(Minghui.org) El Centro de Servicio Global para Renunciar al PCCh en Toronto celebró un evento de dos días en más de 30 lugares. Se reunieron en los concurridos cruces de calles de toda la ciudad los días 10 y 11 de octubre de 2020 para ofrecer a la gente oportunidades de renunciar a su pertenencia al PCCh y a sus organizaciones juveniles afiliadas. Muchas personas se sintieron atraídas por las grandes pancartas con los lemas: "El objetivo final del comunismo: Destruir a la humanidad", "El partido comunista chino es culpable de la pandemia", "Proteja a Canadá de la pandemia. Rechace al partido comunista chino", y otros mensajes similares.
Un gran número de automovilistas y peatones que pasaban por allí expresaron su apoyo y firmaron una petición pidiendo el fin del PCCh. Y muchas personas gritaron palabras de aliento: "¡Los apoyamos!". "¡Estoy de acuerdo!". "¡Nunca se rindan!".
Los practicantes desplegaron grandes pancartas en más de 30 cruces de calles en Toronto el 10 y 11 de octubre de 2020
Los peatones firmaron una petición pidiendo el fin del PCCh
El Sr. Lo filma las actividades
El Sr. Lo, un inmigrante de Hong Kong dijo a los voluntarios del centro de servicio: "¡Lo que están haciendo es genial! ¡El PCCh debe colapsar! ¡Es la única manera de salvar a Hong Kong y al mundo! El PCCh sigue mintiendo y haciendo trampas. Este partido malvado está condenado. El mundo entero conoce su verdadera naturaleza. ¡Gracias por su duro trabajo!".
La Sra. Lu, una chino-canadiense, le dijo a un practicante: "Mis padres nacieron en China. Ellos saben muy bien lo doloroso que es vivir bajo el régimen comunista. Tenían un gran negocio en China, pero tuvieron que renunciar a el bajo la presión del PCCh".
Animó a los practicantes y dijo: "Creo que todas las personas deberían mantenerse alejadas del PCCh porque está cometiendo crímenes contra Dios y contra la humanidad". Los jóvenes de hoy no se dan cuenta, porque el PCCh ha estado infiltrándose en la educación, la cultura, el entretenimiento e incluso la vida familiar de los países occidentales. Sucede antes de que te des cuenta. Ustedes, los practicantes, se están arriesgando a decirle la verdad a la gente. ¡Los aprecio mucho!".
Cuando una joven conductora canadiense vio las banderas cerca de una intersección, se acercó y se detuvo en un semáforo en rojo en la intersección. Bajó la ventanilla y pidió un volante. Un voluntario le entregó un volante antes de que el semáforo se pusiera en verde. La mujer se colocó inmediatamente el volante en el pecho y dio un suspiro de alivio, como si hubiera esperado este momento durante mucho tiempo. Le brotaron lágrimas de los ojos. Le levantó el pulgar al practicante y le dijo: "¡Gracias por lo que estás haciendo!". Los semáforos cambiaron. Se alejó mientras se secaba las lágrimas.
Un chino le dio el visto bueno a los voluntarios en un semáforo en rojo. Aparcó su coche y se acercó para decir a los voluntarios: "Sugiero que escriban una pancarta que diga 'El PCCh está condenado. 400 millones de chinos se han despertado!'".
El Sr. Liu, de la provincia de Fujiang, China, renunció a los jóvenes pioneros. Se enteró de cómo la práctica de Falun Dafa es beneficiosa y que mucha gente se siente bendecida al decir: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!". Tomó un folleto informativo para aprender más.
Una joven pareja asiática pasó por casualidad por la actividad. El hombre dijo: "Te doy mi apoyo, pero no puedo firmar con mi nombre porque mis padres aún viven en China". La mujer dijo: "Firmaré. Soy de Vietnam. ¡Sé lo que el partido comunista ha hecho!". Después de que ella firmara, el hombre también firmó.
Sidhu, residente de Toronto, estaba feliz de saber que hay un lugar de ejercicios de Falun Dafa cerca de su casa
Koven junto a los voluntarios del Centro de Servicios para Renunciar al PCCh
Koven, un iraní-canadiense, dijo que apoyaba el llamado para terminar con el PCCh. Dijo que escapó de Irán porque el comunismo se infiltró en él. Conocía la brutalidad del comunismo y nunca viviría bajo su gobierno.
Un joven de la India preguntó si había una petición para acabar con el PCCh. Dijo que sabía que el PCCh quería controlar todo y prohibir las diferentes opiniones, por lo que quería apoyar la petición.
Ayae, una traductora japonesa, firmó la petición y dijo: "El PCCh no permite que la gente tenga libertad de expresión dentro de China". Ahora se está ramificando y engañando a la gente fuera de su país. ¡Es tan malvado! Un régimen así debe terminar. El pueblo chino es amable, y la cultura tradicional china es hermosa, pero ha sido destruida por el partido comunista, así que el PCCh debería ser eliminado en China".
Richard, un residente local, dijo a un voluntario: “Los medios de comunicación occidentales han guardado silencio sobre el encubrimiento de la pandemia por parte del PCCh. ¡Gracias por contarle a la gente sobre ello! ¡Les doy mi apoyo! ¡Mis mejores deseos para ti!".