, titulado "China en una encrucijada: defender los Derechos Humanos durante la pandemia". Organizado por el Centro de Derechos Humanos Raoul Wallenberg, el foro se dividió en tres secciones e incluyó un debate sobre la censura y desinformación del régimen, los presos políticos y la represión de las minorías por el partido comunista chino (PCCh), así como las acciones propuestas para abordar estos asuntos.

Irwin Cotler, ex ministro de justicia y fiscal general de Canadá y actual presidente del Centro Raoul Wallenberg, dijo que el encubrimiento del coronavirus en China fue un "ataque al orden internacional basado en normas", mientras que la legislación de seguridad nacional propuesta en Hong Kong es otro "ataque al estado de derecho, la politización de las libertades fundamentales protegidas por la ley básica de Hong Kong".

Irwin Cotler, ex Ministro de Justicia y Fiscal General de Canadá, es el actual presidente del Centro de Derechos Humanos Raoul Wallenberg

Estos ataques recientes ocurrieron en la cima de la represión sistemática del liderazgo totalitario en China, incluida la actual persecución religiosa. El 10 de junio, el secretario de estado de los Estados Unidos, Michael Pompeo y Samuel Brownback, embajador de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, publicaron el Informe de "Libertad Religiosa Internacional 2019", en el que China fue mencionada muchas veces por su pobre historial de derechos humanos.

"En China, la represión patrocinada por el estado contra todas las religiones continúa intensificándose", comentó Pompeo durante una conferencia de prensa el 10 de junio. Dio ejemplos de la represión de uigures, tibetanos, budistas, practicantes de Falun Dafa y cristianos.

Un sistema dictatorial

Carl Gershman, presidente de la Fundación Nacional para la Democracia en Washington, D.C., dijo que la pandemia es una catástrofe. Citando una investigación de la Universidad de Southampton, dijo que, si China hubiera actuado tres semanas antes, el 95 por ciento de los casos de coronavirus podrían haberse evitado.

A medida que los casos de coronavirus en otros países aumentaron dramáticamente, el PCCh se volvió más agresivo en la sociedad internacional, con una diplomacia estilo guerrero lobo. "En lugar de mostrar remordimiento y cooperar, se están comportando de una manera mucho más intimidante y agresiva que nunca antes, porque piensan que el mundo es incapaz de responderles a causa del virus", afirmó el Sr. Gershman.

Hizo hincapié en que el PCCh es diferente del pueblo chino. "China, en mi opinión, y estoy hablando del régimen, no del país, no del pueblo, del PCCh, del régimen de Pekín, están profundamente inseguros, porque han sufrido lo que el estudioso de la Universidad de Columbia, Andy Nathan, ha llamado un defecto de nacimiento que no puede curar, que es que su sistema dictatorial carece de legitimidad", dijo.

Control Intensificado

Sarah Cook, analista de la organización Freedom House,dijo que durante cuatro años consecutivos China ha sido catalogada como una nación con las peores violaciones de Internet. Además de la censura, las personas han sido detenidas por publicar información en línea sobre incidentes que diferían del tono oficial del PCCh.

Citando información del Centro de Información de Falun Dafa, la Sra. Cook dijo que el número de arrestos realizados contra practicantes de Falun Dafa aumentó en China durante la pandemia. Algunos de los arrestados simplemente compartieron información sobre el virus o proporcionaron acceso a software para ayudar a las personas a sortear el bloqueo de Internet.

Según los defensores de los derechos humanos de China, las autoridades chinas detuvieron a casi 900 usuarios de Internet a principios de abril y los acusaron de "difundir rumores". Estas personas simplemente publicaron información sobre eventos en sus propias vidas o en sus comunidades. Además, algunos reporteros ciudadanos fueron detenidos por informar sobre el coronavirus, y su paradero ha permanecido desconocido durante los últimos meses.

El líder republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, emitió un informe provisional del personal de la minoría el 12 de junio, titulado "Los orígenes de la pandemia global COVID-19, incluidos los roles del Partido Comunista Chino y la Organización Mundial de la Salud".

"Basado en un examen de las primeras etapas del brote, los esfuerzos para ocultar la propagación y la naturaleza novedosa del virus, las fallas en compartir información precisa como lo requiere el derecho internacional y la supresión de voces que buscan advertir al mundo, el partido comunista chino (PCCh) tiene la abrumadora responsabilidad de permitir que un brote local se convirtiera en una pandemia global", señala el informe. "En resumen, la pandemia mundial de COVID-19 podría haberse evitado si el PCCh actuaba de manera transparente y responsable".

Hacer responsable al PCCh

Legisladores de alto rango de ocho países, incluido Estados Unidos, han lanzado una nueva alianza interparlamentaria para ayudar a contrarrestar lo que dicen es la amenaza que la creciente influencia de China representa para el comercio mundial, la seguridad y los derechos humanos, reportó Bloomberg el 5 de junio de 2020, en un artículo titulado "Los legisladores en ocho países forman una nueva alianza para contrarrestar a China".

La Alianza Interparlamentaria sobre China tiene como objetivo "construir respuestas apropiadas y coordinadas, y ayudar a elaborar un enfoque proactivo y estratégico sobre cuestiones relacionadas con la República Popular de China". Sus copresidentes incluyen al senador republicano estadounidense Marco Rubio y al demócrata Bob Menéndez, el ex ministro de defensa japonés, Gen Nakatani, la miembro del comité de asuntos exteriores del Parlamento Europeo Miriam Lexmann y el destacado legislador conservador del Reino Unido Iain Duncan Smith.

Cotler dijo que aplaudió la alianza en China y dijo que ayudaría a "movilizar a un grupo de conciencia". Pero agregó que esto no era suficiente ya que, "Lo que estamos tratando aquí es un régimen depredador que se dedica tanto a la represión masiva de sus propios ciudadanos como a la exportación de su agresión al exterior".

Más específicamente, sus propuestas incluyen un enviado especial de la ONU para proteger los derechos y libertades del pueblo de Hong Kong, poner fin a la persecución a Falun Dafa, proteger la integridad de las organizaciones internacionales como la OMS y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU e implementar la Ley Magnitsky de sanciones a los violadores de los derechos humanos, y más.