(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa de 25 años. Entré en contacto con Dafa cuando era niña. Mi madre es una practicante y mi padre no. Cuando tenía seis años mis padres se divorciaron debido a las tensiones causadas por la persecución a los practicantes de Dafa por parte del partido comunista chino (PCCh).
Viví con mi padre y solo veía a mi madre cuando la escuela estaba cerrada por vacaciones. Cuando estábamos juntas, aunque no me pedía que hiciera los ejercicios, me leía el libro Zhuan Falun y me pedía que cultivara mi xinxing. Como no estaba haciendo los ejercicios y solo de vez en cuando leía el libro, no sentía que realmente me estuviera cultivando.
Probablemente porque obtuve el Fa con bastante facilidad, no lo atesoré. Aunque en el fondo sabía que la cultivación es un asunto serio, no le di mucha atención. Aun así, cultivaba mi xinxing siguiendo los requisitos que aprendí en Zhuan Falun.
Encontré muchas cosas triviales que probaron mi xinxing en mi vida cotidiana. Sin embargo, eran tan pequeñas que pasé las pruebas ajustándome fácilmente y no les di mucha atención. Cuando llegó una gran prueba, fue una verdadera llamada de atención. Aunque sucedió hace cuatro años, todavía puedo recordar vívidamente lo que le pasó a mi madre.
Estaba a punto de graduarme en la universidad. Mi madre vivía sola y como vivíamos en diferentes ciudades bastante alejadas, me llamaba todos los días para estar en contacto. Como la escuela casi había terminado, esperaba la llegada del Año Nuevo Chino para visitarla.
Desde que era niña podía sentir muchas cosas que sucederían en el futuro. Un día sentí una inquietud que parecía estar relacionada con mi madre. Pero como hablábamos por teléfono con regularidad y nada parecía estar fuera de lo común, no le presté atención a mis sentimientos.
Una noche no lograba hablar con mi madre aunque lo había hecho un poco antes ese mismo día. Comencé a sentir pánico porque ella no contestaba el teléfono y no tenía otra forma de contactarla. Me preocupé mucho, pero no pude pedir permiso para salir del trabajo porque estaba en una pasantía y tenía que hacer el trabajo de alguien que acababa de renunciar.
Unos días más tarde, una amiga de mi madre me dejó un mensaje urgente para que fuera a verla lo antes posible. Sabía que algo malo había sucedido. Rápidamente pedí permiso a mi gerente, compré un boleto de avión y esa misma noche volé.
Otros familiares me llamaron para intentar consolarme y me pidieron que mantuviera la calma sin importar lo que pasara, pero no podía. Estaba totalmente angustiada y desesperada por ver a mi madre.
Pero manteniendo mis pensamientos en Dafa y creyendo en Shifu, gradualmente logré calmarme. Era como si estuviera rodeada de algo y empecé a sentirme serena y segura. Bajé del avión y, después de viajar un par de horas, finalmente llegué a su casa a las 3 a. m.
Su puerta de entrada estaba abierta y ella yacía en la cama con fiebre. Cuando pronuncié su nombre, ella abrió los ojos pero no dijo una palabra, como si no me conociera. Me sentí perdida y comencé a preguntarme cuántos días había estado así. Eso me impactó mucho.
Después de unos minutos pareció reconocerme. Dijo mi nombre y luego volvió a dormirse. En ese momento, sin embargo, no tenía ningún sentimiento ni tristeza. Me sentí sorprendentemente tranquila, porque sabía que estaría bien. Ella es una practicante y había estado ayudando al Maestro a salvar seres conscientes. Muchas personas han aprendido la verdad sobre Dafa a través de ella. Si se fuera de esta manera, otros perderían la oportunidad de ser salvados; eso no debería suceder.
Podría haber sido que, como mis pensamientos estaban libres del sentimentalismo de una persona común y eran muy rectos en esta prueba de vida y muerte, mi madre finalmente logró un gran avance.
Durante los siguientes días cuidé de mi madre todo el día. Le leía Zhuan Falun y enviaba pensamientos rectos. Tenía miedo de quedarme dormida por la noche y quería vigilarla en caso de que necesitara ayuda para ir al baño. Cuando estaba realmente cansada, simplemente tomaba una rápida siesta.
Durante el día, otros practicantes llegaban y le leían Zhuan Falun. Se inclinaba en la cama sin ninguna emoción en su rostro. Tuve que alimentar a mi madre en cada comida y ayudarla a beber.
Cuando los otros practicantes se fueron, ya era de noche y su fiebre había regresado. Pude ver que su habitación estaba llena de espectros de otras dimensiones. Entraron desde el balcón, eran de color oscuro y ocupaban toda la habitación. Estaba un poco asustada y seguí enviando pensamientos rectos para eliminarlos.
Esa noche, cuando estaba a punto de tomar una siesta, vi a dos grandes serpientes encima de ella, presionando, con sus ojos mirándome.
Estaba estupefacta. Abrí los ojos y automáticamente jalé el brazo de mi madre. Estaba tan caliente que rápidamente lo dejé caer. Después de eso, mis dos brazos se congelaron hasta mis huesos.
Rápidamente me senté y envié pensamientos rectos. Pero no importaba cuánto lo intentaba, mis pensamientos rectos eran demasiado débiles. Estaba preocupada, aunque entendía que eso era causado por la interferencia de sustancias podridas en otras dimensiones. Sin embargo, no podía evitar preguntarle a mi mamá: “¿Quieres ir al hospital? Estas muy caliente".
A pesar de que no estaba realmente consciente, me dijo firmemente que, como practicante, uno no tiene ninguna enfermedad y no tenía que ir al hospital. Así que abandoné la idea de llevarla al hospital.
Ver lo firme que era en su cultivación me hizo sentir un poco de vergüenza. Después de eso, llamé a otro practicante para que se uniera a mí y enviamos pensamientos rectos. A través de nuestros esfuerzos conjuntos, que resultaron ser muy poderosos, me calmé nuevamente y, después de sudar mucho, la fiebre de mi madre despareció.
En los siguientes días, continuó mejorando. Al ver que podía comer sola, le entregué Zhuan Falun para que lo leyera. Al principio, cuando terminaba una oración, se olvidaba de leer la siguiente. A pesar de eso, todavía la dejo leer conmigo una y otra vez.
Antes de esta tribulación, ella hacía los ejercicios todos los días. Pero esta tribulación la hacía dormir mucho y no le dejaba tiempo para hacer los ejercicios. Solo leer el libro estaba lejos de ser suficiente para ella, así que pensé en alentarla para que hiciera los ejercicios conmigo.
Sin embargo, después de tantos años, había olvidado cómo hacerlos. Así que le tome sus manos y le pedí que me los mostrara. Levantó los brazos para hacer el segundo ejercicio y su cuerpo comenzó a temblar. Después de solo un par de minutos, estaba totalmente empapada de sudor. Cuando ya no pudo mantener los brazos en alto, se sentó de nuevo, pero la levanté y le pedí que continuara.
Ella finalmente logró mostrarme los cinco ejercicios. Desde entonces, practicamos todos los días y juntas leemos el Fa. Después de una semana, su estado mental también mejoró enormemente. Su fiebre había desaparecido por completo, y aunque su cuerpo todavía estaba un poco débil, logró leer Zhuan Falun.
Se recuperó en poco tiempo de estar tan enferma, sin ir al hospital ni tomar ningún medicamento, debido al poder de Dafa. Los practicantes dijeron que esto era una manifestación de lo milagroso que es Dafa. Sé que el benevolente Maestro salvó a mi madre. ¡Gracias maestro!
A través de esta experiencia, sentí que me había elevado mucho. Aunque no dormí mucho en esos días, siempre estaba de buen humor. Sentí que mi cuerpo era ligero y no sentía cansancio. También me hice más diligente en mi cultivación. Esta experiencia me hizo darme cuenta de que esto no era solo una prueba para mi madre sino también para mí.
Todo practicante necesita sumergirse en el Fa y soltar sus apegos. Cualquier apego podría afectar a otros también. ¿Cómo tratas los problemas que encuentras? ¿Qué tipo de apegos tienes? Ninguna de estas cosas es trivial.
Si estuviera apegada a mi familia y no pudiera dejar de lado el sentimentalismo de la gente común, las viejas fuerzas se podrían haber aprovechado de mi brecha y mis tribulaciones habrían sido aún más serias. Eso habría dado una oportunidad para que mi mamá se fuera para siempre.
Debemos cultivarnos sólidamente y hacer las cosas que debemos hacer bien y dejar de lado cualquier apego en el mundo humano.