(Minghui.org) Un residente de la ciudad de Liupanshui, provincia de Guizhou quedó paralizado después de ser golpeado por un policía en 2002 por no renunciar a su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista desde 1999.
A pesar de su estado físico, el Sr. Wang Lianjun fue sentenciado a tres años en la prisión de Duyun. Para el tiempo en que fue liberado en abril de 2005, estaba enflaquecido, sordo y ciego. No podía hablar claramente. No obstante, las autoridades lo colocaron bajo arresto domiciliario y ordenaron a su suegro que lo vigilara y evitara que fuera al hospital.
Después de cuatro años de sufrimiento miserable, el Sr. Wang murió el 12 de enero de 2009. Tenía 55 años.
Dos años después de que el Sr. Wang murió, su esposa la Sra. Zhu Xiu Xiuying también murió debido al tremendo sufrimiento de su familia, dejando atrás a dos hijas y un hijo.
Golpeado hasta la parálisis, luego sentenciado a prisión
El Sr. Wang fue arrestado en abril de 2002 por repartir material informativo de Falun Dafa.
Mientras estaba detenido en el centro de detención Nro. 1 de la ciudad de Liupanshui, el oficial Son Xuedong lo golpeó salvajemente y le propinó heridas severas en el cuello y nervio ciático. Quedó paralizado y no se pudo parar más.
Aunque el estado físico del Sr. Wang no era apto para seguir encarcelado, el juez de la corte del distrito de Zhongshan aun así lo condenó a tres años de prisión.
Pasó la mayor parte del tiempo en el hospital de la prisión. El personal del pabellón especial de la prisión con la tarea de perseguir a Falun Dafa muchas veces venía e intentaba presionarlo para que renuncie a su fe.
Arresto domiciliario y vigilado por sus parientes políticos
El Sr. Wang fue reducido a piel y huesos cuando lo liberaron en abril de 2005. A pesar de medir 1.80 metros, pesaba menos 50 kilos. Su cuello tenía dos agujeros y moretones de haber sido estrangulado. No solo perdió su visión y audición, si no también la habilidad de hablar. Solo podía balbucear algunas palabras débilmente que otros no podían comprender. No estaba lúcido y estaba postrado en la cama.
A pesar de su condición, la oficina 610, la división de seguridad doméstica y la administración de la aldea lo colocaron bajo arresto domiciliario. Reemplazaron su reja decorativa con una tapia alta alrededor de su casa. Mientras tanto, le pagaron a su suegro, Zhu Shaoming y a su cuñado, Zhu Qijin, un subsidio de bajos ingresos para que lo vigilaran.
Las autoridades no le permitieron al Sr. Wang ir al hospital para ser tratado, y recibir visitas de nadie. Cualquier practicante de Falun Gong local que venía a visitarlo, era denunciado.
Durante el tiempo en que estuvo postrado en cama, su esposa, la Sra. Zhu Xiuying, lo cuidó esmeradamente y a sus tres hijos de edad escolar. Además del frecuente acoso de las autoridades, ella tenía que lidiar con la presión y humillación de su padre y hermano.
Años de tribulaciones físicas y mentales se cobraron su deuda. Dos años después de la muerte del Sr. Wang, ella también murió en 2011.