(Minghui.org) Cada vez que recibía una copia de Minghui Weekly lo leía, entonces otra practicante que conocía venía a recogerlo. Cuando el virus del PCCh comenzó a propagarse en China justo antes del Año Nuevo Chino, la practicante no vino a recoger la publicación. Pensé que debía estar ocupada preparando las festividades del Año Nuevo, así que fui a entregársela. Sin embargo, la comunidad en la que vivía estaba muy vigilada, y solo los residentes con identificación podían entrar.
Recibí otra nueva publicación de Minghui Weekly dos días después del Año Nuevo y ella todavía no venía por este. La pandemia empeoró y fue aún más difícil entrar en su comunidad. Me preocupaba que, si no podía leer las últimas experiencias compartidas de Minghui Weekly, no sabría cómo los otros practicantes estaban superando los obstáculos de la pandemia, lo que podría afectar a la forma en que podría salir a salvar a la gente. Le pedí al Maestro que me diera la sabiduría para pasar por la puerta y entregarle las nuevas publicaciones. Pensé en visitarla.
Cuando me acerqué a la puerta de su comunidad, les mostré a los guardias mi permiso de la comunidad donde vivía. Ellos ni siquiera lo miraron. Atravesé la puerta y le entregué las dos últimas ediciones del Minghui Weekly a la practicante.
Ella estaba muy contenta, pero dijo: "Tenía miedo de ir a tu casa. Me sentía restringida".
Le imploré que leyera las últimas publicaciones completas: "Los practicantes que compartieron sus experiencias lo hicieron bien. Sabrás cómo seguir aclarando la verdad durante la pandemia después de leer sus artículos. El mMaestro puede ayudarte sin importar lo que pase, siempre y cuando se lo pidas sinceramente".
También programamos una hora y lugar de entrega para la próxima publicación.
Más tarde, cuando vino a recoger el último Minghui Weekly tuvo fuertes pensamientos rectos. Me dijo con gratitud: "Realmente aprecio que me entregues las últimas publicaciones. Tan pronto como empecé a leerlas, me sentí llena de energía, mi miedo desapareció inmediatamente, y ya no me sentí restringida. ¡Estoy verdaderamente agradecida por la salvación del Maestro y la ayuda de los valientes compañeros practicantes!".
Desde el 16 de febrero ha salido a aclarar la verdad y cada día convence con éxito acerca de una docena de personas para que renuncien al partido comunista chino y a sus organizaciones juveniles.