(Minghui.org) En las colinas, al oeste de la capital de nuestro condado hay una ciudad minera donde viven mis suegros. Mi suegro, de unos 60 años, está retirado y vive con mi suegra cómodamente con una pensión mensual de 2.000 yuanes (262€).
Mi esposa y yo trabajamos y vivimos en la capital del condado. Visitamos a mis suegros de vez en cuando, y ellos también nos visitan. Como van en motocicleta y su padre no es un buen conductor, mi mujer les decía a menudo que sería más seguro si tomaran el autobús. Mi suegra le explicó que el billete de autobús de ida y vuelta costaba 40 yuanes, en cambio el mismo viaje en su motocicleta les costaba solo 15 yuanes en gasolina. Mi esposa recalcó que no era seguro, pero su padre insistió en que lo era y que tendrían cuidado, cuando mi mujer insistió, le hicieron una promesa superficial que tomarían el autobús.
A menudo le digo a mis suegros lo maravilloso que es Falun Dafa (también conocido como Falun Gong), que se ha extendido por todo el mundo y la verdad sobre el suceso de autoinmolación de la plaza Tiananmen. Cuando apunté que la ropa de Wang Jindong’s se había quemado pero no su pelo, mi suegra se rió y dijo: “El PCCh lo simuló, todo el mundo puede decir que es un montaje. El PCCh sigue tratando de engañar a la gente”.
Les dije que repitieran a menudo: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!". Mi suegra dijo: “Lo recitamos en voz alta y en nuestros corazones cada mañana y cada noche”. Esto reconfortó mi corazón.
Hay varias fábricas de ladrillos en la carretera entre la casa de mis suegros y la nuestra, las carreteras suelen estar ocupadas por camiones que transportan ladrillos. De camino a visitarnos, un camión lento y completamente cargado se puso delante de ellos, mi suegro no pudo aminorar la velocidad a tiempo. Mi suegra gritó: ”¡Para!, ¡Para!”. Pero chocaron con la parte trasera del camión, y mis suegros se cayeron de la motocicleta. El conductor del camión no se percató de lo sucedido y siguió su camino. Mi suegro estaba inconsciente. Mi suegra se levantó y rápidamente recitó: “¡Falun Dafa es bueno!, ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!. Maestro de Dafa, por favor, sálvalo!“. Un amable peatón llamó a sus hijos, que vinieron y lo llevaron al hospital. Se recuperó luego de gastar 6.000 yuanes.
Mi suegra explicó a cada familiar y amigo que "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!". Y que estaba agradecida de que el Maestro Li salvara la vida de su esposo. Mi suegra tenía cuatro hermanas y dos hermanos, cada uno tiene muchos hijos y nietos. Un sobrino le preguntó: “Tía, ¿por qué no intentaste sacarle dinero al conductor? Podías haberlo atrapado y fácilmente conseguir decenas de miles de yuanes”. Respondió: “Podía haberlo atrapado si hubiera querido. Pero antes de poderle sacar algún dinero mi esposo hubiera fallecido. Escogí escuchar a mi yerno y recité: “¡Falun Dafa es bueno!, Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!”.
Un anciano contable
El contable donde trabajo tiene unos 60 años. Ha sido miembro del partido comunista durante décadas. Hablamos mucho y a menudo le hablo sobre lo maravilloso que es Falun Dafa, sobre la farsa de la autoinmolación de la plaza Tiananmen y sobre las muchas vidas que se han llevado las campañas del PCCh, incluyendo a los estudiantes que fueron atropellados por un tanque en la plaza Tiananmen.
Lo entendió, ya que había vivido todas esas campañas. Pero cuando le aconsejé que renunciara al partido, me dijo: “No. El partido se encargó de mí y me dará una pensión. No puedo renunciar”. Se negó a considerarlo, por mucho que lo intentara. Un día me dijo: “Fui a visitar a un antiguo compañero de clase que también practica Falun Dafa. No nos habíamos visto desde hacía años. Me dijo que renunciara al partido y que recitara: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno! entonces mi familia sería bendecida”. Cuando le pregunté si aceptaba renunciar al partido, contestó que ni quería ni tampoco podía. Me quedé sin palabras.
La fábrica contrató a un joven contable y el viejo contable dimitió y regresó a su ciudad natal en un condado remoto. En febrero del 2019, la fábrica le pidió que fuera a resolver un problema relacionado con la antigua contabilidad. Vino y completó el trabajo. Esa noche nos reunimos. “Te quedaste corto”, me dijo en cuanto me vio. “Lo que dijiste tiene mucho margen de mejora, estás muy atrasado”. Le pregunté de qué estaba hablando, y dijo: “Cuando estaba en mi ciudad natal, los practicantes me llamaron dos veces. Eran realmente buenos”. Le pedí más detalles. “Deben tener el grado de Maestro o quizás un doctorado”, y añadió: “Mientras que tú solo estas en un nivel elemental".
El primer hombre que llamó habló en voz muy baja. Habló sobre la situación actual, habló sobre las campañas pasadas del PCCh y analizó todo muy claramente. “Habló con mucha claridad y me dejó interrumpirle con preguntas. Fue muy elocuente. Me gustó mucho escuchar lo que tenía que decir. Hablamos durante dos horas. Pensé que ya era suficiente y colgué”.
Le pregunté si el hombre le dijo que Falun Dafa era bueno y que debía renunciar al partido. Dijo que el hombre nunca habló sobre Falun Dafa y añadió: “Me preguntó si era miembro del partido. Cuando le dije que no lo era, no insistió y nos despedimos, fue muy educado”. Lo entendí, como miembro veterano del partido, era muy inteligente. Preocupado de que su teléfono estuviera intervenido y que pudiera ser perseguido por las autoridades, mintió sobre su afiliación al partido.
Le pregunté sobre la segunda llamada. Dijo que era una mujer: “Me habló de manera aún más elocuente. Me imagino que al menos tendría un doctorado”. Reí para mis adentros y pensé: “Sí, muchos practicantes de Falun Dafa tienen títulos universitarios, pero muchos no los tienen y algunos ni siquiera tienen el bachillerato. Pero como Dafa es bueno, el Maestro es bueno y los practicantes son buenos, cada célula de cada practicante está llena de compasión, así que él pudo sentirlo al otro lado del teléfono. Es por eso que él se quedó impresionado”. “Ella también fue muy educada”, continuó diciendo. “Hizo un comentario y se detuvo para pedirme mi opinión y cuando acabé, compartió su opinión. Su análisis fue muy lógico y estructurado, mucho más completo que el tuyo. Me sentí muy animado después de hablar con personas de tan alto nivel”.
Cuando le pregunté, de que le habló concretamente, dijo: “De todos los movimientos, incluso de los movimientos estudiantiles y de mi opinión sobre Falun Dafa”.
Le pregunté si le había aconsejado que renunciara al partido, respondió:” Me preguntó si alguna vez había estado afiliado al partido y le dije que no. No insistió. Al final se despidió muy educadamente”.
Le pregunté: “¿Cómo supo que era practicante de Falun Dafa?, a lo cual me respondió: “Mis familiares y amigos han recibido llamadas como esta muchas veces. Los practicantes de Falun Dafa son muy educados, explican cosas sobre Falun Dafa pero no insisten en ello. Sabía que era practicante de Falun Dafa. A menudo ponen folletos en la puerta de mi casa".
Me di cuenta de que, por muy impresionado que estuviera por lasa llamadas de los practicantes, aún no había renunciado al partido y le dije: “Renuncie al partido ahora, realmente debería hacerlo”. Aceptó: “¡Sí, renuncio al partido, renuncio!”. Me sorprendió, no esperaba que una persona tan terca aceptara renunciar al partido de esa manera, casi me atraganté. Agradezco a nuestro gran y benévolo Maestro y a nuestros dignos compañeros practicantes: gracias a sus repetidos esfuerzos, aclarar la verdad cara a cara se ha vuelto mucho más fácil.
La gente reconoce que Falun Dafa es bueno
Mi padre vivió todas las campañas del PCCh durante las últimas seis décadas y sabe lo crueles que fueron, y lo despiadado que es el PCCh. Se negó a dejar que alguien de la familia practicara Falun Dafa, diciendo: “No puedes luchar contra el ayuntamiento”. Se esforzó mucho para contarnos lo que había presenciado personalmente.
Durante la campaña de las Tres Anti, alguien que fue catalogado como “terrateniente” fue obligado a entregar todo su dinero. El terrateniente alegó: "Trabajé duro para ahorrarlo ¿Por qué debería entregárselo?, son unos ladrones. Su partido no es más que un puñado de ladrones".
El secretario del partido del pueblo lo presionó: “¿Tienes algo de dinero?”. Respondió: “¡Si, lo tengo!”. Cuando el secretario quiso saber dónde estaba, el propietario volvió a responder: “Está en mi cabeza. Podrás obtenerlo si me abres la cabeza”. Le abrieron la cabeza, pero no encontraron ninguna moneda. Había una esposa de otro terrateniente, que era considerada una persona amable. Fue apedreada hasta la muerte, la gente se angustió mucho por su muerte.
A los ancianos les gustaba reunirse en grupo y hablar sobre el pasado. Todos calificaban al partido como brutal e inhumano. Recordaron que, antes de cumplir los 60, el secretario del partido del pueblo perdió la movilidad en sus cuatro extremidades. Su familia lo llevó a los mejores hospitales en Beijing y Taijin. Nadie le encontró ningún problema, pero no podía mover las piernas ni los brazos. Concluyeron: “El bien es recompensado con el bien y el mal con el mal”.
Mi padre tenía miedo de que yo fuera perseguido por el PCCh, así que me vigilaba como un halcón. Un día, alguien le dijo a mi padre que yo había estado aclarando la verdad en la entrada del pueblo. Mi padre se aterrorizó y me arrastró a casa para regañarme. No sentí miedo. Salí al patio y grité a pleno pulmón: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno! ¡Restauren la reputación de mi Maestro!". Mi padre se quedó atónito, el espectro maligno detrás suyo fue eliminado. Dijo: "Deja de gritar, nunca volveré a intentar detenerte". Desde entonces, nunca volvió a criticarme por explicar la verdad sobre Dafa.
Cada vez que visitaba su casa, le contaba a mi padre lo maravilloso que era Falun Dafa y que era el Fa del gran Fo, desde el inicio de los tiempos. Han pasado varios años y él lo ha comprendido paulatinamente. Le dije que recitara: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!” cada día, ya fuera en voz alta o en su interior. Mi padre dijo: ”Si, lo hago cada día”. Mi madre también dijo: "Lo hace cada día y no le importa lo que digan los demás, lo hace cada mañana". Escuchar aquello me conmovió.
Las primeras palabras que dicen muchos familiares y amigos cuando me ven, son: “¡Falun Dafa es bueno!”, y siempre me hace sonreír. Las nubes oscuras no pueden cubrir el sol para siempre. Verdad, Benevolencia y Tolerancia se está abriendo camino hacia dentro de los corazones de cada vez más personas.