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Corriendo para salvar a más gente a pesar del bloqueo por el coronavirus

Mar. 11, 2020 |   Por un practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Normalmente distribuyo información sobre Falun Dafa en los complejos de edificios colgándolos en los picaportes de las puertas. Cuando el coronavirus se convirtió en una epidemia nos apresuramos a salvar a la gente. Cuando escuchamos que algunas comunidades serían cerradas intensificamos nuestros esfuerzos.

El Maestro dijo:

“Los Dafa dizi son la única esperanza para la salvación de la humanidad” (Al Fahui europeo).

Los practicantes responsables de preparar los volantes trabajaron horas extras para imprimirlos y armarlos. Trabajaron desde la mañana hasta la noche, a veces saltándose las comidas. Imprimimos folletos con actualizaciones sobre la epidemia y los distribuimos con los volantes. Los resultados fueron muy buenos. Al principio distribuimos unas cuantas decenas de copias al día, ahora producimos y distribuimos más de doscientas copias cada día.

Cuando todas las pequeñas comunidades estaban cerradas, uno necesitaba un pase y que le tomaran la temperatura para poder entrar y salir. Pensé, el Fa es ilimitado, y tenemos que salvar a la gente. Mientras dejemos nuestros apegos y superemos nuestro propio miedo, seremos capaces de atravesar el bloqueo.

Antes no podía hablar con la gente sobre Falun Dafa cara a cara. Ahora puedo repartirles volantes directamente. Distribuí 20 copias el primer día, 30 el segundo, y 40 el tercero. El cuarto día, doce personas, incluyendo la policía y la gente de la asociación de vecinos, vinieron a mi casa.

En vez de tener miedo, sentí que ellos vinieron a aprender los hechos sobre Dafa, así que empecé a contarles cómo la práctica de Falun Dafa ha beneficiado a millones en todo el mundo, y cómo el partido comunista chino (PCCh) ha matado a millones de personas a lo largo de su sangrienta historia. También miré hacia adentro para ver si tenía una brecha en mi cultivación.

La policía me llevó primero a la estación de policía, y luego al centro de detención. El centro de detención dijo que se negaban a aceptar más gente debido al coronavirus -así que afirmaron que tenía una fiebre leve y me rechazaron-.

Le pregunté al oficial que me llevó a casa si había oído hablar de renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Dijo que lo había hecho hace mucho tiempo.