(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!
En 2008, salí de prisión otra vez, después de haber sido arrestada ilegalmente por mi fe. Miré intensivamente hacia adentro para encontrar mis deficiencias. Superficialmente, fui encarcelada debido a la persecución del partido comunista chino (PCCh) a Falun Dafa. Pero otros practicantes podían cultivarse de manera diligente, ayudar a Shifu en la rectificación del Fa y salvar seres conscientes. ¿Por qué siempre me iba tan mal? ¿Dónde fallaba?
Estudiar el Fa con la mente concentrada
Cuando miré mi estado de cultivación, noté que no había puesto mi atención en el estudio del Fa. Leía una o dos lecciones de Zhuan Falun cada día, pero lo hacía como para cumplir una tarea. No me centraba en lo que leía. Me distraían muchos pensamientos casuales. Durante el estudio del Fa en grupo, estaba más interesada en mostrar que podía leer bien. Estudiaba las enseñanzas del Maestro de la misma manera que la gente común estudia los escritos teóricos. Inconscientemente, buscaba obtener nuevos conocimientos al estudiar el Fa, y cuando eso no sucedía, pensaba que estaba dedicando demasiado tiempo a leer las enseñanzas y que podía usar ese tiempo para salvar a más personas. Cuando entregaba materiales para esclarecer la verdad, pensaba que ya había hecho lo suficiente si ayudaba a dos o tres personas a renunciar al PCCh.
Por no entender lo que estaba leyendo, con frecuencia actuaba atolondradamente mientras hacía cosas para salvar a la gente y no ponía atención a la seguridad. Al esclarecer la verdad a los familiares, me mostraba impaciente y dispuesta a defenderme. Discutía con la gente cuando escuchaba observaciones desagradables. Me resistía a acercarme a aquellos que se rehusaban a aceptar la verdad sobre Dafa. En casa, criticaba a mi esposo a la menor provocación y frecuentemente decía palabras hirientes. Sentía que no me apreciaban a pesar de que hacía casi todas las tareas domésticas.
Por mucho tiempo, me sentí física y mentalmente agotada y era infeliz. Incluso lucía molesta e infeliz, ¿cómo podría salvar a la gente? Todas estas deficiencias venían de mi actitud incorrecta al estudiar el Fa. Parecía que yo estaba leyendo las enseñanzas, enviando pensamientos rectos y esclareciendo la verdad, pero estaba haciendo estas cosas con la mentalidad de una persona común.
Cuando releí otras conferencias de Shifu, noté que él enfatizaba la importancia de estudiar bien el Fa. El Maestro dijo:
“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos” (Eliminen la interferencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Sabía que el Fa es poderoso y que podía ayudarme a cambiar, a ser más racional y madura en la cultivación. Decidí cambiar la forma en que estudiaba el Fa.
En agosto de 2008 empecé a copiar a mano las enseñanzas de Shifu. Aunque había practicado Falun Dafa por más de una década, nunca copié el Fa porque pensaba que leer el libro era más rápido. Descubrí que copiar el Fa es un proceso de cultivación. Cometía errores fácilmente si no enviaba pensamientos rectos antes de tomar la pluma, mi mente se resbalaba un poco, o ese día no actuaba como una practicante. A veces, justo cuando estaba a punto de terminar una página, escribía un carácter equivocado y tenía que empezar de nuevo. A veces, no podía copiar ni una página después de trabajar en ella durante medio día.
Cuando seguía cometiendo errores, me detenía y enviaba pensamientos rectos. Aunque era desafiante, me decía que debía continuar, aunque solo hubiera logrado copiar pocas oraciones. Finalmente cumplí mi deseo de copiar Zhuan Falun a mano; me tomó cinco meses.
Me transformé. Llegué a estar más tranquila y manejé las cosas sin esfuerzo. En el pasado, no me gustaba hacer las tareas del hogar y no quería hacer las tres cosas requeridas a los discípulos de Dafa. Ahora presto atención a practicar la cultivación en las pequeñas cosas que suceden todos los días. También presto atención a los detalles menores y dejo de hacer las cosas de manera descuidada. También me esfuerzo más en preparar comidas deliciosas para que mi esposo sienta la alegría de la vida familiar.
Casi no cometía ningún error mientras leía en el grupo de estudio del Fa. Mi miedo a ser perseguida también desapareció. Tengo más éxito cuando explico los hechos sobre Dafa a la gente y logro que renuncien al PCCh. Mi experiencia es que mientras estudiemos bien el Fa, nuestro cuerpo y nuestra mente cambiarán y podremos comportarnos como practicantes. Este es el poder de Dafa.
Este año comencé a aprender las enseñanzas de memoria después del Año Nuevo Chino. Esta vez me puse un objetivo: recitar un pequeño párrafo sin omitir ni una palabra y recordar la idea principal de una sección. Al mismo tiempo, he estudiado el Fa junto con otros practicantes dos o tres veces por semana. Cuando me cansaba, empezaba a leer el libro. Si solo lograra aprender algunos párrafos de memoria y no podía recitarlo sin cometer ningún error, repasaba el mismo pasaje al día siguiente hasta que cada frase se grabara en mi mente.
Aunque el progreso fue lento, gané mucho. Cuando leía el Fa seguidito, las frases solo pasaban deslizándose sin causarme ninguna impresión. Pero cuando comencé a memorizar el Fa, de repente comprendía el significado de una oración. Estaba conmovida y agradecida con Shifu. Hacía mi mejor esfuerzo para no pensar en ninguna otra cosa mientras leía o memorizaba el Fa, para que cada palabra entrara en mi corazón. La tercera vez me llevó ocho meses terminar de aprender las enseñanzas de memoria.
Mi mente fue purificada a través de pasar mucho tiempo estudiando el Fa. Tenía menos pensamientos que me distrajeran y mi sabiduría se manifestaba naturalmente cuando aclaraba la verdad a la gente. Al hablar con la gente, podía analizar la situación y explicarles fácilmente las cosas. Ya no me enfocaba en la cantidad de materiales que repartía. En lugar de eso, evaluaba qué tan efectivo había sido y los ponía en áreas más seguras y limpias para que más personas los tomaran y supieran la verdad.
El Maestro dijo:
“Deben estudiar bien el Fa. En el proceso de estudiar el Fa ustedes seguirán despojando elementos malos dentro de ustedes, cambiando las últimas cosas en ustedes que no han sido cambiadas” (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York, 2003).
El Maestro también dijo:
“...siempre que leas Dafa, estás cambiando; siempre que leas Dafa, estás elevándote” (Fundiéndose en el Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).
Mis experiencias me señalaron cuán verdaderas son las palabras del Maestro.
Mirar hacia adentro
Durante mucho tiempo pensé que estaba haciendo las tres cosas y que había liberado muchos apegos humanos: a la fama, al interés propio y al sentimentalismo. Sin embargo, en la vida diaria, especialmente en mis relaciones con miembros de la familia que no son practicantes, discutía sobre lo que está bien y lo que está mal usando la lógica de la gente común.
También acumulé muchas nociones malas a lo largo de años de trabajo en un entorno impregnado de la cultura del PCCh. Por ejemplo, adopté el principio de "pagar el mal con el mal". Si alguien me trataba mal, tomaba represalias siendo más fuerte. Era impaciente también. Con frecuencia decía con brusquedad: "¿No te lo he dicho ya?". "¿No te he dicho esto muchas veces?". Me negaba a dejar que mi marido me superara y no pasaba por alto ni una sola vez que notara sus defectos. Con frecuencia hacía comentarios sarcásticos. Mi comportamiento en casa estaba lejos de los estándares de "Verdad, Benevolencia, Tolerancia".
Con frecuencia tropezaba porque no practicaba la cultivación sólidamente. Planeaba visitar a una practicante y discutir cómo ayudar a otra practicante que había sido arrestada. Esa noche, mi esposo me criticó por un pequeño asunto. Discutí y comencé a criticar sus diversas deficiencias. En consecuencia, cuando me levanté por la mañana para hacer los ejercicios, me dolía la pierna izquierda y luché por sentarme en la posición de loto. Terminé los cinco ejercicios con gran dificultad. Después del desayuno, me preparé para visitar a la practicante, pero sentí un dolor agudo en la pierna izquierda justo cuando bajaba las escaleras. No podía moverme en absoluto.
Fui sorprendida por esta tribulación repentina. ¡Debo haber hecho algo mal! Sabía que debido a que la noche anterior no actué como una practicante, las viejas fuerzas tenían algo a lo que agarrarse para detenerme a que hiciera lo correcto. Rápidamente me disculpé con Shifu: “Estoy mal. Me disculparé con mi familia y cambiaré mis maneras. Por favor ayúdame para que pueda ir a ver a esta practicante”.
Manejé hasta la casa de la practicante, estacioné mi auto y le pedí a Shifu que me ayudara a caminar normalmente. No quería que su familia tuviera una impresión equivocada de Dafa. Caminé hacia adelante lentamente, paso a paso. Mi pierna no me dolía tanto y pude entrar a su casa. Se conmovió cuando le conté lo que había sucedido y me recordó que me disculpara con mi esposo.
Llegué a casa y estaba a punto de abrir la puerta cuando mi esposo regresó del trabajo. Le sonreí y le dije: "Estuve mal por discutir contigo anoche". Esta fue la primera vez que le pedí disculpas en más de 30 años de matrimonio. Este incidente me enseñó que los practicantes no debemos pelear por ver quién está en lo correcto y quién está equivocado. Cuando liberemos el deseo de ser mejores que los demás, experimentaremos el gozo que proviene de progresar en la cultivación. La verdadera felicidad proviene de seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Recientemente, mi cuñado tuvo una crisis en su matrimonio. Esto causó revuelo entre nuestros familiares, pero yo me mantuve como una practicante y no chismeé ni dije nada inapropiado. Mis acciones me hicieron ganar la confianza de mi cuñado. Mi cuñada acostumbraba ridiculizarme a mis espaldas, por contarle a sus hijos sobre Dafa. A través de esta crisis, vio que yo tenía las mejores intenciones en el corazón. Cuando le dije a su hija y a su yerno que recordaran: “Falun Dafa es bueno” y “Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno” durante la pandemia, ella estuvo de acuerdo.
Aprender a llevarse bien con otros practicantes
Sue es una practicante local, anciana. La miraba con desdén cuando se ponía pomada en la cara después de una caída. También pensaba que ella tenía un gran temor y tenía miedo de pedirle a la gente que renunciara al PCCh. Sentí que no era confiable en momentos cruciales y no quería estudiar el Fa con ella.
Entonces me di cuenta: “Ella estudia el Fa y hace los ejercicios consistentemente. Les cuenta a sus parientes sobre Dafa. Es la discípula del Maestro. ¿Por qué la desprecio? Debería atesorar nuestra relación”.
Con este cambio en mi mentalidad, ya no me caía mal, e hice todo lo posible por ayudarla. Iba a la casa de Sue una o dos veces por semana para estudiar el Fa, compartir entendimientos y ayudarla a leer Minghui semanal. Ella se volvió más diligente. También presentó una denuncia penal contra el exlíder del PCCh, Jiang Zemin, quien inició la persecución a Falun Dafa. Ella misma fue a la oficina de correos para enviar su demanda a la procuraduría. Hace poco, sufrió un terrible dolor de cabeza. No se lo dijo a su familia, sino que envió pensamientos rectos y miró hacia adentro. Se recuperó en poco tiempo.
La practicante Ann a menudo se adormecía mientras estudiaba el Fa sola en casa. Estudiamos el Fa juntas durante tres días. Yo solía pensar que era una pérdida de tiempo estudiar el Fa durante el día y prefería aclarar la verdad a la gente. Sin embargo, después de terminar las tareas del hogar por la noche, no me quedaba mucho tiempo para estudiar el Fa. Si no estudiaba bien el Fa, mis esfuerzos por esclarecer la verdad a la gente no eran efectivos.
Después de que comenzamos a leer las enseñanzas juntas, ambas sentimos que era beneficioso y nuestros pensamientos rectos se habían fortalecido. Ann usó anotaciones en yuanes con mensajes sobre Dafa escritos en ellos e incluso logró que su hijo y su nuera los usaran. Yo encontraba más fácil aclarar la verdad y la gente accedía a renunciar al PCCh después de que les explicaba brevemente las cosas.
El practicante Lee hace las cosas despacio y con cuidado. Una vez, me dijo muchas cosas técnicas mientras me enseñaba a acceder a Internet. Yo tenía prisa por volver a casa. Lo critiqué enérgicamente por hablar a un alto nivel en lugar de mostrarme directamente cómo ingresar a Internet. Estuve molesta por mucho rato cuando llegué a casa.
Me di cuenta de que estaba impaciente y sentía un fuerte desdén por los demás. Agradecí a los practicantes por exponer mis fallas de carácter. La siguiente vez que le pedí ayuda a Lee, me recordé que debía ser humilde y escucharlo con paciencia. Lee no guardó rencor y nunca dijo una palabra sobre mi comportamiento arrogante. Con su ayuda, nuestro grupo de estudio del Fa comenzó a producir materiales de aclaración de la verdad.
A través de estos incidentes, aprendí que mientras podamos liberar nuestro ego, mirar hacia adentro en los conflictos, ver las cosas desde la perspectiva de salvaguardar Dafa y enfocarnos en las fortalezas de otros practicantes, podremos hacer bien las tres cosas. .