(Minghu.org) El encubrimiento y la desinformación por parte del partido comunista chino (PCCh) sobre el brote del coronavirus ha resultado en una de las peores pandemias en la historia reciente, infectando a más de dos millones de personas y matando a casi 150,000 en todo el mundo hasta el 16 de abril de 2020.
A medida que los países fuera de China están buscando responsabilizar al PCCh por iniciar la pandemia, el PCCh ha comenzado a atenuar su reciente guerra de propaganda y a endurecer su control sobre la publicación de trabajos de investigación sobre coronavirus.
Según fuentes que cuentan con información privilegiada, el departamento central de publicidad del PCCh (también conocido como el departamento de propaganda) emitió un aviso urgente instando a los medios estatales o afiliados a reducir los informes que alardeaban de la "victoria" de China en la lucha contra el virus y que criticaban a los países extranjeros por su "fracaso" en el manejo de la pandemia.
Asimismo, tanto el consejo de estado como el ministerio de educación de China también emitieron órdenes que exigían que todos los trabajos de investigación relacionados con el brote de coronavirus deben ser aprobados por la división de ciencia y tecnología del ministerio de educación antes de su publicación.
La propaganda se atenúa
El aviso del departamento central de publicidad, enviado a todos los medios de comunicación, pide la finalización inmediata de los informes que presentan a China como un vencedor en la batalla contra el coronavirus y un salvador del mundo, mientras otros países están luchando contra la pandemia. El aviso dice que esta decisión es una "decisión dolorosa tomada por los más altos líderes en base a la situación actual".
El departamento de publicidad desempeñó un papel fundamental en la campaña mediática de China con respecto a la pandemia del coronavirus (también conocido como el Virus PCCh). El 26 de enero, tres días después de que Wuhan fuera cerrada para frenar la propagación de la enfermedad, se anunció la conformación del grupo de trabajo sobre coronavirus del gobierno central. Sus miembros fueron seleccionados del departamento de publicidad central y del ministerio de seguridad pública. En su primer día de existencia, el grupo de trabajo emitió una política que prohibía al personal médico hablar sobre la enfermedad en el hogar o en cualquier otro lugar a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, redes sociales o correos electrónicos. Los infractores serían condenados a prisión de tres a siete años.
Zhang Zhenyu, un exreportero de Phoenix TV, un medio pro PCCh, le dijo a un corresponsal de Minghui que después de que Beijing afirmó que la enfermedad estaba bajo control, se enviaron 300 reporteros estrictamente seleccionados a Wuhan para informar sobre la situación. Él dijo: “La tarea principal de los 300 reporteros fue pintar la imagen de que la epidemia ha desaparecido y que ya no se están detectando nuevos casos. Siguen repitiendo las mentiras hasta que el público lo cree”.
Las mentiras del PCCh han obligado a China y al resto del mundo a pagar un precio inmenso, con vidas perdidas, negocios cerrados y personas que viven con el temor de contraer la enfermedad mortal.
Muchos funcionarios en los Estados Unidos, que tiene la mayor parte de los reportes de casos de infección y de muertes fuera de China, han pedido alejarse del PCCh. El 14 de abril, el Director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo durante una aparición en el programa de FOX Business, ‘America Works together, que Estados Unidos debería "pagar los costos de mudanza" de cada empresa estadounidense que quiera salir de China. Hizo este comentario después de que Japón anunciara que gastaría más de $ 2.2 mil millones para sacar a sus corporaciones de China y trasladarlas a su país de origen o al sudeste asiático.
China debería ser demandada por billones de dólares bajo el derecho internacional, por su encubrimiento al inicio de la pandemia del coronavirus, debido a la gran cantidad de muertes y enormes pérdidas financieras, destacó un informe reciente de la Sociedad Henry Jackson.
Titulado "¿Compensación por el coronavirus?", el trabajo estimó que el daño sufrido solo por las naciones del G7 podría ser de al menos £ 3.2 ($ 6.5) billones. En los Estados Unidos, la Ley CARES por sí sola cuesta $ 2.2 mil millones. Matthew Henderson, coautor del informe, dijo que el pueblo chino también fue víctima de la negligencia de su gobierno. “Son víctimas inocentes, como el resto de nosotros. Esto es culpa del PCCh”, señaló.
Endureciendo el control sobre las investigaciones del coronavirus
Investigaciones científicas previas, publicadas por profesionales médicos chinos, alertaron a la comunidad internacional que las autoridades chinas fueron informadas de la transmisión de persona a persona en diciembre de 2019 y que el virus se originó en Wuhan. Sin embargo, el PCCh no lo reconoció públicamente hasta finales de enero de 2020.
El 25 de marzo de 2020, el consejo de estado de China celebró una reunión y publicó una nueva política que exigía que toda la investigación sobre coronavirus debía pasar por un proceso de aprobación. No se permitía publicar trabajos sin aprobación. El ministerio de educación pronto hizo un seguimiento y envió un aviso a todas las universidades y hospitales ordenándoles que desarrollen directrices para hacer cumplir esta política.
El 6 de abril de 2020, el Hospital de la Universidad de Wuhan y el Hospital de la Provincia de Hubei emitieron una notificación (documento número 2020KYC0018) a todos los hospitales subordinados diciendo que todos los documentos que mencionen el origen del virus deben ser aprobados por el ministerio de ciencia y tecnología.
Al día siguiente, el ministerio de educación envió otro anuncio a todas las universidades, enfatizando que los documentos que hablaban sobre el origen del virus debían ser "regulados". Más específicamente, "los comités académicos de estas instituciones necesitan revisar y aprobar dichas publicaciones, y proporcionar actualizaciones a los funcionarios del ministerio de educación".