(Minghui.org) La actual epidemia de coronavirus es noticia todos los días.
Un artículo del 29 de enero de 2020 publicado en el sitio web New England Journal of Medicine afirmaba: "Hay pruebas de que la transmisión entre personas por contacto directo se produce desde mediados de diciembre de 2019" (Dinámica de transmisión temprana en Wuhan, China, de neumonía infectada por el nuevo coronavirus).
El artículo fue escrito por un grupo de científicos chinos que recibieron fondos del gobierno para llevar a cabo sus investigaciones. Sin embargo, el centro para el control y la prevención de enfermedades de China, no declaró la enfermedad contagiosa de humano a humano hasta el 20 de enero de 2020.
Además, 8 médicos fueron castigados por la policía de Wuhan, el 1 de enero por hablar con otros sobre la creciente epidemia. Entre ellos, el Dr. Li Wenliang del hospital central de Wuhan, fue infectado más tarde y murió a causa del virus el 6 de febrero de 2020.
El encubrimiento de la grave situación por parte del gobierno chino permitió que la enfermedad se extendiera lejos y muy rápido, infectando ahora a más de 37.000 personas en China y a más de 20 países. Durante un gran banquete de Año Nuevo al que asistieron más de 40.000 personas en Wuhan el 19 de enero, los epidemiólogos y funcionarios de la ciudad dijeron a los visitantes y a los periodistas que el nuevo virus apenas era infeccioso y que era poco probable que se propagara entre los seres humanos. Sin embargo, al día siguiente, la centro para el control y la prevención de enfermedades de China, anunció que la enfermedad era contagiosa entre la gente y la ciudad quedó bloqueada tres días después.
Bajo la condena pública por bloquear información crítica sobre el virus, el alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang, reveló que no estaba autorizado por los funcionarios del partido comunista chino (PCCh) en Beijing para divulgar la información.
Tristemente, esta situación no es poco común para los funcionarios chinos. Zeng Guang, epidemiólogo jefe del centro para el control y la prevención de enfermedades de China, dijo al Global Times que los funcionarios del PCCh tomaban decisiones basadas en la política, la "estabilidad social", la economía y las cuestiones relacionadas con el Año Nuevo Chino. La opinión de los expertos científicos es solo "uno de los factores que contribuyen a la decisión". Esto explica las estrategias de control de epidemias del PCCh. Es decir, la política tiene la mayor prioridad, seguida de la estabilidad y la economía. La vida humana, por otro lado, parece tener poca importancia en comparación con estos factores.
Como resultado del retraso en la comunicación, el virus se propagó rápidamente, de ciudad en ciudad y de país en país. Eric Feigl-Ding, investigador de salud pública de la universidad de Harvard durante 15 años, comentó sobre el reciente brote de coronavirus en Twitter, el 25 de enero de 2020: "Es un mal pandémico de nivel termonuclear... No estoy exagerando".
Algunos ciudadanos de Wuhan estiman que el número real de casos es al menos 10 veces mayor que las cifras comunicadas. Debido a que los sets de diagnóstico se utilizan para registrar el número de nuevos casos, la distribución de los sets de diagnóstico está muy restringida para reducir así el número de casos notificados. El jefe de una división dijo que fue infectado, pero que no se le permitió recibir tratamiento. "La administración de la comuna me dijo que solo se permite informar sobre tres pacientes en cada comunidad", dijo. "Los casos adicionales son ignorados".
Wuhan no es el único que censura la información. Un aviso del grupo de trabajo del gobierno central sobre el coronavirus emitió una política el 26 de enero que prohíbe al personal médico hablar de la epidemia en casa o en otros lugares a través de una conversación cara a cara, por teléfono, mensaje de texto, WeChat, Weibo (microblogging) o correo electrónico. Esto incluye nuevos casos, terapia, control y prevención. Cualquiera que viole esto puede ser condenado de tres a siete años de prisión.
Este grupo de trabajo fue lanzado el 26 de enero y la mayoría de sus miembros son de agencias gubernamentales responsables del control y/o la "estabilidad" de los medios de comunicación. Esto implica que la función principal del grupo de trabajo es la censura de la información más que el control de la epidemia.
Mirando la historia del PCCh, se puede ver que los encubrimientos como este, relacionado con el coronavirus son bastante comunes. Por ejemplo, la desinformación y el engaño se adoptaron ampliamente durante la epidemia del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2003, el terremoto de Sichuan de 2008, así como la persecución a Falun Dafa.