(Minghui.org) Un día de invierno de 2018 mi tía comenzó a perder su visión súbitamente. Hasta necesitaba que la llevaran al baño. Se asustó y fue angustiada al hospital para que la examinaran. Aunque la hospitalizaron durante dos semanas, su visión no mejoraba. El doctor le dijo que regresara a casa porque no podían hacer más nada.
Mi tía estaba disgustada y frustrada. Se negaba a aceptar que se estaba quedando realmente ciega. Me llamó y me dijo llorando: “Por favor, encuentra a alguien que convenza al doctor para que me deje quedarme en el hospital. No he podido recuperar mi visión. No quiero darme por vencida”. Sentí lástima. Contacté a un amigo para que hablara con el doctor. El doctor dejó que mi tía se quedara en el hospital una semana más, pero su visión no mejoró.
Mi mamá y yo fuimos un día a visitarla. Al entrar en la sala, nos escuchó llegar y comenzó a llorar, diciendo: “No puedo ver nada ¿¡Cómo podré vivir así el resto de mi vida!?”.
Mi madre y yo practicamos Falun Dafa. Sabíamos que solo Shifu Li (el fundador de Falun Dafa) podía ayudarle. Me senté a su lado y le dije: “Tía, no te preocupes. Conozco algo maravilloso que puede ayudarte”. Al escuchar lo que le dije, mi tía sonrió inmediatamente y me dijo: “Rápido, dime qué es”. Gradualmente le expliqué que no necesitaba estar hospitalizada, ni tenía que comprar medicinas o gastar dinero. “Siempre y cuando recuerdes y digas sinceramente: "Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, recuperarás tu visión”.
Dijo alegremente: “¡Lo haré! Recordaré las frases y las diré. Parece que el hospital en realidad no puede ayudarme. Simplemente creeré en Dafa”. No dejaba de recitar las dos frases a diario.
Mi tía me diría tiempo después: “¡Es maravilloso! No dejé de decir las frases y recobré mi visión sin gastar ni un centavo. ¡Gracias por contarme aquello!”. Le dije que mejor se lo agradeciera a Shifu Li, que fue quien le restauró la visión. Dijo: “¡Gracias, Shifu de Falun Dafa! ¡Se lo agradezco!”.
Esto pasó hace dos años, mi tía todavía mantiene su vista y tiene buena salud. Se encuentra feliz a diario. Aunque no practica, siente un profundo respeto por Falun Dafa y comparte las dos frases con los demás para que también reciban bendiciones.
Mi suegra
Quisiera contarles otra cosa sorprendente que me ha sucedido. Mi suegra tenía complicaciones a causa de la diabetes. Tenía problemas para caminar, solía caerse y no podía ver claramente. Tenía rígidas algunas áreas en su abdomen tras haber recibido una gran cantidad de inyecciones de insulina. Aunque gastaba mucho dinero y recibía muchos tratamientos, nada le ayudaba. Pasaba los días sufriendo. Me dijo una vez suspirando: “¿Cuándo terminará mi sufrimiento? ¡Me encantaría pasar un día sin tanto dolor!”.
Un día le dije a mi suegra que muchas personas se sintieron bendecidas al repetir dos frases. Me preguntó cuales eran. Le dije que repitiera: “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. También le dejé un recuerdo que tenía las dos frases grabadas.
Pasaron seis meses y en agosto del año pasado nos reunimos en un restaurante. Me apuré, por instinto, para ayudar a mi suegra temiendo que se fuera a caer. Sonrió y me dijo que ya no necesitaba que la ayudaran. Dijo que desde el día en que le hablé de las dos frases: “Las digo a diario, y también cargo en el bolsillo ese recuerdito que me diste. ¡Es maravilloso! Mi diabetes se resolvió sin que me diera cuenta. Ahora puedo ver claramente. Mi cuerpo se está fortaleciendo. Ya no necesito medicinas ni inyecciones. Debo darte las gracias por hablarme sobre esas frases maravillosas”. Le da las gracias a Shifu Li desde el fondo de su corazón.