(Minghui.org)
Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Hubei
Vivo en la provincia de Hubei, que es el epicentro del coronavirus.
Recientemente, salí varias veces y me di cuenta de que se establecieron bloqueos en todas las carreteras entre las aldeas, así como en las entradas de las calles. Solo se permitía el paso a los peatones o a las personas en bicicleta. Se establecieron puntos de control en todas las carreteras principales. Se puede ver a policías y guardias con brazaletes rojos patrullando por todas partes. Continuamente se emiten mensajes anunciando las "Reglas de prohibiciones" (como "No se reúnan"). Solo se permite a una persona de cada hogar salir de compras cada dos días. La atmósfera es opresiva y está llena de terror.
Muy pocos peatones están en las calles. Casi todos llevan una máscara. De vez en cuando se puede ver a una persona en un tejado intentando tomar un poco de aire fresco. En el campo, la gente sigue trabajando en los campos o se sienta frente a sus casas.
Cuando salgo para aclarar la verdad, camino o monto en bicicleta. Llevo una máscara para parecerme a los demás.
Por mi experiencia de los últimos días, mucha gente aceptó rápidamente la verdad sobre Falun Dafa y me agradeció repetidamente.
Desafortunadamente, algunas personas se negaron a escuchar. Usualmente les digo: "Solo deseo lo mejor para ti. Si no puedes aceptar lo que he dicho, entonces ignóralo".
Tan pronto como digo esto, la actitud de la mayoría de la gente cambia y aceptan los materiales de aclaración de la verdad.
Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Hebei
He estado hablando con la gente sobre Falun Dafa y la persecución durante diez años, especialmente durante los días festivos. Este Año Nuevo Chino con el coronavirus extendiéndose rápidamente, la gente se asustó y la mayoría no se atrevió a salir. Las calles estaban desiertas.
Me preguntaba si todavía debía salir. Mi hija seguía diciéndome que no saliera, ya que este virus es muy grave.
¿Pero cómo podía quedarme en casa? Aunque he estado aclarando la verdad cara a cara durante diez años, el número de personas que he salvado es todavía muy pequeño; hay 1.400 millones de personas en China. Recordando mi misión, me puse una máscara y salí. Ese día ayudé a cuatro personas a renunciar al partido comunista chino (PCCh).
Una noche, mi hija me instó de nuevo a no salir. "¡No salgas mañana!" dijo antes de ir a su turno nocturno en el trabajo.
Al principio, pensé, bien, tal vez debería cumplir con la situación y quedarme en casa por unos días.
En la mañana después de hacer los ejercicios, pensé: "Debo salir. Debo ir a salvar a más gente". Empecé a enviar pensamientos rectos para eliminar cualquier elemento negativo. Mi marido no dijo nada porque sabía que nada me impediría salir a salvar a la gente.
Agradecí al Maestro por fortalecerme. Cuando regresé a casa alrededor de las 10:30 a. m., mi hija no estaba molesta. Ella simplemente preguntó: "¿Qué compraste?". Le mostré la fruta que compré en el camino de regreso.
Salí todos los días. Un día ayudé a ocho personas a renunciar al PCCh. Al día siguiente nueve aceptaron renunciar. En mi opinión, somos discípulos de Falun Dafa durante la rectificación del Fa. No somos gente común. Tenemos nuestra misión. Mientras salgamos, el Maestro nos traerá a la gente predestinada para que podamos salvarlos. Solo tenemos que salir e intentarlo. No debemos estar restringidos por la "preocupación" de los familiares.
Si nos quedamos en casa como gente común y corriente, ¿no somos gente común y corriente? Si cada discípulo de Dafa sale, las calles no estarán tan desiertas. Más gente puede salir también cuando vean a la gente afuera. ¿No deberíamos hacer lo mejor para salvar a la gente?
Por un practicante de Falun Dafa en China
Estaba visitando a mis padres durante la fiesta del Año Nuevo Chino cuando nos enteramos del brote de coronavirus. Pronto, el distrito comunitario restringió la salida de la gente. Cada persona que entra al distrito debe mostrar su identificación y tomarse la temperatura.
Mi madre y yo queríamos salir para salvar a más gente. Enviamos pensamientos rectos para evitar que el guardia revisara nuestras identificaciones.
El Maestro dijo:
"Es necesario que los Dafa dizi aseguren cada día el xiulian; aclarar la verdad y salvar a la gente es la misión de los Dafa dizi" (Recuerden).
Todos los días, mi madre y yo estudiábamos el Fa, hacíamos los ejercicios y enviábamos pensamientos rectos antes de salir. Hablamos con la gente sobre Falun Dafa, les aconsejamos que renunciaran al PCCh, y repartimos materiales y recuerdos de la verdad. Las personas que recibieron nuestros materiales estaban muy contentas y siguieron agradeciéndonos. Les dijimos que agradecieran al Maestro.
Un día, mi madre y yo, junto con un compañero practicante, decidimos ir a otro distrito para distribuir materiales. Cuando entramos y salimos por la puerta del distrito, enviamos pensamientos rectos para evitar que el guardia revisara nuestras identificaciones. Entramos sin problemas y distribuimos los materiales. Al día siguiente, mamá y yo pusimos muchos carteles que decían la verdad. Lo comprobamos varios días después y vimos que solo un cartel había sido retirado. Todos los demás seguían en su lugar. Esperamos sinceramente que mucha gente los vea y se salven.
Hoy, después de enviar pensamientos rectos al mediodía, tomé algunos materiales y salí. Apenas había gente en las calles. ¿Cómo podría salvar a la gente si las calles estaban desiertas? Pensé que debería ir a los hospitales -habría mucha gente allí esperando ser salvada-.
Fui al hospital más cercano. Una persona en la puerta estaba tomando la temperatura. Envié pensamientos rectos y le pedí al Maestro que me acercara a la gente predestinada.
Había pocas personas en el salón principal. Vi una pareja de ancianos que parecía estar esperando a alguien. Cuando me acerqué a ellos envié pensamientos rectos y le pedí al Maestro que me fortaleciera. La señora mayor se levantó y fue al baño. Le pregunté al anciano: "¿Vienes a ver a un médico?".
"No soy yo. Es mi esposa la que tiene dolor de garganta. La estoy acompañando".
"Es aterrador ver a todos usando máscaras, ¿no es así?".
"Claro. Pero no nos dejarían entrar si no lleváramos máscaras".
Le dije: "Incluso el uso de máscaras no garantiza su seguridad. Hay una mejor manera". Empecé a hablarle de Falun Dafa y de la importancia de renunciar al PCCh.
Cuando la mujer regresó, hablé con ella y me dijo que creía en Buda. "Todos tenemos creencias espirituales", le dije. "Pero unirse a las organizaciones del PCCh equivale a unirse a un culto al ateísmo. Solo renunciando a él, Buda te protegerá".
El hombre dijo que se unió al PCCh. La señora dijo que se unió a los jóvenes pioneros. Ambos estuvieron de acuerdo con renunciar a su afiliación al partido. Les di algunos materiales de lectura.
¡Estoy tan agradecida al Maestro! Para salvar a más seres conscientes y darnos a los practicantes más tiempo para mejorar, el Maestro siguió extendiendo nuestro tiempo. Eliminaré mis apegos humanos, me cultivaré bien y salvaré a más personas. ¡No decepcionaré al Maestro!