(Minghui.org) Mi hija Lulu nació el 8 de agosto de 2008. Era una beba completamente sana. A los cinco meses le diagnosticaron glaucoma congénito. Se recomendó una cirugía inmediata.
Después de dos cirugías noté cambios en el comportamiento de Lulu: no sonreía, no respondía al sonido, no daba patadas como los otros niños. Cuando la levanté, yacía flácida sobre mi hombro. Fue diagnosticada con parálisis cerebral.
Probamos tratamientos médicos occidentales y chinos. El estado de Lulu no mejoró. Hervía hierbas, compraba suplementos, incluso pagaba a los monjes para que rezaran por ella. Nada ayudó.
Yo también sufría. Tenía migrañas crónicas y dolores en las articulaciones.
Me arrastraba entre los hospitales y la casa durante el día, y pasaba las noches sin dormir sosteniendo a Lulu. Se despertaba llorando todas las noches, y yo lloraba con ella. Mi marido se iba a trabajar, mis suegros no tenían buena salud y no podían ayudar, y mis padres vivían en otra ciudad. Cada día parecía una eternidad.
Me encontré con una practicante de Falun Gong (Falun Dafa) en nuestro vecindario en el verano de 2010. Ella me sugirió que recitara: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y dijo que le traía bendiciones a la gente. Yo recitaba esta frase con frecuencia.
Tres semanas después, mientras Lulu y yo estábamos sentadas en un parque, me volví hacia ella y le dije: "Los niños a tu edad caminan solos, ¿cuándo vas a caminar?". Las lágrimas corrían por mis mejillas. La bajé para que viera los pájaros. Lulú se levantó y caminó una docena de metros por su cuenta. ¡No podía creer lo que veía!
Llamé a mi marido y le dije emocionada: "¡Lulú está caminando!". No podía creerlo. Le aseguré que era verdad. Varios médicos nos dijeron que debido a su condición, Lulu no sería capaz de caminar por su cuenta.
Continué recitando: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" Leí acerca de la verdad detrás de la persecución contra Falun Gong en China. Mi esposo y yo renunciamos a nuestras membresías en las organizaciones afiliadas al partido comunista chino (PCCh) a las que estábamos unidos...
La practicante de Falun Dafa de mi vecindario me dio una copia de Zhuan Falun y la grabación de la conferencia de nueve días del Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa.
Los dolores de mi condición crónica desaparecieron y mi corazón se llenó de calor y luz.
Cuando quise recordar, me di cuenta de que mi mala salud, la condición de mi hija y mi falta de creencia espiritual hicieron que mi temperamento fuera muy malo. A veces me enfadaba sin ninguna razón.
La cultivación no solo mejoró mi salud, sino también mi temperamento. Mi hija se hace más fuerte cada día. Mis parientes también renunciaron a su membresía con el PCCh. Mis padres comenzaron a practicar. Mi marido apoya mucho nuestra cultivación.