(Minghui.org) Trataba de mirar hacia adentro cuando tenía pensamientos de queja hacia otros, pero desafortunadamente, no podía encontrar la raíz del apego causante de mis problemas y no podía solucionarlos.
Empecé a mirar más adentro después de leer que los practicantes deben eliminar el apego a la envidia. El Maestro Li Hongzhi nos enseñó:
“Este problema del corazón de envidia es muy grave porque involucra directamente el asunto de si podemos cultivar la Perfección o no. Mientras la envidia no se elimine, todos los corazones que la persona cultivó y refinó se vuelven muy frágiles. Aquí hay una regla: si el hombre, en el transcurso del xiulian, no elimina el corazón de envidia, no puede obtener el Fruto Recto, absolutamente no puede obtener el Fruto Recto” (Séptima Lección, de Zhuan Falun).
El motivo de querer cultivarme era para volver a mi verdadero ser. Siempre pensé que no tenía el apego de la envidia. Pero descubrí que la práctica de cultivación no era tan fácil como pensaba.
Nuestros apegos tienen raíces profundas porque se han ido acumulado a lo largo de muchas reencarnaciones. La práctica de cultivación consiste en eliminar tales apegos de raíz para que podamos volver a nuestro verdadero ser.
Descubriendo la intolerancia y el egoísmo
Descubrí que tenía envidia y que se manifestaba en todos los aspectos de mi vida. Por ejemplo, no me gustaban los compañeros de trabajo que halagaban a sus jefes, y me sentía desequilibrado cuando los veía obtener beneficios de esta manera. A veces buscaba defectos en los compañeros con más experiencia. Todos estos eran signos de la envidia.
Me di cuenta de que no puedo cambiar a otras personas. Sin la cultivación, no podía ni siquiera cambiarme yo mismo. Los celos solo hacen que uno sea más egoísta y estrecho de miras; tales personas se enredan en los problemas del mundo y se arruinan a sí mismas.
Shifu nos dijo:
“¿Sabes que para salvarte el Fo una vez mendigó por comida entre la gente común? Hoy día, una vez más he abierto la gran puerta y les enseño este Dafa para salvarles de nuevo. Nunca he sentido amargura por las incontables adversidades que he padecido. Entonces, ¿qué tienes que aún no puedes renunciar? ¿Podrás llevarte contigo al reino del Cielo las cosas que en lo profundo de tu corazón no puedes renunciar?” (Cultivación Genuina, Escrituras esenciales para mayor avance).
La envidia también promueve el apego a la fama y a la ostentación. Desarrollamos estos apegos a lo largo de nuestras vidas; no son parte de nuestra verdadera naturaleza. Debemos eliminarlos en la cultivación. El apego de la envidia es el causante de nuestras quejas.
También me di cuenta de que la raíz de la envidia es el egoísmo, que es la causa de la degeneración del viejo universo. Ser egocéntrico es una manifestación de egoísmo. Una persona que es egoísta no tiene compasión por los demás. Utiliza cualquier medio para lograr sus objetivos y competir con los demás.
Shifu nos explicó:
“De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así que obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo” (La naturaleza fo no tiene ningún punto débil, Escrituras esenciales para mayor avance).
“Dado que es cultivación, nada de lo que pasa en el camino es accidental” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda).
Todo con lo que nos encontramos es para nuestra cultivación. No debemos quejarnos aunque suframos sin motivo. Desde la perspectiva de Dafa, aunque sufrimos en la superficie, también reducimos nuestro yeli (karma) y mejoramos nuestro xinxing. Debemos seguir los requerimientos del Maestro para mirar hacia adentro y cultivarnos.
Solo cuando vemos las tribulaciones de la vida como pasos para mejorarnos podemos salir de nuestro egoísmo. Atesoro que el Maestro me haya enseñado a ser tolerante, a mirar hacia adentro y a esforzarme por alcanzar el estado de "desinterés y altruismo".