(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Empecé a practicar Falun Dafa en marzo de 2019. Tengo 60 años y escuché hablar por primera vez de Dafa en marzo de 2009. Me casé con mi segundo esposo ese año, él era un profesor de chino del programa de superdotados en una escuela secundaria principal en la capital de la provincia. Él era bueno en la poesía, las canciones, el piano, el ajedrez, la caligrafía y la pintura. Admiraba el talento y el carácter de mi marido. Trató a mi hija de mi primer matrimonio como si fuera suya. Teníamos una buena relación.
Mi esposo y su primera esposa practicaban Falun Dafa antes que el partido comunista chino (PCCh) iniciara la persecución en julio de 1999. Se rindieron por miedo a la persecución. Su esposa falleció unos años después. Él habló de Dafa en marzo de 2009. Leíamos los libros de Dafa ocasionalmente y practicábamos los ejercicios. Pero nunca empezamos a cultivarnos de verdad.
Mi marido se puso muy enfermo y falleció repentinamente en diciembre de 2018. Me tomó desprevenida. Me sentí desesperada. Lloré y le rogué a mi marido que me llevara con él.
Me sentía sola. Algunas de mis viejas enfermedades reaparecieron, como la enfermedad gástrica crónica, la rigidez de la columna vertebral, el dolor de piernas, la arritmia, el hemangioma pituitario, las complicaciones de los accidentes cerebrovasculares, etc. Mi salud se deterioró rápidamente.
Se acercaba el Año Nuevo Chino de 2019. Hay un viejo dicho: "Una nueva viuda no puede pasar el Año Nuevo en casa de otras personas porque les traerá mala suerte". Así que no pude visitar a mis hermanas y hermanos. Me sentía desesperada y sola.
Mi hija me invitó a su casa. Pero al ver a otras personas (mi hija vive con su suegra) celebrando felizmente el Año Nuevo, sentí que sobraba. Lo que la gente veía eran mis quejas, lágrimas y amargura. Por supuesto que se sentían incómodos a mi alrededor.
Solo mi nieto me podía traer un poco de alegría y consuelo mientras lo criaba. Pero no le permitían acercarse a mí. Estaba inmersa en la soledad y me sentía profundamente deprimida.
Deseaba practicar Falun Dafa, pero no conocía a ningún practicante en mi ciudad. Recordé que mi hermana (en otra ciudad) dijo que su amiga era practicante. Decidí ir a visitarla. La practicante me llevó al grupo de estudio del Fa local. Apenas vi sus rostros sinceros y alegres, me sentí bienvenida y feliz. Era marzo de 2019.
De marzo de 2009 a marzo de 2019, durante diez años, fui como un cordero perdido, vagando, perdida y buscando. Finalmente encontré mi camino a casa. Realmente aprecio a Shifu por su salvación.
Me quedé más de 80 días en la casa de mi hermana. Todos los días tomaba un autobús durante dos horas para ir al grupo de estudio del Fa. Los practicantes no me dejaban hacer nada más que estudiar el Fa. Me dieron todas las conferencias de Shifu y las grabaciones de audio, como material informativo. Leía tres lecciones de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, todos los días. También leía otras enseñanzas de Shifu.
Además de estudiar el Fa, sabía las tres cosas que un practicante de Dafa debe hacer durante el período de la rectificación del Fa, especialmente el salvar a los seres conscientes. Shifu está ansioso por salvar a los seres conscientes. Pensé que como su discípula, yo debía hacer lo que Shifu quiere que hagamos, y que debemos hacerlo de todo corazón.
En poco tiempo, empecé a aclarar la verdad. Hablé con amigos y familiares y luego con los pasajeros del autobús o con quienquiera que conociera. No pensaba mucho y no tenía pensamientos negativos. Solo escuchaba las enseñanzas de Shifu para salvar a los seres conscientes.
Aconsejé a más de 50 personas a que renunciaran de ser miembros de las organizaciones del PCCh en poco más de 80 días. Antes de darme cuenta, todos los sensaciones incómodas de mi cuerpo desaparecieron. Me sentí renovada y con energía.
Cuando mi hija vino a visitarme se alegró de verme de tan buen humor. Pero, cuando vio los libros de Dafa en mi cuarto, trató de impedirme que practicara.
Le dije: "Viste los cambios positivos en mí en solo seis semanas. Me siento saludable. Debería apreciar a Dafa y a Shifu. ¡¿Por qué me dices que deje de practicar?!".
Mi hija lloró. Ella regresó a casa y le dijo a mis dos hermanos. Esto causó una conmoción. Ellos estaban engañados por la propaganda del PCCh y las mentiras contra Falun Dafa. Mi hermana les contó sobre la persecución en la ciudad. Mi hermano menor vino a verme y dijo cosas negativas. Mi otro hermano me llamó por teléfono para persuadirme de que me retirara.
Le dije: "Si tienes miedo de ser perseguido porque practico Falun Dafa, vayamos a un notario y disolvamos nuestra relación". Pensé que el PCCh los había engañado. Debo escuchar a Shifu y cultivarme bien para que ellos puedan ver la gracia de Dafa y ser salvados.
Este año, le aclaré la verdad a mis familiares cada vez que había una oportunidad. Ellos están empezando a entender gradualmente.
Vivir en la casa de mi hermana no fue una solución a largo plazo. Decidí regresar a mi casa en la capital de la provincia. En julio de 2019, me puse en contacto con los practicantes del lugar. Apenas regresé, inmediatamente le dije a mi hijastro y a mi hija que estaba en casa y los invité a venir. Cuando vinieron, les di sus certificados de propiedad. No quería nada porque la pensión era suficiente para mí.
Doné 20.000 yuanes para un proyecto de aclaración de la verdad. También di dinero a unos cuantos practicantes que preparan materiales de aclaración de la verdad.
Ahora dos compañeras practicantes y yo alquilamos un apartamento juntas. Una practicante tiene ye de enfermedad y necesita ayuda. La otra se encarga de casi todas las tareas domésticas para que yo pueda estudiar el Fa y ponerme al día con la rectificación del Fa. Aprecio su ayuda desinteresada.
Las tres vivimos una vida sencilla y hacemos las tres cosas. Nos levantamos a las tres de la mañana todos los días y practicamos los ejercicios. Después de enviar pensamientos rectos a las 6 de la mañana, comemos algunos fideos y estudiamos el Fa. Salimos a hacer aclaración de la verdad cara a cara después de enviar pensamientos rectos a las 9 a. m. Regresamos a casa antes de las 11:30 a. m.
La practicante que se queda en casa cocina arroz. Terminamos el almuerzo en 20 minutos y enviamos pensamientos rectos a las 12. Empezamos a recitar el Fa a la 1 y tenemos el estudio del Fa grupal después de enviar pensamientos rectos a las 2. Hacemos las tareas de la casa a las 4:30 y cenamos a las 5:30. Volvemos a nuestras habitaciones para estudiar el Fa o leer artículos sobre Minghui después de enviar pensamientos rectos a las 6. Esta es nuestra rutina diaria.
Nuestra casa alquilada está en los suburbios de la capital de la provincia. Algunos aldeanos de la zona hacen trabajos de limpieza. Una vez, le dije a un trabajador de saneamiento la verdad sobre Dafa. Él dijo con orgullo: "Los seis trabajadores de saneamiento de nuestra aldea han renunciado a las organizaciones del PCCh. Leímos juntos".
Cuando le pregunté: "¿Qué está leyendo?". Él dijo: "Leemos los pequeños folletos que usted nos ha dado". Me conmovió y pregunté con una sonrisa: "¿Quiere practicar Dafa?". Él dijo, "¡Sí!". Le dije: "Si quiere practicar, debería leer Zhuan Falun. Ese es un libro celestial". El trabajador de la sanidad sonrió.
Les di dos copias de Zhuan Falun, una copia de Falun Gong, y varios libros de las otras enseñanzas de Shifu Li. También le di a cada uno un reproductor de música que contenía el audio de las enseñanzas de Shifu y la música de los ejercicios. Ahora, ya empezaron a practicar Falun Dafa.
Una vez, le aclaré la verdad a un hombre bien vestido de 50 años. Él tenía un buen entendimiento del PCCh y dijo que admiraba a los practicantes de Dafa. Renunció a las organizaciones del PCCh. Cuando se despidió, dijo sinceramente: "Sé que ustedes, los practicantes, son muy valientes, pero deben prestar atención a la seguridad". Le agradecí y me conmovió mucho.
Salí en bicicleta en busca de alguien a quien pudiera aclarar la verdad. Vi a un hombre empujando su bicicleta eléctrica no muy lejos. Cuando le pregunté qué había sucedido, dijo que la batería se había agotado. Charlamos y dijo que había leído algunos libros sobre budismo.
Le dije algunos principios de Dafa y él los aceptó. Le di los folletos, los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y El propósito final del comunismo. Él insistió en darme 20 yuanes, pero yo me negué.
En ese momento, dos personas se acercaron. Me di la vuelta rápidamente para aclararles la verdad. Después de aclararles la verdad, miré hacia atrás y vi que había 20 yuanes en la cesta, y el hombre se había ido. Le di el dinero al practicante que elabora los materiales.
Otro día, mientras iba en bicicleta buscando a alguien a quien aclararle la verdad, de repente escuché un ruido, como si un neumático se hubiera reventado. Noté que un joven se bajó de su bicicleta y miró el neumático. Me apresuré y le pregunté si necesitaba ayuda.
Aclaré la verdad y le aconsejé que renunciara a las organizaciones del PCCh. Apenas aceptó renunciar, se subió a la bicicleta y se fue. ¡El neumático no tenía nada de malo! Me di cuenta que Shifu arregló que nos reuniéramos.
Un día vi a una mujer de unos 70 años sentada al lado de la carretera. Cuando la saludé, señaló su oreja, indicando que era sorda. Escribí una pregunta en un pedazo de papel: "¿Está afiliada a los jóvenes pioneros del PCCh?". Ella asintió.
Escribí: "Mucha gente está renunciando al PCCh para tener un futuro seguro". Parecía desconcertada, así que escribí: "Los movimientos políticos del PCCh han matado a más de 80 millones de chinos. El Cielo lo desintegrará. Si no lo abandona, puede resultar implicada por sus crímenes". Ella felizmente asintió con la cabeza y apretó ambas manos frente a su pecho para agradecerme.
Vi a una mujer bien vestida de unos 50 años que parecía angustiada. La saludé y le pregunté: "¿Necesita ayuda?". Era de la ciudad y acababa de jubilarse. Su marido había muerto recientemente. Dijo que se sentía enferma y sola. Se quedaba en la casa de su hija cerca, pero no se comunicaban bien y a menudo tenían conflictos.
Hablé con ella y le conté cómo practicar Falun Dafa me trajo tantos cambios positivos. Ella dijo que practicó Falun Dafa antes de julio de 1999 pero que se rindió por miedo a la persecución.
Me sentí identificada con ella, dado que era una antigua practicante y ambas perdimos a nuestros esposos. Recordé que Shifu nos pidió que encontráramos practicantes y los animáramos a reanudar la práctica de Dafa. Dije: "Parece que Shifu arregló que nos reuniéramos. Él no quiere dejar ningún discípulo atrás".
Hablé con ella sobre la rectificación del Fa y las tres cosas que los practicantes de Dafa hacen. Ella se entusiasmó y dijo que volvería a practicar. La invité a nuestro grupo de estudio de Dafa. Ella dijo que tenía los libros de Dafa y que sabía dónde estaba el grupo de estudio de Dafa. La animé a reunirse con ellos.
Un día conocí a un hombre de unos 40 años en una parada de autobús. Le aclaré la verdad. Él sonrió y dijo: "Ustedes, los practicantes de la ciudad, están bien. Nosotros estamos muy atrasados". Descubrí que él y otro practicante vinieron a la ciudad para evitar la persecución del PCCh. Vendían comida en la carretera para ganarse la vida. Estaban ocupados haciendo dinero pero no estudiaban el Fa diligentemente, no practicaban los ejercicios ni enviaban pensamientos rectos.
Uno de los practicantes tenía una computadora pero no podía acceder a Minghui.org. No podían leer las nuevas conferencias de Shifu, o el Semanario de Minghui. Intercambiamos números de teléfono y le pedí a un practicante de informática que actualizara su computadora.
He conocido a más de doce expracticantes desde el pasado octubre. He hecho todo lo posible para ayudarlos y motivarlos a retomar la cultivación y ponerse al día con la rectificación del Fa.
Lamento haber desperdiciado diez años. Pero también me siento afortunada de practicar Dafa durante esta última etapa de la rectificación el Fa. Sé que tengo muchos apegos. Debo escuchar la enseñanza de Shifu y ser diligente en el estudio del Fa, ver hacia adentro para eliminar los apegos humanos incondicionalmente y salvar a los seres conscientes con pensamientos rectos. Solo necesito seguir adelante y no preocuparme por el futuro.
¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes, por su ayuda!
(17.ª Conferencia sobre el Intercambio de Experiencias de Falun Dafa en China en Minghui.org)