(Minghui.org) Una mujer en la ciudad de Baoding, provincia de Hebei, ha estado detenida por su fe en Falun Dafa durante más de un mes. La señora Wu Junping, de 70 años, ahora tiene vértigo prolongado y problemas para comer. El centro de detención de la ciudad de Baoding se ha negado a darle tratamiento médico.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica de cuerpo y mente y de meditación, perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
La señora Wu conoció Falun Dafa antes de que comenzara la persecución y le agradece a la práctica por curarla de la presión arterial alta y sus enfermedades cardíacas.
Más de diez policías irrumpieron en la casa de la señora Wu a eso de las 10 de la mañana del 6 de junio de 2020 y la arrestaron. También confiscaron una impresora, y sus libros y folletos de Falun Dafa.
Fue llevada a la estación de policía de Xinshichang. Hizo una huelga de hambre para protestar por su arresto. Por la noche, la policía le ordenó dormir en el piso sobre una colchoneta sucia. Mantuvieron el aire acondicionado encendido sin darle ropa de cama. Ella comenzó a padecer presión arterial alta.
Wu se desmayó el 8 de junio cuando la policía registró sus huellas digitales por la fuerza y fue llevada al hospital para su reanimación. A pesar de que su presión arterial era de más de 200 mmHg, la policía presionó al centro de detención de la ciudad de Baoding para que ese día la aceptara; el centro inicialmente se negó debido a su condición médica.
La hija de la señora Wu, que vive fuera de la ciudad, muy preocupada por ella, contrató a un abogado para que la representara.
Cuando el abogado fue a preguntar sobre su caso, el oficial Ping Zhanlong se negó a responderle y con Tian Jing, otro oficial, expulsó al abogado de la estación de policía. Solo cuando el abogado presentó una queja contra Ping, el oficial accedió a darle al abogado información detallada sobre el arresto de la señora Wu.
El abogado visitó a Wu en el centro de detención el 7 de julio. Ella le dijo que todos los días se sentía mareada, que no recibía ningún tratamiento y que los guardias la obligaban a sentarse durante el día sin dejarla acostarse para que descansara.