(Minghui.org) Mi nuera desarrolló repentinamente insomnio, ansiedad y un fuerte dolor de cabeza hace unos días. Como fue hospitalizada, fui a cuidar de mi nieto.
Me preocupó mucho que se enfermara tan repentinamente. Sospeché que era miembro del partido comunista chino (PCCh) al enterarme de que se presentaba a un cargo público en su pueblo. En China, solo los miembros del PCCh están autorizados a ser funcionarios públicos.
Confirmó mis sospechas y me dijo que se afilió al partido hace unos años. Le dije que sospechaba que su dolor de cabeza tenía algo que ver con su afiliación al partido.
“¿Por qué?”, estaba desconcertada.
“El partido comunista siempre ha estado en desacuerdo con nuestra cultura tradicional. Mirando hacia atrás, a los miles de años de historia en China, nuestros antepasados creían en una conciencia superior como la de los Budas, Taos y Dioses, así también como en la harmonía entre el Cielo y la Tierra. Pero el PCCh es un fantasma y espectro maligno de Occidente. Siempre se ha esforzado por destruir los valores tradicionales, todas las religiones y la ética”.
Continué: “Verás, el partido comunista chino es una organización atea. Se nutre con la violencia y la sangre. Cuando hiciste el voto de dedicarle tu vida, te dañará de cualquier manera, ¡incluso te quitará tu vida!, como hiciste el voto, nadie puede ayudarte. Por eso espero que puedas dejar el PCCh y sus organizaciones”.
Lo entendió y accedió a renunciar al partido.
También me pidió que le explicara más cosas sobre Falun Dafa, la disciplina que he estado practicando durante años. Comencé con la información básica sobre la práctica, los principios fundamentales de “Verdad, Benevolencia y Tolerancia”, y cómo se extendió por todo el mundo a través del boca a boca.
También le expliqué por qué el PCCh ha estado persiguiendo a Falun Dafa desde julio de 1999. Dijo que se sentía bien escuchándome y posteriormente manifestó su interés en aprender Falun Dafa.
Esa noche durmió profundamente y tuvo un sueño en el que el Maestro Li, fundador de Falun Dafa, le daba una conferencia. Cuando se despertó no sufría dolor de cabeza ni ninguna otras molestias. Ahora está repleta de energía positiva y optimismo.