(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa antes de que comenzara la persecución en 1999. Durante más de 20 años de cultivación, me he mantenido a salvo bajo la protección del Maestro Li Hongzhi. Siento que sin la guía de Dafa y la protección del Maestro, no podría estar donde estoy ahora.
Aprendiendo a leer con el estudio de Zhuan Falun
No fui a la escuela y nunca he aprendido a leer. Un día, una amiga me contó sobre Falun Dafa y me dio el libro Zhuan Falun. Ella dijo que era una gran práctica de cultivación. Cuando llegué a casa, le pedí a mi marido que me leyera. El pensó que era imposible. Dijo: “un libro tan grueso ¿cómo puedo enseñarte a leer todo esto?”. Le pedí y le pedí hasta que finalmente dijo: “está bien, está bien. Te enseñaré”.
Me enseñó frase tras frase. Un mes después, repentinamente vi dos líneas de caracteres negros volando dentro de mis ojos. Fue muy extraño. No sabía qué estaba pasando. Fui a casa y abrí Zhuan Falun. Para mi sorpresa, podía leer la mayoría de los caracteres.
Luego de eso, fui al estudio grupal del Fa donde todos tenían un turno para leer un párrafo. Cuando era mi turno, pude leer mi párrafo correctamente. Todos estaban en shock debido a que sabían que no podía leer. Estaban asombrados de que haya podido aprender a leer tan bien en tan poco tiempo. Dafa es tan extraordinario y asombroso. Supe que fue Dafa quien me dio la sabiduría.
Mi bicicleta fue más rápida que dos autos de policía
En el otoño del 2000, varios practicantes y yo planeamos poner carteles a las 3 de la mañana, exponiendo la persecución a Falun Dafa, en frente del complejo gubernamental. Durante el día, recibimos la conferencia del Maestro Li, Exponiendo el Fa en el Fahui de los Grandes Lagos de Norteamérica. Esa noche leí cuidadosamente sin perderme ningún caracter. Repentinamente me sentí más confiada y calmada acerca de poner los pósteres en la mañana siguiente. Me desperté a las 3 a. m. puntual y fui a los edificios gubernamentales para encontrarme con los demás practicantes.
No había nadie en la calle cuando llegué allí. Comencé a colgar los carteles. Después de fallar en tirar la cuerda lo suficientemente alto en el árbol un par de veces, escuché la voz de un hombre diciendo, “vamos”. Repentinamente me di cuenta que un auto de la policía estaba estacionado en frente de mí y otro detrás de mí. Recogí los carteles y comencé a empujar mi bicicleta. Me dije: “Con el Maestro y Dafa ¿Qué habría de temer?”.
Mi bicicleta parecía ingrávida, y podía pedalear muy rápido. Miré hacia atrás para ver a los autos de la policía. Me perseguían, pero estaban muy lejos. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi bicicleta estaba fuera del suelo, volando.
Recordé que no había puesto los carteles aún. Mientras iba pensando eso, me encontré frente a un centro comercial. Supe que mucha gente podría estar allí ese día. El cartel podría salvar a mucha gente ubicado allí, entonces me adelanté y los puse a todos allí.
Al siguiente día, mis compañeros practicantes me dijeron que muchas personas vieron los carteles en frente del centro comercial.
“Si verdaderamente practicas Falun Dafa. Metete en el auto”
Cuando otro practicante y yo fuimos al mercado del pueblo a decirle a la gente la verdad sobre Falun Dafa, alguien nos reportó a la policía.
Un auto de la policía llegó y se estacionó cruzando la calle. Los oficiales nos dijeron que nos metiéramos adentro del auto. No nos movimos por 10 minutos. Luego dijeron que si no subíamos al coche de policía, teníamos que subir al autobús, porque el autobús también paraba en la comisaría.
Cuando vimos que el autobús se acercaba, un coche blanco se detuvo. Saludé al conductor y le dije: "¡Por favor, ayúdenos! Practicamos Falun Dafa. La policía de enfrente está tratando de arrestarnos". El conductor dijo: "¿Falun Dafa? ¿Realmente practicas Falun Dafa?". Dije: "Sí, lo practico de verdad". Él dijo inmediatamente: "Si realmente practicas (Falun Dafa), ¡entra!". Tan pronto como nos subimos al coche, el autobús se detuvo entre nosotros y la policía. Llegamos a casa a salvo.
En el camino a casa, sentimos que el Maestro nos estaba protegiendo. Las lágrimas corrían por mi cara. Las palabras no pudieron describir mis sentimientos en ese momento. Teníamos una profunda gratitud por nuestro Maestro, Li Hongzhi.
El Maestro dijo: “La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu” (Primera Lección, Zhuan Falun).
No importa que hagamos los practicantes, en realidad es hecho por el Maestro. Debemos tomar la oportunidad de cultivarnos, mejorarnos y cumplir nuestras misiones.