(Minghui.org) ¡Saludos Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!
El 13 de mayo de 1992, el Maestro Li dio la primera lección de Falun Dafa en la Escuela Secundaria Nro. 5 en Changchun. Yo presencié su clase y desde entonces he estado practicando Falun Dafa ya han pasado 28 años. En ese momento, había menos de 200 personas en la sala de conferencias de esa escuela. Ahora, Falun Dafa se ha extendido a más de 100 países con millones de personas beneficiándose de la práctica.
Recuerdo que el Maestro dijo en esa lección: "Aquí tienes. Esta es la primera sesión y es una gran oportunidad. Lo que te doy es algo que no puedes obtener ni siquiera después de años de práctica (por tu cuenta)".
Sí, venimos por el Fa y venimos por los seres conscientes. En los últimos 28 años, he seguido al Maestro llueva o haga sol. He sido testigo de la compasión del Maestro y de la profundidad de Dafa
A continuación comparto algunas de mis experiencias de cultivación.
Superando las tribulaciones
Tengo 82 años y mi marido tiene 84. Tenemos dos hijos y una hija. Antes de practicar Falun Dafa, a menudo me hospitalizaban debido a más de una docena de enfermedades. Menos de 6 meses después de que me convertí en practicante de Falun Dafa, todos mis síntomas desaparecieron.
El peor síntoma que tuve fue la artritis reumatoide. Mis piernas estaban curvadas y había tomado todo tipo de medicinas. Mi caso era tan especial que el hospital tuvo que pedir medicinas específicamente para mí. Mis piernas fueron sometidas a cirugías y básicamente no tenía ninguna sensación. También había estado en el Sanatorio Xingcheng en la provincia de Liaoning para recuperarme. Pero eso no ayudó. Fue hasta que empecé a aprender Falun Dafa que el Maestro me dio la oportunidad de sanar rápidamente.
También tuve un par de tribulaciones físicas. Cada vez que tenía fiebre, aparecían ampollas púrpuras en mis piernas. Un día tuve fiebre de nuevo, pero aún así asistí a un evento en la Plaza de la Cultura de Changchun para promover Falun Dafa. Al regresar a casa, mi fiebre desapareció y las ampollas también desaparecieron. Sabía que el yeli (karma) en mis piernas había sido eliminado. Gradualmente recuperé la sensibilidad en mis piernas y pude caminar normalmente. Finalmente llegué a disfrutar de una vida libre de enfermedades.
Cuando hice por primera vez la meditación sentada, mi mente se llenó de todo tipo de pensamientos. El Maestro me ayudó a limpiarlos y poco a poco fui capaz de calmarme. Los pensamientos de mi mente se detuvieron y pude alcanzar una profunda tranquilidad. Mi cuerpo también fue capaz de levitar. Fue una experiencia magnífica como la que el Maestro describió en Zhuan Falun.
Después de que la persecución comenzó en 1999, tuve una gran tribulación que sabía que no era simplemente eliminar el yeli (karma), sino que era un arreglo de las viejas fuerzas para quitarme la vida. Claramente me di cuenta. Era el año 2014 y planeaba ir a un centro comercial para hablar con la gente sobre Falun Dafa. Pero me caí justo después de salir por la puerta. Al día siguiente, no pude levantarme y me quedé en la cama durante más de 20 días. Tuve que arrastrarme al baño y lloré mucho debido al dolor.
Mis hijos insistieron en un examen médico y me diagnosticaron una hernia discal. Se recomendó la hospitalización. Sabiendo que yo era una practicante, sabía que estaría bien y regresé a casa.
En 2015, muchos practicantes presentaron denuncias penales contra el exlíder del partido comunista chino (PCCh) Jiang Zemin por perseguir a Falun Dafa. No estaba recuperada del todo en ese momento, pero decidí unirme a los esfuerzos de todos modos. Después de poner varias almohadas en la cama, me senté en el medio para escribir la denuncia. Iba escribiendo poco a poco. Sin embargo, continué y lo terminé al final.
Como practicante, sé la importancia de hacer los ejercicios de Falun Dafa. Pero apenas podía estar de pie en ese momento. Sin embargo, me apoyé en la pared y pude hacer los ejercicios durante unos minutos cada vez. A medida que pasaba el tiempo, podía hacer los ejercicios más tiempo cada vez. Más tarde, cada vez que me apoyaba en la pared, mis extremidades se acalambraban por la incomodidad, y sabía que era hora de dejar de usar la pared como soporte. Después de unos meses, pude hacer una hora de ejercicios. En este momento, mi espalda está recta y estoy totalmente sana. Estoy feliz de salir de nuevo a contarle a la gente los hechos de Dafa y aclarar la propaganda difamatoria del PCCh.
Tengo fe en el Maestro y en Dafa. Mientras hagamos las cosas como practicantes genuinos, la situación mejorará y podremos superar las dificultades
Apelando en la Plaza de Tiananmen
Cuando la persecución comenzó en julio de 1999, me entristeció mucho: Dafa y el Maestro son buenos. Un gran número de personas han recuperado la salud y han encontrado la felicidad. ¿Por qué los funcionarios no nos permitieron ser mejores ciudadanos? Así que fui al gobierno provincial a apelar por Dafa.
Otros practicantes también fueron y la policía nos llevó a un estadio. Había muchos practicantes de toda la provincia de Jilin. Muchos practicantes también vieron al Falun girando en el cielo. Sabíamos que el Maestro nos estaba animando ya que habíamos hecho lo correcto.
La supresión continuó y se puso peor. Sabía que Dafa había sido agraviado y decidí ir a Beijing para apelar. Varios practicantes y yo fuimos juntos en septiembre de 1999. Después de llegar allí, no encontramos a los practicantes locales el primer día y, sin nuestras tarjetas de identificación, tampoco pudimos quedarnos en el hotel (no llevábamos tarjetas de identificación para evitar ser identificados y sufrir represalias con los funcionarios locales). Así que terminamos quedándonos junto a un cantero de flores en un parque. Ya hacía frío en Beijing en ese momento. Pero teníamos mucho calor y todos dormimos bien. Sabíamos que el Maestro nos ayudó y estábamos muy agradecidos.
El segundo día, nos pusimos en contacto con un practicante de Beijing que nos llevó a una residencia de estilo patio cuadrado en el suburbio. Caminamos más de 16 kilómetros para llegar allí. Estábamos todos sudados con la ropa empapada y los pies con ampollas.
Más de 130 practicantes vivían en ese lugar y estaba muy concurrido. Como resultado, unos 5 o 6 días después, nos mudamos a un lugar diferente. El dueño de la primera residencia en la que nos quedamos se despidió de nosotros como si fuéramos una familia. Caminó con nosotros durante una larga distancia cuando nos fuimos y dijo: "Por favor, siéntase libre de volver en cualquier momento". Nos conmovió hasta las lágrimas.
El Maestro dijo: "Los discípulos de Dafa son un cuerpo" (Exponiendo el Fa en el Fahui del Medio Oeste de los Estados Unidos, 26 de junio de 1999, en Chicago). En el pasado, no entendía esto muy bien. Ahora he visto que todos los practicantes pensamos lo mismo y tenemos el mismo objetivo.
Nos quedamos en el nuevo lugar durante 22 días. Había practicantes de toda China y fuimos a apelar a diferentes lugares todos los días, incluyendo la Plaza Tiananmen. Al final, la policía nos arrestó y nos llevó de vuelta a Changchun. Mi hijo me vio esposada en la estación de tren de Changchun y lloró. Le aseguré y le dije: "Siempre te dije que fueras una buena persona y que hicieras buenas obras". Falun Dafa es bueno, y un día estarás orgulloso de tu madre".
Me llevaron al centro de detención de Balibao desde la estación de tren. Después de una semana, me transfirieron al comité local de la calle y me retuvieron allí durante otra semana. Me negué a renunciar a mi creencia y desde entonces los oficiales a menudo venían a mi residencia para acosarme. El director del departamento de organización del distrito de Nanguan me dijo: "Tienes que elegir entre el PCCh y Falun Dafa". Así que presenté una solicitud para renunciar al PCCh.
Más tarde el acoso empeoró, pero sabía qué hacer. Cuatro practicantes y yo fuimos a Beijing de nuevo. Para evitar ser interceptados por la policía, cambiamos de transporte varias veces. Cuatro de nosotros nos dividimos en dos equipos y teníamos las pancartas listas. Pero las áreas cercanas a la Plaza Tiananmen estaban vigiladas por la policía y no tuvimos oportunidad de desplegar las pancartas. Al final, puse una pancarta cerca de la entrada de la estación de metro. Mucha gente se acercó a mirar y yo también me mezclé con la multitud. Los oficiales de policía vinieron, pero no pudieron averiguar quién lo hizo. Así que nos fuimos de allí a salvo.
Más tarde, escuché una canción compuesta por un practicante de Dafa con el título de "Plaza de Tiananmen, por favor dime":
"Plaza de Tiananmen, por favor, dime",
¿Cuántos discípulos han estado aquí para Dafa?
Las nubes en lo alto de lo alto han visto todo,
su paz y compasión en medio de la dura persecución.
Gente de buen corazón está derramando lágrimas por ellos,
mientras las voces rectas cuentan sus historias.
Para aclarar los hechos en nombre de ti y de mí,
han sido torturados tremendamente.
Plaza Tiananmen, por favor, dime,
¿cuántas pancartas se pusieron en lo alto?
Las brisas y los vientos han escuchado todo claramente,
las voces de "Falun Dafa es bueno" siguen resonando en el aire.
La gente de buen corazón está derramando lágrimas por ellos,
y las voces rectas están contando sus historias.
Para ti y para mí, y para todos los chinos,
vinieron y se fueron, y no se pueden encontrar en ninguna parte.
Para ti y para mí, y para todos los chinos,
han perdido sus vidas, solo que sus voces aún se oyen en el viento.
Cada vez que escuchaba esa canción, me ponía a llorar. Muchos practicantes han sacrificado tanto para validar el Fa y es verdaderamente notable.
Salvando a los seres consientes
Para ayudar a más gente a conocer los hechos sobre Dafa y romper con las mentiras del PCCh, he estado en muchos lugares, incluyendo grandes ciudades, pueblos pequeños y aldeas diminutas. He hablado de las maravillas de Dafa, la compasión del Maestro y la crueldad del PCCh. Distribuí materiales y hablé con la gente dondequiera que fui. Cuando se acababan los materiales, yo mismo hacía materiales.
Un día, en un centro comercial, conocí a una mujer de mediana edad. Le dije que los practicantes de Dafa eran maltratados por esforzarse por ser mejores ciudadanos, y por qué uno debe renunciar al PCCh para tener un mejor futuro. Ella estuvo de acuerdo conmigo y decidió renunciar a las organizaciones del PCCh. También le di un amuleto. Estaba muy conmovida y quería darme su anillo de diamantes que tenía en su dedo como muestra de aprecio. "Por favor, no me agradezcas ni me des nada", le respondí: "Nuestro Maestro, el Sr. Li Hongzhi, nos enseñó a hacerlo". Puedes darle las gracias a él".
Una vez me encontré con un granjero en el centro comercial. Le conté sobre Falun Dafa, la persecución, y el renunció a las organizaciones del PCCh. Él se había unido a los jovenes pioneros del PCCh cuando era joven y me pidió que le ayudara a renunciar. Un oficial de seguridad del centro comercial escuchó nuestra conversación y amenazó con denunciarme a la policía. No tuve ningún miedo y le pedí educadamente que me dejara en paz. Sorprendido por mi calma y mi rectitud, se marchó.
Una vez, en un día de nieve a principios de invierno, el viento era fuerte y varios de nosotros decidimos salir de todos modos. Aunque hacía frío, pude ayudar a tres personas a renunciar a las organizaciones del PCCh en la estación de autobuses. Uno de ellos era de otra ciudad y llevaba dos bolsas grandes con él. Le ayudé a organizar las cosas y me subí al autobús con él. Mientras me daba las gracias, charlé brevemente con él sobre Dafa. Estaba feliz y aceptó los materiales que le di.
Hubo muchas veces en que me encontré con oficiales de policía, incluyendo agentes de civil, pero no tuve miedo. Un día salí a distribuir DVDs con otro practicante. Mientras esperaba en la estación de autobuses, vi a un hombre de mediana edad y charlé con él.
Puso el DVD que le di en su bolsillo y dijo: "¿Sabes lo que hago?".
"Supongo que eres un oficial de policía", le respondí: "Pero muchos policías también son buenas personas y están dispuestos a ayudar a los demás". Seguir ciegamente la política de Jiang de perseguir a gente inocente no nos servirá de nada. ¿Verdad?".
Su actitud se suavizó y continué hablando con él. Le dije que sin la persecución, mucha más gente se habría beneficiado de la práctica como yo, con buena salud y una familia feliz.
Al final se conmovió y dijo: "Lo sé, y no haré más tonterías arrestando a los practicantes. Hace mucho frío hoy y por favor, cuídate".
Un día de verano, un grupo de personas compraba mazorcas de maíz tostado a un vendedor ambulante. Yo también me acerqué y hablé con una mujer acerca de renunciar al PCCh. Compartí con la mujer cómo me beneficié de Dafa y el daño que la persecución ha hecho a los practicantes y a la sociedad en general.
Resultó que su marido era director de la prisión y ella misma era gerente de la prisión. Ella accedió a de renunciar al PCCh y dijo que ya no maltrataría más a los practicantes. Vivía cerca de mi casa y cada vez que nos encontrábamos, me saludaba y me trataba como a su hermana.
Los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia son importantes para todos. Con tanta gente con el cerebro lavado y engañada por el PCCh, sé que hay un largo camino por recorrer.
Protegida por el Maestro
En todo mi proceso de cultivación siempre he estado protegida por el Maestro y le estoy infinitamente agradecida.
Cuando fui arrestada en Beijing una vez, tenía el libro de Dafa. Vi a los oficiales registrando a los practicantes uno por uno, me preocupaba que el libro fuera confiscado. Vi una aguja e hilo cerca de la ventana, así que cosí el libro en el interior de mi abrigo, y la policía no lo encontró. Después de ser enviada de vuelta a Changchun, me encontré con mi hijo en la estación de tren y le di el libro.
Justo antes del Año Nuevo Chino 2002, una vecina me vino a buscar y me dijo que Qiuyan, otro practicante que vivía en un edificio al lado del nuestro, acababa de ser arrestado por la policía. Aunque esta vecina no era practicante, vino específicamente para alertarme sobre esto. Le agradecí y pude escapar justo antes de que la policía llegara a mi casa.
Después de eso fui a la casa de mi hijo. Unas tres semanas después, el 5 de marzo, vi por televisión los videos que los practicantes reproducían interceptando las señales de cable. Este incidente conmocionó a los oficiales del PCCh y aumentaron la persecución en Changchun con unos 5.000 practicantes arrestados.
Más tarde me trasladé a otro lugar. Un día, al ir a un sitio de producción de materiales para recoger folletos impresos, me encontré con la policía al salir de allí. Posteriormente escuché que la policía saqueó el lugar y detuvo a varios practicantes durante más de un año. Si hubiera salido de allí uno o dos minutos después, también me habrían arrestado.
Después de que la persecución comenzó en 1999, muchos practicantes esperaban tener un lugar para estudiar en grupo. Ofrecí mi casa en 2003. Mis vecinos sabían que muchos practicantes me visitaban, pero ninguno de ellos me denunció a la policía.
El mMaestro dijo:
“Y en el transcurso de todo esto, simplemente por carecer de problemas, le han dado a la maldad el más grande de los golpes” (Enseñando el Fa en el Fahui por el décimo aniversario del lanzamiento del sitio web Minghui, 2009). Estoy muy agradecida con el Maestro por su ayuda a lo largo de estos años.
Toda mi familia es bendecida
En mi familia, no solo me he beneficiado al practicar Dafa, sino que mis familiares también han sido bendecidos por su apoyo durante la brutal persecución.
Mi hija fue operada debido a un tumor en la pituitaria. El médico dijo que su probabilidad de quedar embarazada era solo del 2%. En agosto de 1992, toda mi familia, incluyendo a mi hija, asistió a la tercera sesión de enseñanza del Maestro. Para entonces, mi hija llevaba casada 8 años y aún no tenía hijos.
Alrededor de un mes después, en un sueño vio un pájaro volando hacia ella. Más tarde se quedó embarazada. Cuando fui a la séptima sesión de enseñanza del Maestro en la primavera de 1994, vi a una chica bajar del cielo y sentarse en mi regazo. Cuando llegué a casa al mediodía, me dijeron que mi hija acababa de tener una niña. Todos estaban tan felices porque sabíamos que el Maestro nos había bendecido con la niña.
Todos en mi familia, que ahora abarca cuatro generaciones, apoyan mi práctica y respetan al Maestro. De vez en cuando, también comparten con otros lo grandioso que es Falun Dafa. Mi esposo nunca se queja cuando los compañeros de práctica vienen a nuestra casa para el estudio del Fa. Mi hija siempre se pone de pie para defender a Dafa cuando oye a alguien calumniar la práctica. Su hija y las hijas de sus hermanos saben que Falun Dafa es bueno y han sido bendecidos también. Una de mis nietas consiguió un codiciado puesto en un banco que tenía casi 200 solicitantes.
He sentido un campo de energía más fuerte en los últimos años a medida que la rectificación del Fa avanza. A menudo veo un Falun gigante girando en el techo mientras hago los ejercicios.
Le debo al Maestro el poder llegar tan lejos después de 28 años de cultivación. El Maestro ha hecho mucho por mí y por otros practicantes, pero estamos lejos de cumplir con los requisitos del Maestro.
El Maestro dijo:
“Ya han pasado por la parte más difícil de la cultivación, así que caminen bien la última parte de su sendero, ¡y atesoren el camino que han recorrido! No ha sido fácil, y han atravesado tribulaciones demoníacas sin precedentes en la historia. Necesitan absolutamente atesorar eso” (Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York).
Lo haré mejor en lo que queda de mi viaje de cultivación y volveré con el Maestro.