(Minghui.org) Cuando Helen Dong llamó a su cuñada de Wuhan hace una semana, se sorprendió al escucharla maldecir al ejército de los EE. UU. por haber llevado el coronavirus a su ciudad el año pasado, durante los juegos militares mundiales.
"¡Los EE. UU. nos hicieron tanto daño! Mira lo miserables que somos ahora!", exclamó la cuñada. Luego continuó expresando una profunda gratitud al partido comunista chino (PCCh), por salvar a China y cuidar de su pueblo. Presumió de los vegetales gratis que acababa de recibir, y que se repartían por primera vez desde que Wuhan se cerró, hace dos meses.
Tras haber huido a los Estados Unidos hace años para evitar la persecución religiosa, la señora Dong dijo que había experimentado en primera persona cómo el PCCh engaña y persigue a su pueblo, pero que seguían horrorizándele los efectos de sus campaña de lavado de cerebro y las intentonas de culpabilizar a otros países del coronavirus.
La señora Dong trató de explicar a su cuñada cómo el PCCh ocultó información sobre la epidemia y no informó sobre los casos de muerte en Wuhan, sin embargo, esta no quiso escucharla y se irritó.
"¿No sabes cuántas personas se infectaron y murieron en los EE. UU. a causa del virus? ¿El gobierno de los EE. UU. hizo algo al respecto? ¡El gobierno chino nos trata muy bien y se preocupa realmente por nuestros sentimientos!". La cuñada de la señora Dong alzaba la voz por el teléfono.
La señora Dong explicó que su cuñada no era la única que pensaba así, después de creerse la propaganda del PCCh. Ella tiene algunos amigos en los EE. UU. que tuvieron experiencias similares cuando hablaron con sus seres queridos en China. Las familias de sus amigos, que viven en Beijing y en la provincia de Jiangsu, culparon a los EE. UU. por el virus e incluso se negaban a contestarles cuando les llamaban.
"El mundo entero sabe que la pandemia del coronavirus comenzó en Wuhan. Y que debido a que el régimen comunista chino encubrió el virus los dos primeros meses, se propagó por todo el mundo. ¿Cómo pueden ahora culpar a otros países de eso?", preguntó la señora Dong.
"Desde el brote de SARS de 2003 hasta las 'escuelas primarias de tofu (una expresión china para proyectos de construcción de baja calidad)' que se derrumbaron en el terremoto de Wenchuan de 2008, pasando por la fórmula infantil con melamina y las vacunas defectuosas, el gobierno chino nunca se mostró transparente y ni siquiera investigó tales incidentes. En cambio, los encubrió".
Aunque el cierre de Wuhan se levantó el 8 de abril, a la señora Dong le preocupa que el control que el PCCh ejerce sobre las mentes de las personas es cada vez más estricto. Compara este control con una barrera invisible que aún mantiene a la gente encerrada.