(Minghui.org) Cuando el grupo de tambores a la cintura británico se estableció, aquellos practicantes que sabían tocar le enseñaron a los demás. Un practicante continuamente me corregía los movimientos de mano, por lo que me sentí un poco tonto al comienzo. Solamente tuvimos un día para practicar y al día siguiente nos presentamos en un desfile. ¡Lo hicimos muy bien y todos estuvieron contentos!
Luego del desfile, nos presentamos en Pigeon Square y nuestra foto fue publicada en Minghui.org. Sabía que nuestros movimientos no eran completamente precisos, pero lo hicimos bien. Esto aumentó mi confianza.
La coordinadora de nuestro equipo era una practicante mayor. Nos traía bocadillos caseros para animarnos y hacía lo mejor posible para preparar todo. Su dedicación desinteresada y su compasión me ayudaron a encontrar mis propias brechas y mis malos pensamientos. Yo tenía todo tipo de apegos a la fama, al interés personal y a la emoción. Estaban profundamente ocultos y quería eliminarlos.
Asistí al Fahui de Nueva York este año. Con la ayuda de los practicantes de Estados Unidos, pude contactar al coordinador del equipo de tambores de cintura de Nueva York. Esa noche, me encontré con el coordinador en la casa de un practicante. Quería que me mostrara cómo tocar correctamente el tambor de cintura para poder ayudar a enseñarles a los practicantes británicos. Me preocupaba no ser capaz de aprender apropiadamente así que trabajé duro. El coordinador de Nueva York me alentó.
Al día siguiente, dos practicantes estadounidenses y otro practicante más fueron al parque a enseñarme cómo tocar el tambor. El tiempo era limitado, y mi vuelo de regreso era por la tarde de modo que usé mi teléfono celular para grabarlos en un video.
Luego de regresar a casa, el grupo de tambores de cintura británico me pidió que le enseñara a los miembros de nuestro grupo cómo ejecutar correctamente los tambores.
El coordinador del grupo de Nueva York me dijo que practicaron cientos de veces cuando comenzaron a aprender. Aunque habían tocado durante años, todavía practicaban varias veces por mes. Para mí, aprenderlo en tan poco tiempo fue realmente difícil. Le pedí al Maestro Li que me diera sabiduría.
Miré una y otra vez el video que había hecho de la ejecución de los practicantes norteamericanos. Luego me paré frente a un espejo para practicar cómo dominar la correcta secuencia de la mano. Practiqué cientos de veces, miles de veces. Sabía que tenía una gran responsabilidad. Queríamos que nuestros tambores despertaran a la gente y la salvaran. Me di cuenta de que si mis esfuerzos eran sinceros, el Maestro ayudaría.
Nuestro equipo cooperaba muy bien y ejecutamos los tambores frente al Museo Británico. El museo es una atracción turística popular y hay muchos turistas chinos. Generalmente rehúsan hablar con nosotros o aceptar los folletos. Pero ese día, muchos de ellos nos tomaron fotos o grabaron la música. Algunos incluso querían aprender.
Los autobuses estaban llenos de turistas chinos y todos nos miraban asombrados.
Cantamos “Falun Dafa es bueno”, sonriendo mientras tocábamos los tambores. Fue ciertamente espectacular. Sentimos el poder de tocar al unísono. Tocamos desde la mañana hasta la tarde y no nos sentimos cansados en absoluto. Estábamos realmente felices de ver cómo era la gente.
Enseñar a los demás cómo tocar los tambores de cintura me ayudó a liberarme de mis apegos. Generalmente soy de mal genio y no tengo paciencia. Enseñar me cambió y eliminó esas cosas. Era capaz de pensar desde el punto de vista de los otros y así poder ayudarlos a comprender la técnica. Estoy realmente agradecido de que nuestro compasivo Maestro me haya dado esta oportunidad de eliminar mis apegos y de ayudar a iluminar a la gente.
El Fahui de Europa fue celebrado en el Reino Unido este año. Fue una situación extraordinaria para informar a la gente acerca de Dafa. Los practicantes locales apreciaron esta oportunidad. La Asociación de Falun Dafa en el Reino Unido se tomó muy en serio los preparativos y fueron muy meticulosos. Los compañeros practicantes cooperaron bien y todos tomaron la iniciativa de asumir las responsabilidades.
Cuando el grupo de tambores de cintura de los Estados Unidos y su coordinador se enteraron de que el Fahui de este año tendría lugar en el Reino Unido, vinieron a ayudarnos con la enseñanza de la ejecución de los tambores.
Luego de que compré mis pasajes para viajar a Londres para el Fahui, mi madre llamó para decir que mi padre tenía varios bultos grandes en el cuello y que debían quitárselos.
Mientras mi padre estaba en cirugía, mi mamá llamó y dijo que no podía ver y tenía que ir al hospital. Pensé que algo andaba mal y que debía estar alerta. Todo había ido bien; ¿por qué de pronto surgían todas estas cosas?
Nada es casual en la cultivación. Cuando miré hacia adentro, me di cuenta de que tenía un apego emocional hacia mi familia.
Envié pensamientos rectos: “Soy discípulo de Dafa en el período de la rectificación del Fa. Nadie puede interferir conmigo. Estoy salvando seres conscientes. No interfieran conmigo usando emociones de la gente común”.
Dejé ir mi apego emocional hacia mis padres y fui a participar en las actividades en Londres.
Mis padres fueron dados de alta del hospital inmediatamente después de terminada la conferencia. Ambos estaban bien. Los bultos en el cuello de mi padre no eran cancerosos y fue solo una operación menor.
Si me hubiera dejado llevar por la emoción, hubiera seguido el camino arreglado por las viejas fuerzas, lo cual también hubiera dañado a mis padres. Esto me hizo dar cuenta de que la cultivación es realmente seria. Las viejas fuerzas están buscando cualquier excusa para perseguirnos. Es importante estudiar bien el Fa. Si podemos recordar lo que el Maestro dijo en el momento en que llegan las tribulaciones, podemos manejar todo con pensamientos rectos.
Nuestro equipo de tambores se desempeñó muy bien durante las actividades ese fin de semana y atrajo mucha atención.
Como discípulos de Dafa en el período de la rectificación del Fa, deberíamos armonizar entre nosotros, eliminar el ego, y asimilarnos a Dafa para alcanzar el estándar que el Maestro requiere. También necesitamos hacer bien las tres cosas y así poder salvar más gente.
Me siento tan afortunado de poder participar en el grupo de tambores de cintura. Nuestro coordinador me pidió que escribirera sobre mis experiencias. Lo fui postergando por pereza y miedo de ver mis apegos expuestos.
¡Gracias, Maestro, por darme esta oportunidad de ayudar a salvar gente!