Falun Dafa Minghui.org www.minghui.org IMPRIMIR

Alemania: el pueblo de Hanover condena la persecución del PCCh

Oct. 31, 2020 |   Por un corresponsal de Minghui en Hanover, Alemania

(Minghui.org) Los practicantes de la Falun Dafa en Alemania realizaron “un día de información” en la Bahnhofstraß (la calle más importante del centro de Zúrich), frente a la estación de tren de Hannover, el 17 de octubre de 2020. Mucha gente se enteró de la persecución del partido comunista chino (PCCh), especialmente de la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa vivos, organizada por el estado. Condenaron al PCCh, firmaron una petición pidiendo el fin de la persecución, y le desearon mucho éxito a los practicantes. 

Un estudiante chino le dijo a un practicante que había sido engañado por la propaganda de lavado de cerebro del PCCh, pero que se enteró de la verdad después de salir de China. Decidió renunciar a la liga juvenil comunista, abrazó al practicante y le expresó su gratitud y buenos deseos.

Un hombre toma una foto de la meditación y las pancartas de los practicantes.

Los transeúntes conocen sobre Falun Dafa.

Shaker, un estudiante universitario de Irak, dijo que la recolección de firmas era una gran cosa. Firmó para contribuir a la buena causa. Dijo que pensaba que China tenía una gran sabiduría, una gran civilización, y una gran cultura y esperaba que los chinos pronto tuvieran libertad. "Espero que el PCCh se derrumbe y que la libertad de la gente sea restaurada".

Una joven llamada Niko espera que el gobierno alemán apoye los esfuerzos de los practicantes para poner fin a la persecución planteando cuestiones de derechos humanos cuando hagan negocios con China.

Niko firma la petición.

Thilo, un periodista, preguntó a los practicantes qué podían hacer otros gobiernos para ayudar a detener la sustracción de órganos. Dijo que este tema debería ser planteado repetidamente a China y que los chinos deberían difundir las noticias sobre las violaciones de los derechos humanos en Internet.

Después de enterarse de la sustracción forzada de órganos, una mujer vietnamita se puso a llorar. Estaba enojada por las brutalidades del PCCh y dijo que el régimen tenía que derrumbarse, que era la única manera de que los chinos tuvieran un buen futuro.