(Minghui.org) Vivo en un municipio cerca de Wuhan, en la provincia de Hubei y comencé a practicar Falun Dafa en 2010. Antes de que la epidemia comenzara, hice poco para contarle a la gente sobre Falun Dafa o la persecución.
Debido al brote del coronavirus, todo alrededor de Wuhan fue puesto en cuarentena el 23 de enero de 2020. Finalmente entendí que esta enfermedad infecciosa debía ser grave. Nuestro condado fue puesto en cuarentena dos días después.
Siempre había estado ocupado con mi negocio y nunca antes había tenido tiempo de navegar por Minghui.org. Pero ahora tenía mucho más tiempo libre en casa debido a la cuarentena.
Estudié el Fa junto a cinco practicantes locales cada tarde a finales de enero. Cuando leí "Explicando las tres últimas estrofas del poema de la flor del ciruelo" en "Escrituras esenciales para mayor avance (II)", de repente me di cuenta de que el tiempo se estaba acabando. Todavía tenía que mejorar mi xinxing. Tampoco había aclarado la verdad a muchos parientes y amigos.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y pensé: "Maestro, estoy preocupado. Ahora que mi negocio está cerrado, por fin tengo tiempo. ¡Quiero asistirle y ayudar a salvar a la gente!".
Recuperando el tiempo perdido
El Maestro debe haber visto mi deseo y arreglado que mis parientes y amigos se pusieran en contacto conmigo, y yo me puse en contacto con más gente. Les aclaré la verdad y les aconsejé que renunciaran a sus membresías al PCCh y organizaciones afiliadas.
Los que todavía no lo habían hecho acordaron renunciar al PCCh. Les envié artículos de Minghui sobre la actual epidemia y antiguas profecías como La plaga que predijo Liu Bowen de la Dinastía Ming.
Les pedí que compartieran la información con sus familiares. Como resultado, sus familiares también renunciaron al PCCh. Les dije que mucha gente se sentía bendecida al recitar: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Algunos compañeros practicantes me recordaron que prestara atención a la seguridad cuando usara programas de chat en línea. Me advirtieron que mi cuenta podría ser cerrada. No tuve miedo. Sentía que al usar los programas para concienciar, si la policía de Internet veía mis mensajes, lo entenderían. Ayudé a docenas de personas a renunciar al PCCh.
Un día, otro practicante señaló: "No podemos quedarnos sentados en casa así. Necesitamos distribuir información y aclarar la verdad". Pero el municipio y sus alrededores estaban todos cerrados, y no teníamos los recursos para imprimir hojas y folletos en grandes cantidades.
Conseguimos ayuda de otro practicante que imprimió más de 200 copias de un artículo de una página: "Cómo ayudarse a sí mismo durante la epidemia". Sugirió que cada uno de nosotros los distribuyera en sus propios barrios.
Cuando salí a distribuir las impresiones sentí que algo estaba mal. Al colocar la información frente a las puertas de la gente, me preguntaba si los folletos serían realmente recogidos o leídos. Mi mentalidad de miedo afloró, así que volví a casa después de colocar algunas pegatinas.
Shifu dijo:
“El hecho es, aquellos que no pueden dar el paso adelante, sin importar la excusa, están ocultando el miedo. No obstante para los cultivadores, el miedo o la falta de él prueba la humanidad o divinidad [de uno], y es lo que diferencia a un cultivador de la gente común. Es algo que un cultivador debe enfrentar, y el apego humano más grande que un cultivador debe eliminar.” (Estudiar bien el Fa, y dejar los apegos no es difícil, Escrituras esenciales para mayor avance (III))
Me di cuenta de que tenía miedo de que me resultara difícil hablar con la gente cara a cara y crear conciencia.
Un practicante me llamó unos días después y me pidió que fuera a su casa. Dijo que la gente no tomaba ningún material impreso por temor a contraer el virus. Además, había poca gente en las calles.
Sugirió que pusiéramos pegatinas con mensajes impresos en las entradas de los edificios residenciales. Pusimos pegatinas y hablamos con los transeúntes que salían a comprar para las necesidades diarias. También hablamos con la gente de seguridad que se paraba en las entradas y en los puntos de control. Les dimos el artículo y les pedimos que recordaran las frases. La mayoría de ellos aceptaron lo que dijimos y nos dieron las gracias.
Sabía que mientras tuviéramos pensamientos rectos, el Maestro nos fortalecería y arreglaría que entráramos en contacto con la gente. Hablando cara a cara y distribuyendo información con otro practicante, mi miedo disminuyó gradualmente.
La situación en nuestra zona empeoró después de 20 días de cuarentena. A la gente no se le permitía salir de sus casas. Solo los voluntarios especiales tenían permitido ir de compras y entregar lo necesario a los residentes. Incluso se dijo que se utilizarían drones para controlar si había gente afuera.
Quien sea encontrado caminando por las calles o yendo de compras sin permiso sería detenido por 14 días. Reunirse era difícil para nosotros los practicantes.
Ya que todas las carreteras principales estaban siendo monitoreadas, pasamos a caminar por pequeñas carreteras secundarias para distribuir las impresiones. Incluso puse pegatinas en una pared donde los residentes locales debían pasar para tirar la basura.
"¿Qué estás colgando allí?". Una señora del segundo piso gritó desde su ventana.
"Estoy colgando información sobre cómo mantenerse a salvo durante esta plaga", dije. "¿Quieres leerlo? Puedo subir y mostrártelo". Ella estuvo de acuerdo. Era una de mis antiguas clientes.
Le dije que millones de chinos ya han renunciado al PCCh y le aconsejé que renunciara. También le dije que mucha gente se siente bendecida al decir, "Falun Dafa es bueno. Verdad Benevolencia Tolerancia es bueno". Estuvo de acuerdo en renunciar al partido.
Sentí que el Maestro me había ayudado a eliminar el miedo. El Maestro dijo:
“Si tu pensamiento recto es suficiente y alguien se atreve a hacer algo, entonces estamos fundamentados, y Shifu puede resolverlo todo. Pero si tú mismo no puedes actuar rectamente, entonces, ¿cómo hace Shifu? Dices que lo que haces es incorrecto y que Shifu lo limpia, ¿cómo puede ser esto posible? Si no lo has hecho bien, y cuando tienes una tribulación demoniaca, se la elimina, entonces, ¿a quién estamos salvando aún?” (20 años enseñando el Fa).
Durante este período especial de tiempo, los practicantes deben generar conciencia con diligencia y no temer contraer el virus. El tiempo que queda es limitado. Debemos estudiar bien el Fa, enviar pensamientos rectos y aclarar la verdad a la gente.