(Minghui.org) Cuando el nuevo coronavirus comenzó a propagarse en China en diciembre de 2019, en lugar de tomar las medidas adecuadas para contener el virus y proteger a la población, cada provincia emitió rápidamente directrices para controlar la difusión de la información que mejor sirviera a los intereses del partido comunista chino.
En la provincia de Shandong, los funcionarios provinciales emitieron tres órdenes:
En primer lugar, todos los empleados del gobierno y empleados de empresas estatales, así como, miembros del partido, abogados y el personal de los comités residenciales no pueden comentar, compartir o filtrar ninguna información sobre virus que no esté aprobada por el gobierno.
En segundo lugar, todo el personal mencionado debe volver a publicar la información oficial elaborada por el gobierno en los medios de comunicación sociales para ayudar a mantener la "estabilidad social" y el control de la opinión pública.
Tercero, todos los grupos de chat en WeChat, excepto los grupos oficiales utilizados para el trabajo, deben ser eliminados. (WeChat es la plataforma de medios sociales dominante usada por casi todas las empresas y negocios en China).
No importa cuáles sean los detalles, el principal requisito es servir al PCCh. Las órdenes fueron transmitidas desde el nivel provincial a todos los niveles inferiores de gobierno, incluyendo ciudades, distritos y comités residenciales. El personal del nivel más bajo del comité de la comunidad normalmente solo recibe órdenes verbales, para no guardar ninguna prueba del encubrimiento.
Este estricto control de la información también hace más difícil que los medios de comunicación extranjeros obtengan información objetiva sobre la situación del virus, ya que solo disponen de las noticias autorizadas por el gobierno.
En las últimas semanas, el PCCh también ha intensificado el control de la información que circula por Internet, lo que hace mucho más difícil para el mundo exterior conocer la situación real de la epidemia dentro de China.