(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1998. Antes de eso, tenía muchos problemas de salud, como dolores de cabeza, mareos, resfriados crónicos, hombro tieso, rinitis, psoriasis y otros.
Después de comenzar a practicar, Shifu limpió mi cuerpo. Pasé de ser una persona muy enferma a una persona muy sana y siempre de buen humor. Mi familia y mis colegas fueron testigos de esta transformación.
Me despidieron del trabajo en 2006, así que decidí mudarme con mis padres y buscar trabajo en esa área. Una mañana vi que mi padre parecía tener los síntomas de un derrame cerebral. Su boca se fue de lado y babeaba. No podía vestirse solo.
Estaba desconcertado y no sabía qué hacer. Después de un tiempo, recordé pedirle que recitara: "¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Aunque su lengua se paralizó tanto que apenas podía emitir sonidos, siguió intentándolo sinceramente hasta que pudo pronunciar estas frases con claridad. Con ello sus síntomas disminuyeron y su mente se aclaró. Sin embargo, ya no pudo cuidarse solo.
Cuando mis hermanos se enteraron de la condición de mi padre, compartieron sus ideas sobre cómo manejar la situación. Nuestra madre era demasiado mayor para hacerlo, así que me sugirieron que dejara de buscar trabajo para poder cuidarlo.
Mis padres no tenían ingresos y mis hermanos no ganaban mucho. La única contribución financiera que pudieron hacer fue cubrir mis comidas. Yo tampoco tenía ingresos, ya que me despidieron del trabajo. Fue una decisión difícil aceptar dejar de buscar trabajo y quedarme en casa para cuidar a mi padre. Sin embargo, el Maestro Li, nuestro Maestro, dijo:
“También quiero decirles a ustedes que su naturaleza pasada estaba fundada sobre la base del egoísmo e interés personal. De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo. Entonces de ahora en adelante, en cualquier cosa que hagas o digas, ¡deberás tener en consideración a otros, a las generaciones futuras, como también la eterna inalterabilidad de Dafa!” (“La naturaleza fo no tiene ningún punto débil”, Escrituras esenciales para mayor avance).
Esto significa que tengo que ser considerado con los demás. Mis hermanos mayores eran demasiado viejos para cuidar a nuestros padres, mientras que mi hermana menor todavía trabajaba y tenía que pagar la matrícula de su hijo. Lo pensé y decidí aceptarlo.
Aunque no me fue fácil cuidar a mis padres ancianos lo hice durante casi diez años. Al principio, no sabía por dónde empezar. Cuando mi padre tenía la mente despejada, me decía cuando quería usar el baño. Cuando estaba confundido, ensuciaba la cama.
Un día esto sucedió y mi madre lo vio, me llevó con él y me preguntó qué haría. Todo su cuerpo, su ropa y sábanas tenían excremento. Me sentí perdido. Como practicante, cuando me encontraba con algo difícil de manejar, siempre recordaba lo que Shifu dijo: "Cualquier apego es un obstáculo" (FALUN FOFA Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica)..
De inmediato entendí que tenía un fuerte rechazo a la suciedad, lo que me dio una pista sobre la forma correcta de manejarla. Le dije a mi madre: "Déjame encargarme de esto". Lo limpié con agua tibia y luego llevé su ropa y sábanas al baño para enjuagarlas antes de lavarlas a mano (no teníamos lavadora).
A mi padre le encantaba la sopa, así que la tomaba en casi todas las comidas. Eso ocasionaba que orinara mucho. Cada vez que mojaba su cama, rápidamente la cambiaba.
Era un hombre grande, por lo que nunca fue fácil cambiarlo. Pensándolo bien, antes de comenzar a practicar Dafa ni siquiera podía cuidarme, sin embargo, pude cuidarlo.
Trabajaba cuidándolo durante todo el día, día tras día para que tuviera sus tres comidas diarias y lo llevaba al baño varias veces al día. Solo cuando él dormía yo tenía tiempo para ocuparme de las tareas domésticas. También tenía que encontrar tiempo para estudiar el Fa y hacer los ejercicios.
Una vez salí de la ciudad para solicitar la seguridad social y le pedí a mi hermano mayor que cuidara a nuestros padres durante unos días. Justo después de que me fui, me llamó y me dijo que regresara de inmediato porque mi padre había salpicado agua por todo el piso. Me pregunté por qué no podía lidiar con un desastre tan pequeño. Justo cuando estaba a punto de arremeter contra él, entendí que siendo un practicante no debía comportarme así. Después de todo, él tenía casi 70 años. Cambié mi actitud y lo consolé.
Al regresar a casa después de entregar mi solicitud, dormitaba en mi asiento en el autobús cuando de repente todos se pusieron de pie alarmados. Vi que el autobús estaba a punto de chocar contra una grúa con elevador. Comencé a recitar: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”. El autobús y la grúa se detuvieron. En voz baja le dije al Maestro: "¡Gracias!".
Un poco más tarde, la anciana sentada a mi lado dijo: “Hace unos días viajaba en un autobús a Mongolia Interior y tuvimos una colisión. Trece personas murieron. ¡Debe ser que hoy alguien en nuestro autobús nos ha traído buena fortuna!”.
En ese momento pensé que era Shifu dándome una pista para aclararle la verdad. Entonces dije: “Cuando vi que estábamos a punto de chocar recité: '¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!’ y nos detuvimos justo a tiempo. ¡El Maestro Li, el fundador de Dafa, nos salvó a todos! Recuerda lo que acabo de decir y compártelo con tu familia y amigos". Ella dijo que lo haría.
Cuando mi tercer hermano mayor vio lo difícil que era cuidar a mi padre, se mostró muy comprensivo. Me invitó a su casa y cuidó de mi padre por un día para darme un descanso. Su esposa más tarde me dijo que al final del día estaba totalmente exhausto. Luego se dio cuenta de lo difícil que es cuidar a los ancianos y lo compartió con su esposa. A partir de entonces comenzaron a hacer más para ayudar y a veces me llevaban golosinas.
Un día, mi segundo hermano mayor me visitó y me pidió que le preparara comida. Tan pronto como llegué a la cocina, mi padre defecó en sus pantalones. Mi hermano solo me llamó. Me tomó bastante tiempo limpiarlo. Cuando terminé, volví a la cocina. En el fondo estaba tan molesto porque mi hermano no me ayudó. En cambio, ¡me dio más trabajo! Luego me dije: "Tengo que soportarlo" y simplemente lo dejé pasar. Recordé: "Difícil de soportar, se puede soportar" (Novena Lección, Zhuan Falun).
En otra ocasión, todos mis hermanos y sus hijos nos visitaron. Cuando cocinaba, mi padre volvió a ensuciar sus pantalones. Mientras lo limpiaba ninguno me ayudó. Además, mi segundo hermano mayor me culpó por algo frente a todos. Me sentí muy humillado. Estaba a punto de perder los estribos pero recordé que soy un practicante y me tranquilicé.
Aunque mi padre no practicaba Falun Dafa, ya que aceptó Dafa y tenía pensamientos rectos sobre la práctica, su vida se prolongó casi diez años. Durante ese tiempo, no tuvo que gastar un centavo en facturas médicas o en un cuidador. Además, al cuidarlo, mi hermana y mis hermanos pudieron continuar con su vida normal.
Mientras lo cuidaba, en muchas ocasiones se movió mi corazón y en ocasiones no pasé la prueba. Sin embargo, debido a que me mantuve en los estándares de Dafa, me las arreglé para soportarlo. Como resultado, no tuve conflictos con mis hermanos.
Las actitudes de mis parientes han cambiado durante los últimos diez años. Antes no entendían por qué practicaba Falun Dafa y me despreciaban por ello. Con el tiempo, cambiaron por completo su opinión sobre Dafa y ahora piensan de manera muy positiva al respecto. Todos han renunciado a sus membresías al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas.
Un año nuevo chino tuvimos una reunión familiar. En la mesa, todos me dieron las gracias. Les dije: "Es solo porque practico Falun Dafa que incluso pude cuidar a nuestros padres; Dafa me transformó por completo. Si no fuera por Dafa, no habría sido capaz de cuidarme a mí mismo y mucho menos cuidar a nadie más. Dafa me ha traído buena fortuna. También les ha traído buena fortuna a todos ustedes. Todos deberíamos mostrar nuestro agradecimiento al Maestro Li".
Entonces todos dijeron: "¡Gracias, Maestro!".