(Minghui.org) Estaba en mi segundo año de universidad cuando empecé a practicar Falun Dafa. Eso fue en el verano de 1995. Recuerdo que estaba tan emocionada cuando el nuevo curso empezó un mes después... ¡Ahora era diferente de todos los otros estudiantes porque era una cultivadora!
Cierto día, salí de la biblioteca después de haber pasado un rato memorizando el Fa. Miré al cielo e hice un voto solemne: seré una cultivadora por el resto de mi vida. ¡Definitivamente no voy a perseguir ningún deseo mundano!
Cuando un compañero de clase me preguntó: "¿Es Falun Gong realmente tan bueno? ¿Qué tiene de bueno?". Le contesté que, puesta a elegir, tanto ante un montón de oro como ante un cuchillo en la garganta, siempre elegiría a Dafa.
Repetí casi las mismas palabras a la gente que conocí en mis seis años de encarcelamiento ilegal por mi fe en Falun Dafa. Les expliqué que incluso antes de la persecución a los practicantes de Dafa, juré defender a Dafa por encima de cualquier amenaza a mi estatus mundano o incluso a mi vida, y ahora solamente estaba honrando ese voto.
Memoricé cada uno de los artículos de la enseñanza del Fa del Maestro tan pronto como eran publicados y así construí una base sólida para mi cultivación posterior. El terror de la persecución nunca me hizo vacilar en mi convicción. No dudé en unirme a los compañeros practicantes de todo el país que se congregaron en la Plaza de Tiananmen para defender a Dafa.
Fui enviada a un campo de trabajos forzados durante 18 meses a finales de 1999. Fue difícil conseguir los nuevos artículos del Maestro durante ese tiempo, pero cuando los conseguía, los memorizaba después de leerlos unas cuantas veces. Recordar y recitar de memoria los artículos del Maestro me mantuvo segura y cuerda mientras estaba tras las rejas.
El Maestro me ayudó a iluminarme a los significados más profundos del Fa mientras recitaba los artículos de memoria. Como resultado, pude superar muchas adversidades. Aquí hay algunos ejemplos.
La primera vez que esto sucedió fue cuando una guardia a cargo de la "transformación" de las practicantes vino a hablar conmigo dentro del campo de trabajo. Después de que le recité todo el artículo del Maestro ¿Para quién haces la cultivación?, sin decir una palabra me echó una larga y significativa mirada y luego me pidió gentilmente que me fuera. Después de esto, las personas involucradas en la transformación de los practicantes ya no me molestaron.
Hacia el final de mis 18 meses de detención en el campo, me pusieron en confinamiento solitario. No sabía qué hacer para validar el Fa. Parecía que había hecho todo lo que podía, pero el maltrato seguía intensificándose. (El Maestro no nos había enseñado todavía a enviar pensamientos rectos en ese momento).
Me sentía impotente ante las crecientes tribulaciones y no sabía cómo superarlas.
No entendí lo que el Maestro quería decir cuando explicó, "...la parte divina, es decir, la parte que ustedes han cultivado exitosamente..." o "Tu naturaleza original iluminada sabrá naturalmente qué hacer" (Dao y Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).
Entonces recordé este pasaje:
"Si un cultivador puede abandonar el pensamiento de vida y muerte bajo cualquier circunstancia, la maldad seguramente tendrá miedo de él. Si cada practicante es capaz de hacer esto, la maldad en sí ya no existirá. Todos ustedes ya son conscientes de la ley de la generación mutua e inhibición recíproca. Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente. Esto no debe ser una acción forzada, pero se logra por medio de renunciarlo calmada y verdaderamente" (Eliminen sus últimos apegos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
También recordé que el Maestro dijo una vez:
"Si puedes abandonar la vida y la muerte de una sola vez, ya eres un dios. Si no puedes abandonar la vida y la muerte, eres un humano" (Exponiendo el Fa en Nueva York, Exponiendo el Fa en los Estados Unidos).
Entonces todo se me hizo más claro. Mi entendimiento en aquel momento fue que las partes nuestras que se han asimilado al Fa y las partes de nuestra naturaleza original que se han iluminado son, de hecho, nuestro lado divino, y es este lado divino nuestro que puede dejar ir la vida y la muerte.
Fue esta comprensión la que me ayudó a atravesar muchas pruebas de vida y muerte que me sobrevinieron más tarde.
Otro ejemplo fue en una prisión de mujeres. La persona encargada de mi transformación era una expracticante a la que había admirado anteriormente. Me había enseñado a entrar en el sitio web de Minghui y a diseñar e imprimir materiales de aclaración de la verdad.
Una mañana, después de escucharla intentar torcer las palabras del Maestro para que encajaran en su narración, me sentí muy molesta. El artículo del Maestro titulado Sofoquen al mal apareció más tarde en mi mente.
Al día siguiente, le recité ese artículo a esta expracticante, enfatizando esta parte en particular:
"Todos los estudiantes que están esclareciendo la verdad hoy para así validar a Dafa, lo han hecho muy bien. Lo he afirmado plenamente. Lo que ellos han estado haciendo es absolutamente correcto; no hay duda alguna sobre esto. Espero que mantengan todos la mente lúcida" (Sofoquen al mal, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Cuando le pregunté quién era su maestro, no me lo dijo.
Continué recitando esto:
"La práctica de cultivación es una cuestión solemne y grandiosa. ¿Por qué no pudiste decirles recta y francamente a los periodistas que habías hecho esas cosas porque practicas la cultivación en Dafa? Si los periodistas no quieren mencionar Dafa, tampoco debemos pasar por alto cualquier forma que roba a Dafa pero que falla en validarlo. Todos nosotros estamos intentando ser buenas personas y esto está en el interés de la sociedad y la humanidad. ¿Por qué no debemos tener un ambiente justo y legal? Discípulos, conserven en la mente que Dafa les está perfeccionando y ustedes también están perfeccionando Dafa" (El Fa rectifica el corazón humano, Escrituras esenciales para mayor avance)
Después de haber terminado de recitar el Fa del Maestro, le dije: "Ahora ni siquiera te reconoces como una practicante de Falun Dafa y al Maestro de Dafa como tu maestro. Por eso, al citar al Maestro, estás plagiando el Fa y eso es un pecado. ¿Entiendes eso?". Ella y la guardia que estaba a su lado no tenían nada que decir.
Una compañera practicante que había permanecido firme en su fe bajo un duro tratamiento en una prisión cedió cuando fue amenazada en una clase de lavado de cerebro. Firmó una declaración de garantía para renunciar a su fe y se le permitió volver a casa.
Esta practicante se arrepintió de lo que hizo más tarde. Nos dijo que sabía que las autoridades de la prisión no la habrían liberado si firmaba una declaración de garantía en la prisión, pero que estaba segura de que los encargados del centro de lavado de cerebro la dejarían ir si lo firmaba en la clase de lavado de cerebro. Pensó que su error era su incapacidad para resistir la tentación de volver a casa.
Pensé en lo que dijo y le dije con calma: "No creo que esa sea la razón. Pusiste tu libertad como prioridad sobre la validación de Dafa. Si un practicante de Dafa tomara la validación del Fa como lo más importante, no firmaría la declaración de garantía porque sería muy molesto tan solo escuchar la difamación de Dafa.
"Si cada hueso y cada célula de tu cuerpo sabe que Dafa es lo más recto y el Maestro es el más grande, no te rendirás a la maldad bajo ninguna circunstancia. Cuando tu vida o tu libertad estén amenazadas, si tu primer pensamiento es dar a conocer a los demás la bondad de Dafa en vez de tu propia seguridad o interés, naturalmente sabrás hacer lo correcto".
Recuerdo que cuando estaba en la cárcel, alguien me dijo una vez: "Mírate, hay tantos aspectos positivos en ti. Pero si aceptas firmar [la declaración de garantía] estarás mucho mejor aquí. ¿Por qué no quieres hacerlo?".
"¿Por qué no lo miras de esta manera?", le respondí. "Me negué a firmarlo aunque sabía que me tratarían mejor si lo hacía. Prefiero sufrir. ¿No te da curiosidad de averiguar por ti misma si es tan grande como yo digo que es? Si ese fuera tu pensamiento, ¡entonces todo mi sufrimiento vale la pena!".
Su expresión facial cambió a una de respeto.
No cedí en absoluto durante mi tiempo de encarcelamiento. Mi sentencia original de siete años de prisión fue acortada cuando fui liberada bajo fianza. Cuando volví a casa, un pariente me dijo: "Verte de vuelta es como si un Dios llegara a casa".
La persecución de Dafa y sus discípulos ha continuado durante 21 años. He pasado por mucho en mis 26 años de cultivación. El Maestro me ha cuidado y ha caminado conmigo a través de mis muchos desafíos y situaciones de peligro de vida. Mirando en retrospectiva esos tiempos, no puedo contener mis lágrimas de gratitud al Maestro.
Por último, espero que más personas que corrieron graves riesgos al venir a este mundo sean salvadas por el Maestro. También espero que cada discípulo de Dafa, sin importar si se ha desviado o si ha pecado contra Dafa, pueda reflexionar sobre lo afortunado que es de haberse convertido en un discípulo de Dafa y sobre la gloria y el asombro que ha experimentado en el Fa. Aprecien el viaje de la cultivación bajo el cuidado del Maestro, levántense y háganlo mejor de ahora en adelante.