(Minghui.org) La Sra. Jiang Suzhen de la ciudad de Jiangsu, provincia de Jiangsu, fue liberada el 16 de noviembre de 2019, después de cumplir tres años de prisión por negarse a renunciar a Falun Dafa, una práctica de cuerpo y mente perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
La oficina 610 y la oficina de seguridad doméstica cancelaron su pensión, que es su única fuente de ingresos, dejándola con solo 100.000 yuanes en compensación por la demolición de su casa para vivir en un futuro preóximo.
Alimentada a la fuerza e inyectada con droga desconocida
La Sra. Jiang, de 70 años, ha sido arrestada más de 30 veces desde 2012. Su último arresto tuvo lugar el 17 de noviembre de 2016. Estaba en su casa cuando los agentes de la estación de policía de Pingjiang irrumpieron y la arrastraron fuera de la casa, bajando un tramo de escaleras, y dentro del vehículo de la policía.
La presión arterial de la Sra. Jiang se disparó mientras estaba en el vehículo. Sus labios se volvieron morados y su rostro se oscureció. La policía todavía la llevó a la estación de policía, pero se negó a dejarla salir. Aproximadamente una hora más tarde, después de recibir los documentos de la Sra. Jiang de otros oficiales, la llevaron al centro de detención número 4 de Huangdai.
El centro de detención se negó a admitirla porque su presión arterial era peligrosamente alta. Luego, la policía la llevó al hospital número 1 de Suzhou para que le tomaran la presión arterial. Cuando vieron que su presión arterial había bajado a un número razonable, la llevaron de regreso al centro de detención.
En el centro de detención, la Sra. Jiang no tenía apetito y dejó de comer el 22 de noviembre. Como recordó: "Simplemente no tenía hambre ni sed. En cambio, sentí una sensación de bienestar y energía". Los guardias del centro de detención asumieron que estaba en huelga de hambre y la alimentaron a la fuerza dos veces por semana. Esto continuó durante 100 días.
Reconstrucción de la tortura: alimentación forzada
En una ocasión, después de que el personal del hospital había salido de la habitación, los guardias le esposaron los brazos y las piernas a las cuatro esquinas de la cama del hospital y la suspendieron en el aire. Por casualidad entró una enfermera y se sorprendió por lo que vio. Cuando supo que la Sra. Jiang practicaba Falun Dafa, dejó el medicamento y se fue sin decir una palabra.
Mientras estaba suspendida en el aire, la Sra. Jiang pidió que la soltaran, pero su solicitud fue denegada. El director de la estación de policía de Pingjiang luego vertió una taza de agua en su cama de hospital, dejándola dormir en una cama mojada esa noche.
Ilustración de la tortura: cama de estiramiento
También fue inyectada con sustancias desconocidas. En una ocasión fue llevada a otro hospital para someterla a la alimentación forzada. Mientras intentaba levantarse junto a la cama, el director de la estación de policía de Pinjiang la agarró del cuello por detrás y la pellizcó.
Sentenciada a tres años
El 9 de enero de 2017 fue llevada a juicio. Debido a que estaba tan débil, la corte tenía una ambulancia en espera en caso de que se desmayara. Muchos oficiales vestidos de civil estaban parados afuera del juzgado tomando fotos y videos en secreto de practicantes que habían llegado a mostrar su apoyo a la Sra. Jiang. Solo tres de los familiares de la Sra. Jiang pudieron asistir a su juicio; el resto de los asientos fueron ocupados por las autoridades. El juez no la dejó defenderse y la sentenció a tres años de prisión.
La Sra. Jiang estuvo detenida en el centro de detención durante 100 días, del 17 de noviembre de 2016 al 24 de febrero de 2017, antes de ser transferida a la prisión de mujeres de Nantong. Al principio, la prisión se negó a admitirla después de enterarse de que había estado en huelga de hambre durante 100 días, pero luego cedió después de hablar con la policía.
Perseguida en prisión
La Sra. Jiang comenzó a comer nuevamente el 2 de marzo de 2017. Desde entonces, la prisión comenzó a poner drogas desconocidas en su comida. Esto continuó durante más de dos años.
Todos los días, el director la despertaba a las 5 a. m. para que asistiera a tres sesiones de lavado de cerebro, por la mañana de 9 a 11, por la tarde de 2:30 hasta las 5 p. m., y por la noche de las 9 a las 12:30 a. m.
Además de las sesiones de lavado de cerebro, también se vio obligada a realizar trabajos no remunerados todos los días. Esto afectó su salud y a menudo no podía conciliar el sueño por la noche. Como resultado, a las internas que fueron asignadas para vigilarla tampoco se les permitió descansar. La prisión hace esto para instigar a los internos a odiar a los practicantes.
El director y los guardias a menudo llamaban a la Sra. Jiang para "hablar" y calumniaban al fundador de Falun Dafa frente a ella.
En mayo de 2017, una interna le dijo a la Sra. Jiang que otra interna había tratado de estrangularla mientras ella dormía. La reclusa desistió cuando no pudo poner sus manos alrededor del cuello de la Sra. Jiang ya que otras reclusas le impidieron hacerlo.
En junio de 2017, una reclusa pellizcó y torció los labios y la cara de la Sra. Jiang repetidamente durante mucho tiempo. El 18 de agosto, la reclusa volvió a pellizcarla por un período prolongado mientras estaba en su cama, lo que la hizo desmayarse. La reclusa luego le pateó las piernas hasta que se le hincharon y todavía seguían hinchadas cuando fue liberada de la prisión un año y medio después.
Además fue alimentada a la fuerza con drogas por el médico de la prisión. Mientras el doctor usaba una cuchara de metal para abrir su boca, otra interna le pellizcaba los muslos.
La Sra. Jiang fue liberada el 16 de noviembre de 2019. El día de su liberación, dos personas de la oficina de justicia y un oficial de la estación de policía de Guanqian la recogieron. La llevaron a la estación de policía de Guanqian para que le tomaran una foto. Tuvo que pagar 35 yuanes por una nueva tarjeta de identificación. La policía también la llevó a una tienda de teléfonos celulares para obtener una nueva tarjeta SIM y grabó su número.
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