(Minghui.org) He estado cultivando Falun Dafa durante más de 22 años. Cuando comencé, no sabía cómo cultivarme y casi perdí mi oportunidad. Pero Shifu me guió paso a paso y me ayudó a convertirme en lo que soy. ¡Estoy profundamente agradecida por la salvación benevolente de Shifu!
La prueba para eliminar mis apegos humanos
Antes de comenzar a practicar, me preocupaba mucho mi reputación y lo que otros pensaban de mí. Me gustaba ayudar a los demás y sus comentarios positivos. Después de haberme cultivado por un año, comencé a confrontarme con pruebas para eliminar esos apegos.
Una amiga me pidió tomar un examen de informática para su sobrina, quien tenía una gran oportunidad de trabajo. La rechacé inmediatamente. No me gustaba hacer trampa ni siquiera antes de ser una cultivadora. Sabía que esto no estaba bien y le dije que ahora ya practicaba Falun Dafa y que no podría hacer tales cosas.
Un muchacho en mi oficina escuchó nuestra conversación. Él sabía que yo no quería hacerlo, pero que tampoco quería abandonar a mi amiga y se ofreció como voluntario para ayudarla. Lo rechacé, pero él insistió. Pensé que, como él no era un cultivador, podría ser algo bueno. Así que llamé a mi amiga y le di la opción.
Cuando almorcé ese día, se me atascó en la garganta una espina de pescado. Intenté todo para sacarla, pero nada funcionó. Me acordé lo que Shifu dijo en una ocasión:
“Sostengo que no existe tal cosa como “fenómeno natural”, ya que todas las cosas tienen un orden; las coincidencias no existen” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa).
Me di cuenta inmediatamente que había cometidoun error. Fui al cuadro de Shifu para disculparme y admití que lo había hecho mal. Sentí que Shifu me ayudó, pero no estaba segura, porque mi garganta aún me dolía. Pensé que debía soltar el miedo y la duda. Y, adivinen qué pasó: ¡la espina de pescado se fue!
Me di cuenta de que tenía la oportunidad de mejorar, pero tenía miedo de ofender a mi amiga y de afectar mi reputación. Estaba tratando de protegerme, incluso a costa de dejar que mi colega generara yeli (karma). Me di cuenta que ya no podía comportarme como una persona común. Tenía que cumplir con el estándar de una cultivadora.
Decidí decirle a mi amiga que ni yo, ni mi colega la podríamos ayudar a su sobrina. Para mi sorpresa, antes de que tuviera la oportunidad de hablarle, me llamó ella y me dijo que ya no necesitaba ayuda con el examen de informática de su sobrina.
Este incidente me hizo darme cuenta de que la cultivación es realmente un asunto serio.
Otra oportunidad de eliminar mi apego
Debido a que no pasé bien la primera prueba, pronto me enfrenté a otra prueba.
Un día,me llamó un compañero de clase de la universidad. Iba a ser ascendido y me pidió que lo ayudara con dos disertaciones, ya que eran el requisito previo para su ascenso. Me di cuenta que era una prueba, así que le dije que no lo podía ayudar, pero él insistió y siguió pidiéndome hasta que acepté.
Llamé a uno de nuestros profesores universitarios para pedirle hacer las disertaciones. Para mi sorpresa, dijo que podía prepararlas de inmediato y me pidió que las recogiera al día siguiente. No sabía qué hacer. Si no iba a recogerlas, me sentiría arrepentida por haberlo hecho perder su tiempo; si lo hiciera, estaría violando los principios de Dafa otra vez.
Terminé recogiendo los papeles escritos en nombre de otra persona, y no pude pasar la prueba.
Una mañana, después de este incidente, mientras hacía los ejercicios, vi a través de mi ojo celestial que la puerta del edificio de la enseñanza, que siempre había permanecido abierta, estaba cerrada con llave. ¿Por qué estaba viendo eso?
Me di cuenta que mi cultivación estaba en grandes problemas, pero no sabía qué hacer.
Fui a la casa de una compañera practicante para estudiar el Fa juntas todos los días. Me medí con las enseñanzas del Fa en todo lo que dije, hice y pensé. Mi xinxing mejoró poco a poco.
Un día, cuando estaba haciendo los ejercicios, volví a ver cerrada la puerta del edificio de la enseñanza, pero era diferente. La puerta seguía cerrada, pero había una llave en la cerradura. Varios días más tarde, mientras estaba meditando, ¡vi un juego de llaves en mi mano! Las lágrimas corrían por mi cara. ¡Sabía que el compasivo Shifu no me había abandonado, y quería que yo misma abriera la puerta de la cultivación una vez más!
Los estándares de comportamiento han declinado a un ritmo terrible y yo me había ido junto con él, en lugar de comportarme como una cultivadora. Gracias a las pistas de Shifu, aprendí a manejar este tipo de situaciones mientras mantuve el estándar de una cultivadora.
Resistiendola presión para hacer lo correcto
Como cultivador, uno no puede dejarse arrastrar por la corriente y seguir las tendencias sociales. Hay que medirse con el estándar de Dafa.
Cuando mi hija estaba a punto de graduarse de la universidad, estaba muy preocupada por su futuro. Ella se quejó que no la amaba ni me preocupaba por ella, y que no utilicé mis conexiones para ayudarla a encontrar un buen trabajo, como hacen muchos padres.
Le dije que, siendo cultivadora, no podía hacer algo que no fuera honesto. “Nosotros seguimos el curso natural –si es tuyo, nadie puede quitártelo, y si no es tuyo, no lo conseguirás aunque luches por ello", le dije.
Mi hija conocía algunas enseñanzas del Fa, pero aún no era una cultivadora. Su preocupación y ansiedad por su futuro empeoraron su estrés y a veces era difícil razonar con ella. Un día, regresó con un formulario: su escuela ofrecía varias vacantes de trabajo, pero primero habría que pagar 60.000 yuanes.
Sabía que esto pasaba para probar lo sólido que me había cultivado. No podía dejar que me ganara el sentimentalismo. Estaba decidida a hacer lo correcto. Le dije que no la apoyaría para encontrar un trabajo de esta manera. Mi hija se molestó conmigo y salió de la casa. Fue a buscar a su padre, que se había divorciado cuando me perseguían y me enviaron a un campo de trabajo forzado. A pesar de que había sido diagnosticado con una enfermedad terminal y no tenía dinero, su padre también estaba preocupado por su futuro. Aún así, le ofreció el pago.
Era difícil, pero tenía que calmarme y hablar con mi hija. Le dije que su padre tenía una enfermedad terminal y que podría necesitar el dinero para su tratamiento. Ella empezó a llorar. Le dije que había nacido en la familia de una cultivadora, que los cultivadores son bendecidos, pero que tenemos que cumplir con el estándar. Le recordé los muchos milagros que nos habían sucedido tanto a ella como a mí a lo largo de los años, y que Shifu siempre nos había cuidado. Le dije que debíamos dejar de preocuparnos, ser consideradas con los demás y hacer lo correcto. Después de nuestra charla, ella también se calmó.
Dos días después, escuché a mi hija gritando con emoción en su habitación. Me mostró un mensaje de texto de su escuela que decía que había sido recomendada para una entrevista de trabajo. ¡Ella consiguió un gran trabajo sin pagar un centavo!
Estoy profundamente agradecida por la protección compasiva de Shifu en los últimos 22 años. Shifu me recordó e inspiró cada vez que no tuve claras las enseñanzas del Fa, y me guió de nuevo por el camino correcto. Aprecio esta oportunidad y me cultivaré sólida y diligentemente en la última etapa de mi camino de cultivación.
¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, Falun Dafa!