(Minghui.org) ¡Saludos venerado Maestro, saludos compañeros practicantes!
Tengo 26 años y vine a Australia en 2016 como estudiante. El año pasado, decidí quedarme aquí, participar en los proyectos de Dafa, trabajar duro para hacer las tres cosas que Shifu nos pide, cultivar apegos, y ayudar a Shifu a validar el Fa.
Durante mucho tiempo, he tenido muchos apegos ocultos enterrados en lo profundo de mi corazón. Debido a que no estudie el Fa lo suficiente, a veces pensaba que “la cultivación es demasiado difícil”, lo que me dejó vulnerable dos veces a la naturaleza demoniaca de querer rendirme. Cada vez que meditaba, me costaba mucho calmar mi mente. Tan pronto como me sentaba, mi mente se volvía como un mar tormentoso e incluso más de media hora después, todavía no podía estar en paz.
Shifu ha dicho en Zhuan Falun,
“Es decir, la causa fundamental por la que el hombre no puede aquietarse no es un problema de técnicas ni de no tener algún método especial, sino que tus pensamientos y tu corazón no están limpios” (Novena Lección, Zhuan Falun)
Quiero cumplir con los principios del Fa de Shifu, reconocer mis propios apegos y desechar completamente estos elementos malos.
El pasado mes de diciembre, mi grupo de estudio local deicidio comenzar a memorizar el Fa. Durante este tiempo, progresé muy rápidamente a través de la perseverancia y estableciendo altos estándares para mí. Cuando todos los demás gradualmente dejaron de persistir, yo seguí adelante y comencé a desarrollar un apego, menospreciando a los demás. No me di cuenta de que eran celos en ese momento, y esto pronto se convirtió en una fuente de orgullo para mí. Comenzaron a surgir malos pensamientos en mi cabeza como, “Soy la mejor, soy genial. Estoy muy por delante de ellos, etc”.
Estos pensamientos eran verdaderamente radicales y parciales, pero a pesar de mis errores, nuestro gran y misericordioso Shifu imprimió una y otra vez el Fa en mi mente. Durante este tiempo, también pude dejar de ver videos de Internet y escuchar música popular que alguna vez me había apasionado. Esto no era como antes, donde estaba reprimiendo activamente mis deseos. Más bien, ahora quiero realmente volver a la tradición. Me he dado cuenta de que soy una practicante, y el sentimentalismo y el amor en las canciones de la gente común solo pueden mancharme y no pueden hacerme ningún bien.
Tal vez Shifu vio mi apego oculto a los celos y aumentó mis tribulaciones, pero me tardé tiempo en darme cuenta. A principios de este año, la familia de un practicante compartió algunas de sus buenas noticias con todos en nuestro grupo local. Esa mañana, uno tras otro, todos en nuestro grupo local los felicitaron, y el ambiente se volvió bastante alegre.
En ese momento exclamé: “¡Oye, esto sucedió porque yo ayudé! ¿No recuerdas cómo fue ese día?”. Después de decir esto en voz alta, me di cuenta de que tenía un fuerte apego a ostentar, en este caso presumiendo como yo serví como un aspecto clave en las buenas noticias. Entonces también entendí mejor el requisito de Shifu de “Benevolencia” en “Verdad- Benevolencia-Tolerancia”.
Me pregunté: “¿Por qué no los felicité sinceramente como todos los demás?”. En cambio había estado resentida y pensé: “¿Cómo fue que en el pasado cuando tuve buenas noticias, no me felicitaron tanto? Pero en cambio, fueron ellos quienes recibieron tan cálidas felicitaciones de todos ustedes”. Esa noche durante el estudio grupal del Fa, me sentí muy molestada con las personas del grupo y no quería estudiar el Fa con ellos. Sabia que esta era una mentalidad muy mala y malvada, y que no soy este tipo de persona. ¿Cómo podría tener esos malos pensamientos? Me dije que si no estudiaba el Fa con todos esa noche, entonces me había entregado a las viejas fuerzas. ¿No es esto exactamente lo que los dioses en el viejo cosmos quieren ver? ¿Qué no quiera estudiar el Fa y verme caer? Entonces solté todos mis malos apegos y comencé a estudiar Zhuan Falun con todos. Mientras estudiaba el Fa, no estaba segura de si era solo el dolor de estar sentada en la posición de doble loto, pero todo el tiempo sentí que había algo saliendo de mi cuerpo. También sentí una gran presión como la de una roca enorme que pesaba sobre mi corazón y me dificultaba respirar.
Después de estudiar el Fa, todo mi cuerpo se sintió mucho mejor y de repente sentí que toda esta situación era realmente nada. Cuando volví a ver a este practicante le dije, “¡Felicidades!”, y estas “felicitaciones” fueron completamente sinceras y desde el fondo de mi corazón. Después sentí que esa enorme roca en mi corazón se había movido un poco, pero todavía podía sentir su presencia.
Discutí esto con mi esposo después de irme a casa, y me di cuenta de que Shifu me estaba dando pistas sobre mi envidia a través de mi esposo. Mi esposo me pregunto: “¿Sientes envidia porque no te trataron bien?”, y entonces comencé a mirar en mi interior. Empecé a pensar sobre la situación desde la perspectiva de todos los demás, y me di cuenta de que ellos no habían hecho nada mal. Shifu estaba usando esa situación para iluminarme porque todavía tenía envidia en mi corazón.
Esa noche leí lo que Shifu dijo el 12 de agosto del 2000 en Eliminen sus últimos apegos:
“En el mundo humano, todos los individuos, organizaciones y grupos hacen cosas en la sociedad humana con el fin de obtener algo en este mundo. Sin embargo, los discípulos de Dafa están eliminando todos los apegos humanos comunes –incluyendo el apego a su vida humana– para poder alcanzar los reinos de seres más elevados” (Eliminen sus últimos apegos, Escrituras esenciales para mayor avance (II))
Comencé a sollozar frente a la computadora y pensé que debería ser capaz de soltar cualquier cosa. No importa cual sea el deseo, es un apego. No lo quiero y no lo reconoceré. Si algunos incluso pueden dejar de lado el apego a sus vidas humanas, ¿por qué es tan difícil deshacerse de este apego a la envidia?
Al día siguiente, mientras meditaba, inmediatamente logré tranquilidad. Ese sentimiento fue como dijo Shifu:
“Puede surgir que, estando sentado allí, te sientes tan maravilloso como si estuvieras sentado dentro de una cáscara de huevo, con una sensación muy confortable, sabes que tú mismo estás refinando gong pero sientes que el cuerpo entero no puede moverse” (Octava Lección, Zhuan Falun)
Sabía que esa roca ya no estaba allí, y que mis pensamientos se habían vuelto más puros. Solo me senté por 30 minutos, pero mi cuerpo se sintió ligero. Cuando me levante, descubrí que estaba llorando. Pude sentir claramente que me había mejorado sustancialmente.
De ahí en adelante pude reconocer claramente mis apegos y reconocer mi problema con la envidia. Pero a pesar de que la gran roca no estaba allí, todavía sentía que no estaba completamente limpia. Durante un periodo de tiempo en el que no podía seguir regularmente el estudio del Fa, también surgió un fenómeno en el que odiaba escuchar las ideas de otras personas. Shifu respondió la pregunta de un discípulo en Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005 y dijo:
“Otra situación es una en donde puedes decir: “Me he cultivado sinceramente y lo he llevado a cabo mediante acciones concretas, pero aún sigue ocurriendo”. Esto [ocurre] porque las cosas desarrolladas en un largo período de tiempo han sido separadas en capas por los factores que los seres del viejo cosmos presionaron aquí. Así que cada vez que una capa es atravesada, esa capa es eliminada; entonces otra capa es atravesada y eliminada; y otra es atravesada y eliminada. De esta manera, se volverán más y más débiles, y habrá menos y menos de ellas. No se irán todas de una vez, y esto es lo que hace que experimentes eso. Lo mismo aplica a muchos otros apegos humanos, lo mismo pasa con ellos”.
Me di cuenta de que necesitaba eliminar constantemente este apego por completo. Cuando surgen problemas necesito reconocer claramente mi envidia, y al mismo tiempo debo exponer mis otros apegos malos. Al intensificar mi estudio del Fa y práctica de ejercicios, comencé a tomar el Fa como mi maestro y a comportarme de acuerdo con los requisitos del Fa.
En el pasado cuando trabajaba en proyectos de Dafa pensaba que era muy capaz y que podía hacer las cosas de forma independiente, y frecuentemente me ponía en desacuerdos con practicantes cuando mis ideas no eran aceptadas. Estos conflictos no eran las disputas superficiales, como la forma en que la gente común se enfrenta físicamente entre si o se culpan mutuamente. Más bien, estos conflictos crearon una sensación de inquietud en mi corazón. En el exterior actué como si todo estuviera bien y fingí aceptar cosas. Pero en realidad, mi corazón se había agitado y puesto turbulento desde el principio.
Cuando comparé mis acciones con los principios de Dafa, me di cuenta de que tenía un fuerte apego a validarme. Sabía que era una mentalidad egoísta derivada del viejo cosmos. Como discípula de Dafa, ¡no debería tener este tipo de apego y necesito eliminarlo!
Mi envidia provocó este apego a validarme, y se manifestó en varias formas. Cuando vi a otros aumentar su estudio del Fa y hacer más los ejercicios, no pensé en animar a nuestros compañeros practicantes a hacer lo mismo y ser más diligentes porque, al final, el tiempo no espera a nadie. De hecho, mi primer pensamiento a menudo era: “Oh, no, si todos se vuelven diligentes, ¿qué hay de mí? Esto no funcionará, no todos pueden ser mejores que yo…” Al principio, esta era la mentalidad competitiva de persona común que me empujaba a estudiar el Fa y hacer los ejercicios todos los días. Pero cuando comencé a estudiar verdaderamente el Fa, hacer los ejercicios y salir a validar el Fa y aclarar la verdad, haciendo las tres cosas que un discípulo de Dafa de rectificación del Fa debería hacer, nuestro Shifu compasivo una vez más ignoró mis malas acciones pasadas y me recordó:
“Una vez que empiezan a cultivarse, son compañeros practicantes, y cada uno de ustedes debe regresar a su propio reino celestial. Quien se cultive bien podrá regresar, y nadie puede en lugar de otro” (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York de 2007).
Pensé, es realmente el que cultiva quien obtiene. ¿Por qué siempre trato de cultivar a los otros y veo cómo les va a los demás? Los practicantes no tienen ningún modelo para seguir. Todos tenemos nuestros propios caminos, pero todos tenemos que eliminar varios apegos humanos comunes y seguir a Shifu a casa con un corazón puro.
Ahora puedo sentir cada vez que este apego a la validación comienza a mostrarse, y rápidamente empiezo a medir estos malos comportamientos con los principios de Dafa de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Cuando me encuentro en conflictos que son realmente difíciles de soportar, a veces dejo escapar cosas que no puedo reprimir. Después, me siento muy arrepentida y, a menudo, lloro por los recordatorios de Shifu mientras estudio el Fa. Me digo que estoy en un camino divino y que no debería tener los apegos de la gente común. ¿Sería influido un ser divino por lo que alguien más dijo o hizo?
Mientras continuaba mirando profundamente en mi corazón, me di cuenta de que la causa de mi envidia se originaba del egoísmo. Primero, si pudiera usar a otros practicantes como un espejo para mirar todo internamente, realmente debería estar agradecida a otros practicantes por ayudarme a impulsar mi cultivación. En segundo lugar, ¿cómo salvaré seres conscientes si estoy basada en el egoísmo?
En “Cuanto más se acerca el final, más diligentes deben ser” (Escrituras esenciales para mayor avance (III)) Shifu dijo:
“Ustedes ya saben que la forma de cultivación de los Dafa dizi es la de cultivarse en el mundo de la gente común, y que la cultivación apunta directamente al corazón del hombre. Todos los apegos y nociones humanos que interfieren con la validación del Fa y la salvación de los seres conscientes deben ser eliminados. Para cultivadores en el camino divino, ¿es realmente tan difícil deshacerse y cambiar esos apegos y esas nociones? Si un cultivador no se quiere deshacer ni siquiera de esas cosas, bueno, ¿cómo mostrará que es un cultivador?”.
Cuando el coordinador de un proyecto tiene una opinión sobre algo, independientemente de lo que piense, debería cooperar y colaborar bien. Si algo no se hace o no se hace bien, no debería quejarme, sino que debería tratar de ayudar a mejorar la situación. Solo entonces puedo ser digna del título de practicante de Dafa de rectificación del Fa. Antes, esperaba elogios de los demás, incluso cuando hacia algo trivial. Ahora, sigo “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. Como Dafa dizi, nuestro objetivo es el mismo y todo lo que hacemos es para validar el Fa. ¡No importa quién lo haga, siempre y cuando tengas el tiempo y la energía para hacerlo bien!
Cuando era más joven, mi estado de cultivación estaba en el punto donde mi familia me empujaba, entonces leía un poco. Si no me empujaban, entonces no leía. Desde que obtuve el Fa cuando tenía cinco años, ya he perdido 21 años. Ahora mi estado de cultivación está en el punto donde no estoy cansada cuando me levanto temprano todos los días. Después de terminar la meditación, mis piernas se sienten livianas y listas para empezar el día, y cuanto más estudio el Fa, más energía siento. No estoy cansada incluso si leo hasta las 11 de la noche. Esto es algo que nunca antes había sentido en el pasado.
Como ahora me puse a estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos con regularidad, ya no es tan difícil aclarar la verdad, y el nivel de mis artículos también ha mejorado. Antes cuando otros practicantes decían, “Mejoraste tan rápido” o “Tu artículo está tan bien escrito”, me sentía muy feliz y me dejé llevar. Ahora solo recuerdo que toda mi sabiduría fue impartida por Shifu. Mientras estudie bien el Fa y haga bien las tres cosas, mejoraré.
Gracias Shifu por Vuestra compasiva salvación. No decepcionaré a Shifu. Soltaré mis apegos humanos, siempre considerando a los demás primero, y siempre me mediré con el Fa y miraré hacia adentro cuando encuentre situaciones que muevan mi corazón. Debo seguir a Shifu a casa, y también debo ayudar a mis compañeros practicantes para que vengan a casa conmigo. Los seres conscientes en nuestros universos nos esperan para cultivarnos diligentemente y regresar a casa.
¡No queda mucho tiempo! Hagamos bien las tres cosas que Shifu nos pide. Cultivémonos con la máxima dedicación y esfuerzo en el tiempo restante que queda.
[Presentado en el Primer Fahui Online de Jóvenes Practicantes de Falun Dafa 2020]