(Minghui.org) Lan Lan tiene once años y vive en el sur de China. Actualmente estudia quinto grado. Este año, vino a mi casa durante el Año Nuevo Chino. Hace tiempo dejé un libro de Zhuan Falun en su casa, lo trajo y dijo que quería estudiar el Fa conmigo.
Me sorprendió mucho que lo hubiera pensado ella misma. Dijo que no quería que sus padres lo supieran porqué tenía miedo de que no se lo dejaran traer. Mientras preparaba las maletas, su padre se detuvo frente al lugar donde estaba escondido, estaba preocupada y silenciosamente le pidió a su padre que se apartara. Su padre se apartó y rápidamente empaquetó el libro. Me explicó que puso Zhuan Falun entre dos libros para que fuera menos visible. Cuando llegó a mi casa, lo sacó de su bolso y lo puso en un cajón donde pongo los libros de Dafa.
Estudiando el Fa se cultiva el corazón
Quedamos en leer una lección de Zhuan Falun, ya que Lan Lan tenía clases virtuales por la mañana y deberes por la tarde, la despertaba cada mañana sobre las 6:20.
La primera vez que leímos el Fa, ella tenía sueño y estaba a punto de dormirse. Le expliqué que el estudio del Fa era una cosa seria. Antes de leer el Fa, debemos lavarnos las manos, debemos desechar cualquier pensamiento que nos distraiga para mostrar nuestro respeto al Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) y al Fa. Estuvo de acuerdo y corrigió su postura antes de continuar leyendo.
A menudo hacía preguntas mientras leíamos y yo le comentaba mis experiencias y entendimientos. Un día, después de estudiar el Fa, dijo que había decidido no seguir con la titulación de médica. Cuando le pregunté por qué, respondió que anhelaba hacer lo que decía el Maestro; dejar ir la fama y el interés propio. Le dije que somos cultivadores en una sociedad común y debemos seguir el curso natural de las cosas mientras somos buenas personas. Le expliqué que muchos jóvenes practicantes validaban el Fa siendo los mejores de su clase, pareció entender lo que le dije.
Un día, después de leer la Cuarta Lección, comentó que se arrepentía de una cosa que hizo. Me explicó que tuvo una discusión con una amiga, al principio trató de ser paciente pero su amiga estaba siendo poco razonable, entonces la regañó. Dijo que no se rigió por el principio de:
“Si es difícil de tolerar, trata de tolerar” (Lección novena, Zhuan Falun).
Lan Lan dijo que debía seguir los principios de Dafa y no contender nunca más con su amiga. Me alegré mucho por ella.
Un día cuando leíamos:
“Con el método de gong de la cultivación dual de naturaleza y vida, desde la apariencia externa da la impresión de que uno es muy joven” (Quinta Lección, Zhuan Falun).
Ella dijo: “Abuela, ¿recuerdas a mi amigo, Zhi Rui?. Te llamó ‘tía’ cuando te conoció, ¡le dije que eras mi abuela! Dijo que parecías más joven!”. Le expliqué que los practicantes parecen más jóvenes de lo que realmente son y que quizás este sea uno de los aspectos asombrosos de Falun Dafa.
Tenía un claro entendimiento de los principios del Fa y siempre pensaba en su cultivación. Una vez, cuando estaba en el recreo, un chico chocó accidentalmente con ella y se raspó la rodilla. Sus compañeros de clase le preguntaron qué había pasado, pero ella dijo que estaba bien y que no había nada de qué preocuparse. Le pregunté por qué no les explicó lo que había sucedido y dijo que si se lo hubiera dicho a sus amigos, estos le hubieran comenzado intimidar. No fue un gran problema ya que fue un accidente.
“Tengo que ir”
Lan Lan y yo siempre pensábamos la manera de despertar a más seres conscientes. Decidimos dar un paseo por nuestro vecindario mientras estábamos confinados por el virus PCCh (coronavirus). Me enseñó que llevaba dos amuletos en el bolsillo, un bolígrafo y un trozo de papel para escribir los nombres de aquellos que renunciaran al partido comunista chino (PCCh). Me conmovió mucho.
Esto me recordó, las vacaciones del verano del 2018, cuando vino a mi casa y aclaramos la verdad juntas en el vestíbulo del hospital. Varias personas estaban sentadas en las escaleras y yo empecé a charlar con un anciano. Ella se sentó detrás de mi sin moverse y después de un rato sacó un amuleto de Falun Dafa y se lo dio. Se la veía muy calmada y digna, luego dijo: “Esto es para usted. ¡Espero que todo vaya bien y manténgase a salvo!”. El anciano echó un vistazo al amuleto y luego la miró. La alabó por ser una niña tan buena y se lo agradeció gratamente. ¿Cómo se le ocurrió dar un amuleto? Nunca hablé con ella al respecto, pero cooperamos a la perfección ya que sacó el amuleto en el “momento oportuno”.
Una vez mientras aclaraba la verdad, se le cayó la mochila y cayeron al suelo su teléfono y varios amuletos. Ella recogió los amuletos mientras que yo recogí el teléfono. Señaló los amuletos de su mano y dijo: “¡Esto es más importante!”.
Hicimos algunos preparativos con otra practicante para distribuir materiales de aclaración de la verdad durante la noche. Esa practicante no tenía la intención de traer a Lan Lan. No obstante, cuando la pequeña escuchó que nos íbamos, se puso la chaqueta y dijo: “Debo ir”. Cada uno de nosotros se encargó de un edificio. Lan Lan no solo fue más veloz que nosotras dos, sino que los carteles que colgó los pegó muy bien. La practicante la elogió por ser tan responsable. Durante los siguientes días, Lan Lan y yo salimos nuevamente y me di cuenta de que todos los carteles que había colgado todavía estaban allí.
Ella fue criada por su tía hasta los dos años y medio. Después, se fue de China a vivir con sus padres. Aunque mi tiempo con ella es corto, todavía estamos muy unidas. Cuando me visita, viene conmigo a aclarar la verdad. Una vez me olvidé de traer los amuletos, entonces ella tomó un trozo de papel y escribió “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. También dibujó una preciosa flor de loto en cada trozo de papel. Todos aquellos que lo recibieron se alegraron.
Una vez, mientras estaba aclarando la verdad, susurró: “Vámonos abuela”. Pensé que pasaba algo, así que nos fuimos. Cuando llegamos al coche, dijo: “Siento que solo hayas podido aclarar la verdad a una persona. Vi a dos policías, por lo que te dije de marcharnos”. Aunque es joven, es muy inteligente. Probablemente esta es la manera del Maestro de protegernos. ¡Gracias Maestro!
Creo en el Maestro, creo en el Fa
Lan Lan comenzó a toser cuando llegó a casa para el Año Nuevo Chino en 2016. Su tía decidió darle algunos medicamentos. Ella se negó a tomarlos y en silencio recitó: “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, al día siguiente se sintía mejor.
En mayo del 2017 cuando regresó a China, tuvo que repetir el segundo curso debido a que el programa de enseñanza del extranjero era distinto. Como era lenta escribiendo, no era capaz de seguir las enseñanzas de la escuela. Durante los exámenes finales, le dije que recitara silenciosamente: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. El Maestro te ayudará”. Ella asintió en señal de aprobación.
Cuando fui a recogerla por la tarde, le pregunté si había respondido todas las preguntas del examen. Dijo que respondió todas las preguntas y que le sobraron 30 minutos. Le pregunté cómo era eso posible si ella escribía muy lentamente. Dijo que mientras recitaba “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” una gran mano guió a su mano y respondió todas las preguntas. Añadió en un tono serio: “El Maestro me estaba ayudando”.
Un día, mientras hacía los deberes en el ordenador, este se apagó de repente. Dijo silenciosamente: “Maestro, por favor déjeme enviar mis deberes”. Al instante, la pantalla del ordenador se encendió de nuevo y pudo enviar los deberes. Estaba muy feliz y dijo que ¡el Maestro la ayudó de nuevo!
Una vez, me preguntó si me acordaba cuando le aclaré la verdad cuando tenía seis años. Recordé que en 2014, cuando tenía tres años, viajé al extranjero para visitarla. Empecé a leer Zhuan Falun en voz alta. Después de leer durante un rato, me detuve. Ella preguntó: “¿Por qué paras de leer?". Le dije que me detuve porque la vi jugando. No obstante, me dijo que me estuvo escuchando durante todo el tiempo. Retomé la lectura y fue capaz de decirme donde la había dejado.
Esta vez, se quedó conmigo durante 37 días debido al virus PCCh. Leímos Zhuan Falun cuatro veces. Me dijo que sabía cómo ser una mejor persona. También leímos los cinco libros de Hong Yin y vimos el video de los ejercicios del Maestro. Mientras veíamos el tercer ejercicio, dijo que ese ejercicio era realmente muy poderoso. Le compré un reproductor de música y le descargué las lecturas del Maestro y los cinco ejercicios.
Cuando estaba a punto de irse, enviamos pensamientos rectos para eliminar cualquier cosa negativa al pasar por el control de seguridad del aeropuerto. Cuando llegó a casa, me dijo no me preocupara y que todo había ido bien.
Al tercer día, me llamó y me dijo que cuando estaba con su amiga, consiguió que renunciara al PCCh y a sus organizaciones juveniles. Me dijo el nombre real de su amiga y me pidió que lo registrara en el sitio web.
Estoy realmente feliz y agradecida a Lan Lan. ¡Espero que crezca bien, inmersa en la gracia ilimitada de Dafa! ¡Necesito hacerlo bien y también ser más diligente!