(Minghui.org) Durante mi infancia, era tímida y cobarde. Dudaba en discutir con los demás, y generalmente me sentía tratada injustamente y por adentro estaba enojada durante muchos días.
Como resultado, sufría de dolores de cabeza, insomnio, palpitaciones y baja energía. Sin embargo, empecé a cultivar Falun Dafa en 1999, y todas mis enfermedades desaparecieron. Me volví abierta, compasiva y amable con los demás. La gente me elogiaba, y estaba feliz.
La gente común está ávida de fama, egoísmo y sentimentalismo. Como practicantes, debemos eliminar estos apegos. En cambio, deberíamos tener compasión. Buscando dentro de mí, encontré que no tenía el apego a la fama, pero definitivamente estaba apegada al interés personal y al sentimentalismo.
Al darme cuenta de esto, estaba feliz que solo debía dejar ir estos dos apegos. Sin embargo, en realidad, la situación resultó ser muy diferente de lo que había imaginado originalmente.
Fui despedida y, para sobrevivir, me convertí en encargada de la limpieza. Al principio, no había muchas casas para limpiar, y generalmente terminaba mi trabajo temprano y ayudaba a otras colegas. Trabajábamos bien juntas, y nuestra jefa estaba muy contenta con nosotras. A medida que el ambiente mejoró, más personas se vinieron a vivir en la zona, y comenzaron a renovar sus viviendas.
Nos volvimos más ocupadas, y nuestros equipos de limpieza aumentaron a diez personas. Pronto, el ambiente de trabajo se deterioró: algunas personas siempre defendían a la jefa del equipo para ganar favores, algunas la sobornaban ofreciéndole cenas y regalos y algunas conspiraban contra otras. Como resultado, la jefa del equipo comenzó a ocuparse solo de sus propios intereses. Sin embargo, como practicante, actué según mi entendimiento de Dafa.
Limpié mi zona bien, y los residentes hablaron muy bien de mi trabajo. Nunca fui celosa de mis compañeras de trabajo que sabían cómo complacer a la jefa de equipo y que estaban favorecidas por ella.
Nunca me quejé que trabajaba más que las demás, lo que era agotador. Entendía el principio de que sin pérdida, no hay ganancia y entendía que una buena persona debe hacer su trabajo bien.
Un día, en una reunión, la coordinadora del negocio estaba lívida. Dijo que el apartamento que estaba bajo mi cuidado estaba sucio, como si no hubiera sido limpiado por varios días. Me multó con cincuenta yuanes y luego elogió a una de mis compañeras de trabajo por haberlo hecho bien.
Me quedé atónita, ya que había limpiado este apartamento con más frecuencia que a otros. Los propietarios del apartamento lo estaban renovando, por lo que lo limpiaba varias veces al día.
Se lo expliqué a la coordinadora, pero ella dijo que el barandal de la escalera tenía polvo, lo que significaba que no lo había limpiado durante muchos días. Miré su cara enojada y la expresión feliz de mi jefa de equipo. Entendí que no tenía sentido explicarle.
Sentí que estaba siendo tratada injustamente, y el resentimiento, el interés personal y la competitividad comenzaron a crecer en mi corazón. Quise discutir con la jefa de mi equipo y con mis compañeras de trabajo para exponer su plan. Sin embargo, me pude controlar.
Aún así, mi dolor y resentimiento no disminuyeron con el paso del tiempo. En cambio, sentía cómo aumentaba la sensación de injusticia.
La coordinadora siempre había estado satisfecha con mi trabajo, y la opinión de todos era que yo era una buena trabajadora. Pero ahora me habían multado y acusado de no tener un buen desempeño, lo que no podía aceptar. Estaba muy enfadada y no podía concentrarme cuando estudiaba el Fa.
Un día, leí en las enseñanzas de Shifu:
“El xiulian tiene que tener lugar en medio de esta tribulación para ver si puedes cortar y abandonar o no las siete emociones y seis deseos, y tratarlos con ligereza o no. Si justamente te aferras a esas cosas, no podrás completar tu xiulian” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Me di cuenta de que soy una practicante de Dafa. ¿Cuál era el apego que necesitaba eliminar: el resentimiento, la competitividad o el interés propio?
Pensé: "No quiero estos apegos. Voy a rectificarme con el Fa”. Después de tener este pensamiento, ya no me sentí tan mal como antes.
Sin embargo, todavía me sentía pesada, como si una roca estuviera presionando mi corazón. Me pregunté qué estaba pasando. ¿Me importaban tanto los cincuenta yuanes con los que me multaron? No. Si, en cambio, me hubieran elogiado ese día, ¿habría sido tan feliz durante tantos días? La respuesta fue no. Entonces, ¿qué me pasaba? Me di cuenta de que me había vuelto apegada a la fama.
"Sí, es esto", me di cuenta. Me sentía triste porque me habían criticado delante de los demás. La roca que me presionaba el corazón se fue volando, y mi corazón se volvió brillante.
Mi comprensión anterior de los apegos a la fama, al interés personal y al sentimentalismo había sido superficial. En realidad, sí tenía el apego a la fama, y era muy fuerte.
Recordé lo que dijo Shifu:
“El extenso y profundo contenido del Fa sólo puede manifestarse a, y ser experimentado y comprendido por los practicantes que están en diferentes niveles de la cultivación genuina. Sólo entonces uno puede ver lo que realmente es el Fa” (Extenso y profundo, Escrituras esenciales para mayor avance)
Solo cuando nos cultivamos eliminando nuestros apegos de acuerdo al Fa y elevamos nuestro xinxing podemos experimentar verdaderamente la belleza de la cultivación, que es sobrenatural y que aligera el corazón de la gente y le trae la felicidad.
Mi corazón se calmó por completo. El resentimiento en mi corazón fue reemplazado por la comprensión y la tolerancia.
Mirar hacia adentro es un tesoro que Shifu nos otorgó. Usé el tesoro y experimenté la belleza de ser tolerante con los demás.
Tal estado no se puede lograr simplemente hablando o imaginando. Solo se puede lograr cultivándose verdaderamente en base al Fa. Es el resultado natural cuando uno mejora su xinxing y eleva su reino, y es porque el Fa es magnífico.