(Minghui.org) Estimado Maestro y compañeros practicantes:
Comencé a practicar Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, en 2009. Esta es la primera vez que escribo un artículo. Mientras escribía este artículo, he revisado como está mi cultivación hasta este momento. Hasta hace unos tres años me cultivaba solo, ya que no había practicantes en mi zona. Sin embargo, pude encontrar algunos apegos.
Cultivándome seriamente
Día tras día hice los ejercicios y fui aumentando el tiempo de la práctica. Al principio mi salud empeoró, lo que me hizo pensar que todas mis enfermedades anteriores habían regresado. No me di cuenta de que mi cuerpo se estaba purificando. De lo que sí estaba seguro era de que debía continuar haciendo los ejercicios, de lo contrario todo sería en vano. Esto fue lo que me dijo otro practicante, así que continué haciéndolos. Mi cuerpo se fue limpiando poco a poco, y mi condición mejoró después de medio año. Entonces, estaba listo para saber más sobre Dafa.
Seis meses después me dieron una copia de Zhuan Falun. Un practicante me aconsejó estudiar 20 páginas diariamente sin intención. A veces parecía que me iluminaba algo, o me enfermaba. Cuando llegué al final de cada capítulo, parecía que el Maestro se dirigía a mí, así que decidí leer Zhuan Falun de nuevo. He continuado leyéndolo todos los días desde entonces. Comprendí que tengo que cultivarme y pagar mi yeli (karma). Después de un año, supe en mi corazón que ya no estaba interesado en mi vida de antes de la cultivación. Dafa se había convertido en lo más valioso de mi vida.
Cuando le pregunté a un compañero practicante si había más enseñanzas, me habló de Shen Yun. Viajé durante 11 horas para ver el espectáculo ese mismo año. Después de que lo vi, me iluminé para saber por qué vine a este mundo.
El poder del Fa
Con el tiempo, me preocupé más y más por la persecución a Falun Dafa. Decidí ayudar al Maestro en la rectificación de Fa y en la salvación de los seres conscientes. Estudié las enseñanzas diligentemente e hice los ejercicios diariamente. Pero no tenía claro la efectividad de enviar pensamientos rectos.
Me ofrecieron la oportunidad de atender el punto de venta de Shen Yun. Manejé durante tres horas y media todos los días para encontrarme con las personas predestinadas. Trabajé diligentemente de la mañana a la noche para ayudar al Maestro a salvar a los seres conscientes de los que era responsable. El Maestro dijo: "Difícil de soportar, se puede soportar" (Novena Lección, Zhuan Falun).
Antes de convertirme en cultivador, mi médico me dijo que solo podía estar de pie durante unas horas debido a mis varices. Pero confié en el Maestro y soporté el dolor. No era un problema estar en el punto de venta todo el día y estar de pie durante horas. Esto me ayudó a reconocer el poder del Fa y que experimenté milagros debido a mi fe en el Fa.
Experimentado milagros debido a mi creencia en el Fa
También distribuí folletos de Shen Yun, un día repartí 600, y me sentí muy feliz. Al volver a casa al final del día todavía tenía muchos folletos en mi coche, así que los repartí en los buzones.
Las calles todavía estaban cubiertas de nieve, así que caminé con cuidado. Solo había cuatro escalones hasta el último buzón, pero algo parecía tratar de detenerme. Cuando me dirigí al buzón, resbalé, me caí por los cuatro escalones y quedé inconsciente por un momento. No podía levantarme cuando volví en sí. Mi pie derecho estaba completamente al revés. Grité "Maestro" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", giré mi pie, tiré de mi bota sobre él y me llené de nieve el zapato. Caminé a casa, hasta mi apartamento el cual está en el tercer piso. Seguí repitiendo: "Maestro" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia".
Esa noche me puse compresas frías en el pie, leí a Zhuan Falun, y escuché las conferencias del Maestro. Aunque estaba solo, sentí que el Maestro estaba a mi lado. A la mañana siguiente me levanté lentamente, me puse las mallas y me dirigí al punto de venta de Shen Yun. Estuve de pie en el estand todo el día, con el pie cubierto con una venda de agua fría todo el día. A pesar de lo que estaba viviendo, mi corazón estaba en salvar a los seres conscientes.
Me di cuenta de que las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas, tenía la necesidad de reconocimiento distribuyendo más folletos, aunque no me detuve ni un minuto en todo el día.
El Maestro dijo: La ostentación en sí misma es un corazón de apego muy fuerte, un corazón realmente no bueno, un corazón que un cultivador tiene que eliminar (Segunda lección, Zhuan Falun).
Estaba feliz de haber distribuido tantos folletos. Hay que recordar que uno no debe estar muy contento con sus logros.
Al volver a casa esa noche, me sentí raro y vi que mi pie se me había dislocado completamente. Así que decidí ir al hospital. La enfermera estaba atónita y llamó a la encargada, quien llamó al médico de cabecera. No podían creer que había caminado con ese pie todo el día, ya que mi pierna estaba completamente rota. No podían entender cómo mi pie estaba en mi pierna.
Entonces, las lágrimas cubrieron mi cara, fue el Maestro que había restaurado la posición de mi pie y me sentí avergonzado de haber ido al hospital. Sin embargo, aproveché esta oportunidad para aclarar la verdad sobre Dafa y les ayudé a entender que yo era un practicante.
Uno de los presentes dijo que entendía por qué la pierna no estaba hinchada. No quise que me vendaran el pie, pero si acepté una "bota" de apoyo.
Cuando estaba tratando de ponerme la bota al día siguiente, mi pierna comenzó a dolerme mucho. Inmediatamente me di cuenta de que no necesitaba ningún aparato médico y me alisté igual que el día anterior.
El maestro dijo:
“Tenemos un estudiante que cuando quiso que le aplicaran inyecciones en el hospital, hizo que varias agujas se doblaran, al nal, incluso la medicina salió expulsada completamente de la ampolla, sin que la aguja pudiera perforar la piel. Le quedó claro: «Ah, soy una persona que refina gong, no me aplico más inyecciones" (Sexta lección, Zhuan Falun).
Tuve que ver a mi médico de cabecera para un chequeo. Después de tomarme una radiografía de la pierna, se sorprendió bastante y dijo que la radiografía debía estar mal. Cuando le pregunté por qué, me dijo que no había nada malo. Continuó diciendo: "Sé en qué estás metido". Él también es practicante de una escuela budista, y yo le había hablado de Dafa en el pasado. Este incidente fortaleció mi creencia en el Maestro y en el Fa. Una creencia firme en el Fa puede hacer milagros.
El poder de los pensamientos rectos
Me di cuenta de la importancia de los pensamientos rectos hace unos años, cuando me quedé a dormir en casa de otro practicante con quien trabajé en el marketing y la promoción de Shen Yun. Soñé que estaba enviando pensamientos rectos con el grupo de Hamburgo y un ser pequeño, feo, sucio y jorobado apareció detrás de mí. Se rió de mí con desprecio, porque no envié pensamientos rectos realmente fuertes. El ser era tan asqueroso como una criatura de una película de terror. Escupía suciedad que se arrastraba por mis piernas, brazos y órganos. Me sentí enfermo y quise vomitar, me di cuenta de que el mal quería destruirme.
Me desperté, me senté y noté que este ente maligno seguía cerca de mí. Me preocupaba no poder enfrentar a este ente solo, así que grité: "Maestro" y "¡Verdad-Benevolencia, Tolerancia!". La suciedad dejó mi cuerpo, desapareció y me volví a dormir. A la mañana siguiente busqué en mi habitación a esa fea entidad... se había ido, y todo estaba limpio.
A la mañana siguiente hice los ejercicios. Cuando hice el segundo ejercicio y sostuve el Falun sobre la cabeza, escuché en la música del ejercicio terribles quejidos y gemidos. Vi a mis seres conscientes arrodillarse sobre mí, suplicando por salvación. Sentí su ansiedad en mis huesos y piernas. Me di cuenta de que no era sincero cuando enviaba pensamientos rectos. Los enviaba tarde, dormido o demasiado cómodo.
El Maestro dijo: “Sus pensamientos rectos necesitan ser fuertes, y deben usar plenamente su sabiduría. Un pensamiento de rectitud por sí mismo subyuga a cientos de cosas perversas” (Pensamientos rectos, Escrituras esenciales para mayor avance (III))
Mis pensamientos rectos no funcionaban debido a la forma en cómo los enviaba.
Desde entonces, envié pensamientos rectos en un estado mental claro y con plena conciencia. Cuando hice el segundo ejercicio al día siguiente y sostuve el Falun sobre mi cabeza, de repente vi seis seres conscientes sentados sobre el Falun. Esperaron silenciosa y pacientemente. Noté que mis pensamientos rectos eran efectivos, porque mis seres conscientes ya no estaban preocupados.
Esa mañana el punto de venta se sentía diferente. La gente venía al estand, querían escuchar más sobre Shen Yun, y compraron boletos. Gracias, Maestro, por ayudarme a despertar y a tener un nuevo entendimiento. Sin perseguir, todo es natural.
Diferentes oportunidades para promover Shen Yun
El año pasado nos dijeron que habría muy pocos puntos de venta de Shen Yun en el futuro, ya que casi todo sería manejado por Internet. Esto me preocupaba, ya que no tendría mucha oportunidad de salvar a los seres conscientes. Pero mantuve la calma y agradecí al Maestro por la oportunidad de atender un punto de venta en los últimos años. Le dije al Maestro que solo quería salvar a los seres conscientes.
Entonces recibí una llamada telefónica ofreciéndome la oportunidad de trabajar en el call center de Shen Yun. No lo necesité pensar y dije: "Si el Maestro quiere que haga esto, lo haré".
Unas semanas más tarde, uno de los coordinadores me pidió que me encargara del punto de promoción en Renania del Norte-Westfalia. Me llamaron porque había respondido en un cuestionario diciendo que estaba dispuesto a ayudar en todo el país. Le dije que no se preocupara porque yo tuviera que conducir. Los seres conscientes están buscando el Fa.
El Maestro dijo: “Ustedes son la esperanza de la humanidad. Anímense y sean como los Dafa dizi de América del Norte, que no retroceden ante las dificultades” (Al Fahui en Francia).
Ahora voy a Renania del Norte-Westfalia todos los viernes y regreso a Schleswig-Holstein la misma noche, un viaje de unos 1.000 km. Este es un tiempo valioso que me da la oportunidad de tomar un tren. Hay constantes obstáculos, pero yo prevalezco. Los trenes pueden retrasarse o averiarse, pero en el tren, he notado que la gente común está buscando a los discípulos de Dafa, tal como el Maestro ha dicho.
Un día, por ejemplo, estaba empezando a hacer los ejercicios en mi compartimento cuando una mujer se detuvo y me preguntó qué estaba haciendo. Entonces, ella quiso que yo le enseñara los ejercicios. Cuando llegué a mi destino me dio la mano y me agradeció por aclararle la verdad. Ella pensó que era una gran misión lo que yo estaba haciendo. También anotó la dirección del lugar del sitio de práctica.
Otro viernes, el lugar donde podía hacer los ejercicios estaba ocupado. Chequeé el lugar en varias ocasiones durante varias horas, y esta mujer todavía estaba allí. Cuando volví más tarde, ella estaba fuera del compartimiento, así que entré y encendí la luz para estudiar el Fa.
Ella regresó y pidió apagar la luz. Se acostó, diciendo que sufría de migraña. Apagué la luz y le dije que tenía algo para ella y le di un folleto. Luego le dije que había sufrido de migrañas durante 50 años y que tenía que ver al doctor cada dos días. Ahora, debido a que practicaba Falun Dafa, ya no tenía migraña. Y no me ha dado durante los últimos 11 años. Se levantó y me dijo que ya estaba haciendo una meditación. Le dije que Falun Dafa es beneficioso porque se basa en los valores universales. Ella me comentó que quería aprenderlo. Dijo era una relación predestinada el habernos encontrado en el tren.
Me preguntó qué estaba haciendo en Colonia. Esto me dio la oportunidad de hablarle sobre Shen Yun y decirle que el programa está basado en valores universales. Ella aceptó el folleto que le entregué y sus ojos brillaron.
Me di cuenta de que, no importa donde esté, me encuentro con gente que está interesada en escuchar más sobre Shen Yun o Falun Dafa.
El Maestro dijo:
"Fijen salvar a seres conscientes dentro de cada cosa que hagan en su presente vida diaria. Si todos ustedes pudieran entender y ver que es realmente importante, creo que probablemente salvarían más seres conscientes” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta, 2003).
Superar las dificultades
Un viernes por la mañana el tren tuvo problemas mecánicos y llegué dos horas tarde. No había nadie en el punto de venta cuando llegué. Le pregunté al Maestro dónde estaba la gente, dónde estaban las brechas en mi cultivación. Mientras buscaba en mi interior mis apegos, me di cuenta de que, con todos los problemas del tren, no había pensado en salvar a los seres conscientes, solo buscaba la manera de tomar el tren. Le pedí al Maestro que me perdonara.
Envié pensamientos rectos para limpiar mi dimensión para que la gente viniera. Sentí que mis pensamientos rectos eran más fuertes que nunca. Apenas estaba listo cuando mucha gente llegó al punto de venta y tomó folletos. Dos hombres me quitaron literalmente los folletos de la mano y uno regresó más tarde por otro folleto y un periódico.
Muchos chinos aparecieron en el punto de venta. Pude verlos cuando estaban lejos. Con excepción de dos mujeres, 14 hombres chinos aceptaron un folleto. Varias personas que visitaron el punto de venta la semana anterior se detuvieron y me dijeron que habían comprado boletos.
Me di cuenta de la importancia de mirar hacia adentro. “Para un cultivador, mirar hacia adentro es una herramienta mágica” (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009).
El campo de energía de ese día fue particularmente fuerte y cooperamos bien.
El Maestro dijo:
“Solo el campo de energía del xiulian del Fa recto puede generar este efecto. Por eso, en el pasado la religión budista tenía una frase: “La luz de fo ilumina todo, volviendo todo recto, perfecto y brillante”, que significa precisamente esto” (Tercera lección, Zhuan Falun).
Volviendo a casa un viernes, esperé mi tren a las 2 a. m. Quería llamar a casa cuando un video de Shen Yun apareció en mi teléfono y una voz detrás de mí preguntó si podía verlo. Me di la vuelta y vi a un hombre chino. Durante nuestro viaje él siguió viendo el video promocional de Shen Yun, busqué un lugar para que pudiera ver Shen Yun. Él quería verlo esta vez y no perderse el espectáculo.
Sentí una profunda gratitud por haber podido salvar a un chino.