(Minghui.org) Soy un practicante de Falun Dafa en Wuhan, provincia de Hubei. La primera vez que los ciudadanos de Wuhan se enteraron del brote del coronavirus fue el 20 de enero de 2020, cinco días antes del Año Nuevo Chino.
Todo el mundo estaba ocupado comprando, visitando a familiares y amigos o llenando las estaciones de tren y autobús para viajar fuera de la ciudad. La gente entró en pánico cuando conocieron que la plaga se había propagado rápidamente con más de 100 casos confirmados.
Wuhan fue cerrada la medianoche del 23 de enero.
Muchos no pudieron dormir esa noche, y algunos se subieron a sus coches y huyeron. Un practicante fue a su pueblo natal en una aldea rural antes del cierre y quedó atrapado allí ya que las autopistas estaban cortadas. Otro practicante también quedó atrapado en una casa con apenas comida.
La epidemia dificulta que los practicantes de Falun Dafa esclarezcan la verdad, debido a que las ciudades están cerradas y patrulladas por guardias o funcionarios de seguridad.
Algunos practicantes son médicos. Había tantas emergencias que trabajaban las 24 horas del día y muchos pacientes fallecían antes de que los médicos pudieran atenderlos. Muchos hospitales han recibido órdenes de no diagnosticar a los pacientes con fiebre, sabiendo que son portadores del coronavirus. Las personas que no han sido diagnosticadas oficialmente no se contabilizan.
En muchas partes de la ciudad, no se permite que personas con fiebre vayan al hospital. Deben esperar en casa a que vayan los médicos. Algunos mueren antes de que vaya alguien y esas muertes no son oficialmente reportadas como consecuencia de la epidemia.
Las autoridades dividieron la ciudad en cuadrantes, los cuales están bajo medidas de cuarentena muy estrictas. No se permite a la gente ir a un cuadrante distinto. Las autoridades patrullan las áreas todos los días para asegurarse que la gente no salga. En algunas zonas residenciales, las empresas de gestión de la propiedad toman los pedidos de verduras y otros alimentos y hacen el reparto. Las personas evitan hablar entre ellos cuando recogen los pedidos.
Estaba horrorizado por la epidemia y no podía dormir. Perdí la esperanza al estar encerrado en casa y leer sobre los cádaveres que eran enviados al crematorio. Me preguntaba cuánta gente había fallecido porque no logré clarificar la verdad y salvarlos a tiempo. Deseé que esta epidemia fuera una prueba como el SARS y que todavía hubiera tiempo ¡para salvar a más gente!
Cada vez son menos las posibilidades de clarificar la verdad y salvar a la gente. Debemos atesorarlas.
Los habitantes de Wuhan están atrapados en sus casas, sin saber cuándo acabará esto. El aburrimiento y el miedo los están volviendo locos. Pido a los practicantes de fuera de China que aprovechen la oportunidad de llamar a la gente de Wuhan y explicarles cómo renunciar al partido comunista chino (PCCh) y que recitar “Falun Dafa es bueno” les traerá bendiciones. Creo que la mayoría de ellos estarían encantados de recibir su llamada. Ahora ellos se alegran de ver un pájaro volar desde su ventana porque eso les distrae del miedo.
Confío en que las llamadas de clarificación sean más exitosas que nunca. La gente de Wuhan definitivamente escuchará con atención después de darse cuenta de que realmente nos preocupamos por ellos.
[Nota del editor: Los practicantes de Wuhan y China pueden llamar a sus vecinos, amigos y cualquiera con el que puedan comunicarse por teléfono. No tengas miedo de hacerles saber que eres un practicante, que atesoras sus vidas y solo tienes buenas intenciones. Díganles que Falun Dafa es bueno y ayúdenles a renunciar al PCCh].