(Minghui.org) Según el informe anual publicado por la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) el 28 de abril de 2020, China fue designada como "País de especial preocupación" (CPC) por 21.ª vez consecutiva por su sistematización y severa supresión de la libertad religiosa.
Gary Bauer, el comisionado de USCIRF, dijo en una entrevista con The Epoch Times que el régimen comunista chino es el "peor abusador de la libertad religiosa del mundo" y que esperaba que "hubiera una designación aún peor" para el régimen.
Bauer dijo que "China ha declarado la guerra a toda fe religiosa" y "no hay lugar para buscar a Dios bajo el comunismo chino".
El informe anual más reciente de USCIRF citó un artículo de investigación de BMC Medical Ethics que indicaba que la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa aún continúa en una escala significativa.
El informe anual también destacó la vigilancia masiva de la población en China. Declaró: "el gobierno chino ha creado un estado de vigilancia de alta tecnología, utilizando reconocimiento facial e inteligencia artificial para monitorear a las minorías religiosas".
Además del informe anual de USCIRF, otros dos informes de este año también criticaron los abusos contra los derechos humanos cometidos por el partido comunista chino.
El 8 de enero de 2020, la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) publicó su informe de 2019, que afirmaba que la situación de los derechos humanos y el estado de derecho en China seguía empeorando.
El 4 de marzo de 2020, la ONG Freedom House, con sede en Washington D.C., publicó un nuevo informe titulado "Libertad en el mundo 2020". En el informe, China figuraba como "uno de los 15 países con peor desempeño", con solo 10 de cada 100 puntos para el puntaje de libertad global.
Desde que llegó al poder hace 71 años, el partido comunista chino (PCCh) ha estado reprimiendo al pueblo chino para mantener su poder totalitario. En 1999, después de que ordenó la persecución a Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual, el estado de los derechos humanos y el grado de libertad han seguido disminuyendo en China.
Muchas organizaciones de derechos humanos están pidiendo al gobierno de los EE. UU. que imponga sanciones a los funcionarios chinos responsables de la persecución religiosa congelando sus activos y prohibiendo su entrada en los EE. UU., según la Ley Global Magnitsky.