(Minghuir.org) A principios de este año, el virus mortal del PCCh arrasó China y, posteriormente, el mundo. El partido comunista chino (PCCh) reportó pocos casos nuevos de infección desde principios de marzo, generando una impresión de que la epidemia ha terminado en China, mientras los casos se multiplican en los países occidentales. Sin embargo, muchos de los datos proporcionados por parte del personal médico de China apuntan a una realidad diferente.
En Beijing, los hospitales dejaron de realizar análisis de sangre para detectar el virus con el fin de que no se confirmaran nuevos casos. Un trabajador médico de Wuhan también reveló que a ninguno de los pacientes que daban de alta en su hospital los examinaban para detectar si aún llevaban el virus. Estimó que la mayoría de los pacientes no se habían recuperado y aún portaban el patógeno.
Debido al bajo número de casos de infección, muchos chinos que viven en el extranjero decidieron volar de regreso a China, que afirmaba ser "el país más seguro del mundo" en medio de la pandemia. Pero para su sorpresa, en lugar de ser recibidos de nuevo por su "patria", fueron tratados con dureza y acusados de "volar miles de kilómetros para contaminar su patria".
“El Arca de Noé"
El PCCh tiene, probablemente, dos motivos para declarar que ha vencido al coronavirus. Por un lado, trataba de glorificarse y consolar al pueblo chino que había sufrido el azote de la epidemia. Por otro lado, quería darse a conocer como el líder mundial en la lucha contra el virus y promover la idea de que su sistema totalitario es superior al sistema democrático de los países occidentales.
Una publicación en el sitio web Sina promocionaba a China como un faro de esperanza (ver imagen a continuación): "¡Impresionante! ¡China no solo es el Arca de Noé en medio de la pandemia, sino también el Arca de Noé en medio de la crisis de los mercados mundiales capitalistas!”.
Captura de pantalla: los medios chinos califican a China como el Arca de Noé
"Aunque la patria aún no sea tan rica, llegado el momento crítico, ¡invertirá todo lo que posee en sus hijos!", proclamaba otra publicación.
Al ver una imagen tan dulce, muchos chinos en el extranjero, especialmente los estudiantes que viven fuera de China, volvieron al país.
La triste realidad del “refugio seguro" en China
Sin embargo, tan pronto como aterrizaron en China, llevaron directamente a la mayoría de las personas a hoteles y las obligaron a someterse a una cuarentena de 14 días. Muchos quedaron horrorizados por las horribles condiciones de vida en aquellos hoteles de cuarentena.
Un usuario de Twitter con el nombre @niuniu__Liu escribió el 15 de marzo:
"Había una familia de tres que acababa de regresar de Tailandia. Llegaron al distrito de Caidian, en Wuhan. Los funcionarios de la comunidad los llevaron a un lugar de cuarentena en un camión de la basura (supuestamente desinfectado). Tuvieron que cargar a su hijo sobre sus piernas y permanecieron toda una noche sentados en un lugar que parecía un baño público. Los trabajadores sociales les dijeron que aquel sitio estaba al lado de un hospital de emergencia, y era para ubicar a las personas que habían tenido un contacto cercano con pacientes infectados. Aunque todo el personal tenía trajes protectores, la familia no llevaba protección alguna".
Un estudiante, que regresó a Shanghái desde el Reino Unido, contó que lo llevaron al Hospital Pudong directamente desde el aeropuerto. No solo lo confinaron allí, sino que incluso tuvo que permanecer de pie 15 horas en un corredor. No le dieron comida ni agua durante dos días.
La usuaria de Twitter @goodgirland1 publicó un video el 18 de marzo que muestra que la habitación a la que los llevaron había sido usada por pacientes infectados. No cambiaron la ropa de la cama ni limpiaron la habitación, ni hablar de desinfectarla. En el suelo había cáscaras de fruta, restos de cabello y píldoras.
La estancia tampoco le salió gratis, e incluso tuvo que pagar un alto coste.
Después de experimentar la cruda realidad por sí mismos, estos chinos advirtieron a los que todavía se encontraban en otros países: "No regresen".
Peor aún, el PCCh instigó a la gente en China contra los chinos que regresaban. Algunas personas en China comenzaron a culparlos por traer problemas al país y a insultarlos: "No estuvieron aquí mientras el país se desarrollaba, pero son los más rápido en volar miles de kilómetros para contaminar China".
¿Por qué los chinos fuera de China creen en el PCCh?
Uno puede preguntarse: ¿por qué los chinos que viven en el extranjero creyeron tan fácilmente lo que decía el PCCh y se apresuraron en regresar a China?
La razón principal es que, aunque muchos vivan en países occidentales, no se molestaron en aprender la cultura y el sistema de valores de Occidente. Se mantuvieron cerca de la comunidad china, escucharon a los medios chinos e hicieron oídos sordos a los medios libres de Occidente.
Además, el PCCh también está utilizando WeChat, que no deja de incrementar el número de sus usuarios y su influencia, como una plataforma para difundir desinformación con el objetivo de controlar la opinión pública.
Parte de la campaña de propaganda del PCCh apunta a estos chinos en el extranjero a través del patriotismo y nacionalismo. Dando a conocer las ventajas del sistema socialista del PCCh sobre el capitalismo. Sin comprender completamente la diferencia entre ambos sistemas, es difícil para muchos desintoxicarse de la propaganda del PCCh.
En las publicaciones anteriormente mostradas, que han aparecido en los grupos de WeChat en Japón, Francia, Mongolia Interior y Estados Unidos, los autores usaron la misma plantilla y solo cambiaron el nombre del país (subrayado en rojo) en los mensajes. El mensaje de la izquierda tenía a Suiza como país, y el mensaje de la derecha menciona a Estados Unidos. Los mensajes decían:
"La epidemia en [nombre del país] está fuera de control actualmente. Un amigo que trabajaba en un hospital de [nombre del país] me dijo que un gran número de personas acuden al hospital todos los días. Pero como no tienen los kits de prueba tienen que enviar a los pacientes a casa. [nombre del país] tiene una gran parte de la población que envejece e innumerables personas han muerto en sus propios hogares. No se incluyen en los casos confirmados ya que nunca se comprueban. Por eso [nombre del país] ha mantenido una tasa de infección tan baja. Es demasiado aterrador. Reservé mi vuelo de regreso a China. En momentos críticos, tenemos que concentrar nuestros recursos en hacer grandes cosas".
Después de ver este tipo de mensaje, muchos chinos se apresuraron a regresar a China, incluso cuando los precios de los boletos de ida aumentaron a 180.000 yuanes (alrededor de 25.000 dólares estadounidenses) en algunos casos.
Aprendiendo de la historia
Estos chinos que viven en el extranjero no fueron los primeros en ser víctimas de las mentiras del PCCh, han habido muchos casos como este en la historia moderna.
Después de que el PCCh ganara la guerra civil contra el Kuomintang, un gran grupo de científicos, incluidos Ye Qisun, Rao Yutai y Wang Jiaqi, regresaron a China desde Estados Unidos o Europa, o se quedaron con el PCCh después de que los soldados del Kuomintang se retiraran. Sin embargo, recibieron ataques en casi todos los movimientos políticos que realizó posteriormente el PCCh y sufrieron muchas formas de abuso.
Después de la Guerra de Corea, el Comando de las Naciones Unidas capturó 21.000 prisioneros de guerra chinos. De estos, 14.000 pidieron que lo enviaran a Taiwán, alegando que preferían morir antes que volver bajo las órdenes del PCCh. El PCCh envió representantes para tratar de persuadirlos uno por uno, sin embargo, 90 días después, solo llevaron consigo a China continental a 440 soldados. El resto se entregó a Taiwán el 23 de enero de 1954, convirtiéndose en personas verdaderamente libres. Mientras tanto, a aquellos que regresaron a China continental los sometieron a aislamiento, investigaciones y posteriormente los atacaron en campañas políticas.
En esta ocasión, con la pandemia del virus del PCCh el mundo perdió un tiempo precioso para evitar la propagación del virus, debido al encubrimiento del PCCh. Pero en lugar de reflexionar sobre sí mismo, el PCCh intenta trasladar su culpa a otros países, incluso jactándose de cómo ha "derrotado con éxito" al virus.
El PCCh está "llevando a cabo una campaña de propaganda masiva para reescribir la historia de COVID-19 y encubrir las mentiras que el partido ha dicho al pueblo chino y al mundo", dijeron el senador estadounidense Ben Sasse y el representante Mike Gallagher en una carta abierta al CEO de Twitter Jack Dorsey, solicitándole que vetara a los funcionarios del PCCh en su plataforma.
Mientras el PCCh trata de describirse como el salvador del mundo, los chinos resultan ser las mayores víctimas de este desastre sin precedentes, ya sea los de China o del extranjero. El autocomplaciente PCCh ha demostrado, una y otra vez al mundo, que está dispuesto a sacrificar los intereses e incluso la vida del pueblo chino para mantener su poder en China mientras ambiciona dominar el mundo.