(Minghui.org) Vivo en una ciudad afectada por el coronavirus que ha estado sometida al aislamiento desde el Año Nuevo Chino (25 de enero). Mi vecindario está cerrado con barricadas, y a los residentes no se les permite salir.
Una tarde mi esposa comenzó a toser. Dijo que le dolía la garganta. Su temperatura corporal era normal. Una hora más tarde, me mostró con nerviosismo el termómetro: su temperatura era de 37,4 grados centígrados.
Le dije que estaba bien y que no debíamos preocuparnos. Por la noche, su temperatura había subido a 38,5 Celsius. Yo también, empecé a ponerme un poco nervioso, ya que su aumento de temperatura era un síntoma del coronavirus.
No nos atrevíamos a ir al hospital porque temíamos que nos pusieran en aislamiento. La farmacia ya había cerrado aquella noche. No sabíamos qué hacer, ya que somos mayores (yo tengo 80 años y ella 76).
Comencé a practicar Falun Dafa en 1996. Le dije a mi esposa: "Solo el Maestro Li puede salvarte. No dejes de decir: 'Falun Dafa es bueno' y 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Cuando me dijo que las repetía, le dije: "Pero no estás siendo sincera. Cuando te hablé sobre la persecución, dijiste algunas cosas irrespetuosas sobre Shifu y Dafa".
"El día de Año Nuevo le hablé a la familia sobre la epidemia. Sin embargo, todos ustedes han sido engañados por la propaganda del partido comunista chino (PCCh). No tomaron en serio lo que dije".
"Sigues cantando canciones que alaban al PCCh y viendo programas en la TV que glorifican al partido. Cuando dices las frases, no eres honesta. ¿Cómo puede Shifu salvarte?".
Le leí algunos de los poemas de Shifu de Hong Yin III. "Aunque toda nuestra familia se ha beneficiado de que yo practique, todos continúan faltándole el respeto a Falun Dafa. Tenemos el retrato de Shifu puesto en nuestra casa. Por favor, discúlpate y pídele a Shifu que te salve", le señalé.
En ese momento, la actitud de mi esposa cambió. Se paró frente al retrato de Shifu y dijo muy seriamente: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
En cuanto se metió en la cama a las 10 p.m. empezó a sudar. Me levanté a las 3 de la mañana y empecé a hacer los ejercicios de Dafa como de costumbre. La temperatura de mi esposa bajó a 37,7 grados Celsius. A la 1 p.m., su temperatura ya era normal. Dejó de toser y de dolerle la garganta. Pasadas 20 horas del primer síntoma, se había recuperado completamente.
Por gratitud y respeto, mi esposa ahora enciende incienso frente al retrato de Shifu todos los días. Su actitud sobre Falun Dafa ha cambiado completamente. Ambos damos las gracias a Shifu.