(Minghui.org) "Anoche me sentí incómoda de nuevo. Mi pecho se sentía tan apretado que tenía problemas para respirar. No podía dormir en absoluto", dijo la Sra. Sun Libin a finales de 2013 después de cumplir tres años y medio de prisión por su fe en Falun Dafa, una práctica de cultivación de mente y cuerpo perseguida por el régimen comunista chino desde 1999. Ella tuvo repetidos episodios de opresión en el pecho después de salir de la cárcel.
Sra. Sun Libin.
La Sra. Sun, de la ciudad de Jiamusi, provincia de Heilongjiang, contrajo tuberculosis durante su encarcelamiento, pero se le denegó la libertad condicional médica por negarse a renunciar a su fe.
Dada su pensión mínima, no podía pagar una atención médica adecuada y su salud continuó deteriorándose después de su liberación.
Cuando su familia la llevó al hospital el 3 de marzo de 2019, el médico dijo que sus pulmones eran completamente inservibles y que no se podía hacer nada. La Sra. Sun falleció alrededor de las 3 de la mañana del día siguiente, tras haber cumplido 65 años una semana antes.
Según los que la vieron por última vez, estaba demacrada, su cutis estaba ceniciento y su voz débil y ronca. Tenía los pies hinchados y no podía caminar sola. Tenía úlceras de decúbito en las nalgas por estar postrada en cama durante mucho tiempo.
Como no podía pagar la calefacción, tuvo que usar chaquetas y pantalones de invierno en la cama. Su familia puso un pequeño calefactor portátil junto a su cama, pero todas las demás habitaciones eran tan frías como el exterior, que normalmente era de -30°C en la provincia más fría de China.
Vida renovada por practicar Falun Dafa
La Sra. Sun era la hija mayor de su familia. Desde muy joven, ayudó a sus padres a hacer las tareas domésticas y a cuidar de sus hermanos menores. Después de casarse, fue víctima de la violencia doméstica durante ocho años, hasta que finalmente se divorció.
Pero ser una madre soltera y trabajadora no era fácil. Las dificultades y la presión afectaron su salud, desarrolló migrañas y problemas estomacales. A menudo sentía que su pecho estaba muy apretado y dolorido. Probó muchos medicamentos, pero nada funcionó.
Conoció Falun Dafa en la primavera de 1998, y su salud pronto mejoró. Las enseñanzas espirituales también la ayudaron a superar el trauma mental de su infeliz matrimonio. Se volvió más positiva y mucho más feliz.
Los que la conocían bien dijeron que había cambiado completamente.
La Sra. Sun y su familia perseguidos durante 20 años
Debido a que no renunció a su fe que había mejorado su salud y la había sacado de una profunda depresión, fue arrestada cinco veces y sentenciada dos veces por un total de siete años y medio.
Su pensión fue suspendida durante su encarcelamiento, y también se le negó el aumento anual de su pensión. En 2018, solo percibió aproximadamente el 66% de la pensión a la que tenía derecho. Mientras tanto, a su familia se le extorsionaron miles de yuanes para conseguir su liberación. Ambas cosas causaron tremendas dificultades financieras para ella y su familia.
Aterrorizado por la brutalidad policial durante el arresto y saqueo de la Sra. Sun el 6 de marzo de 2002, su padre cayó enfermó y falleció.
Al hijo se le ofreció un puesto en la facultad después de graduarse de la universidad, pero debido a que su madre practicaba Falun Dafa, la facultad canceló la oferta. Justo cuando estaba a punto de casarse, la Sra. Sun fue arrestada de nuevo. Su novia rompió con él, temiendo que ella pudiera ser implicada en la persecución.
La trágica muerte de la Sra. Sun ha dejado a su madre de 85 años y a su hijo en una profunda desesperación.
Arrestada por apelar por Falun Dafa en Beijing
La Sra. Sun fue arrestada por primera vez el 18 de junio de 2000, cuando fue a Beijing a apelar por Falun Dafa. Estuvo detenida en el centro de detención de la ciudad de Jiamusi durante dos meses y medio.
Fue a Beijing para apelar de nuevo el 8 de enero de 2001. La policía la golpeó y abusó verbalmente de ella. También la electrocutaron con picanas eléctricas. Estuvo detenida en el centro de detención de Jiamusi durante seis semanas. La policía extorsionó a su familia con 2.000 yuanes antes de liberarla.
Fue puesta en una lista negra y a menudo acosada por las autoridades a partir de ese momento.
A las 10 p. m. del 17 de marzo de 2009, ya se había quedado dormida cuando los agentes llamaron a su puerta. Cuando ella se negó a abrir, gritaron durante un rato y luego se fueron.
Condenada a cuatro años de prisión
La Sra. Sun fue arrestada el 6 de marzo de 2002, después de ser denunciada por hablar con la gente sobre Falun Dafa. La policía la golpeó de camino a la comisaría.
En la comisaría, la ataron a una silla de metal. Tomaron la llave de su casa y una docena de oficiales saquearon su residencia. Sus libros de Falun Dafa, varias fotos del fundador de Falun Dafa, e incluso algunos papeles en blanco fueron confiscados y usados como evidencia en su contra. Para atormentarla, los oficiales la obligaron a pisar o sentarse en la foto del fundador de Falun Dafa.
Fue condenada a cuatro años en la prisión de mujeres de Heilongjiang en abril de 2002.
Cuando fue recluida en la prisión el 4 de septiembre de 2002, se vio obligada a permanecer en cuclillas durante largas horas. Los guardias se turnaron para abofetearla desde el mediodía hasta la medianoche después de que ella se negara a escribir una declaración para renunciar a Falun Dafa.
Como aun así se negó a cumplir, los guardias la pusieron en confinamiento solitario. La inmovilizaron en una silla de metal durante tres días y luego en el piso de cemento durante otros siete días.
Durante los diez días siguientes, las reclusas la obligaron a realizar un ejercicio físico extenuante o a la exposición al sol desde la mañana hasta la medianoche. Por la noche, dormía en el frío suelo de hormigón sin ropa de cama. Se le cayeron las uñas de los dedos de los pies.
Debido a que todavía se negaba a dejar de practicar Falun Dafa después de varias sesiones de tortura, los guardias asignaron a cuatro reclusas para que la monitorearan las 24 horas del día. La prisión promulgó una "política de culpabilidad por asociación”. En otras palabras, si la Sra. Sun iba a ser castigada, las reclusas recibirían el mismo trato, lo que haría que las reclusas criminales odiaran a los practicantes.
En la séptima sala, una practicante casi muere cuando una reclusa la empuja desde la litera de arriba. Pero en lugar de ser castigada, la reclusa fue recompensada por su "desempeño activo".
Debido a que se negó a cumplir con las reglas de la prisión, las reclusas a menudo la golpeaban, la abofeteaban, o la colgaban de las muñecas. Una vez la tiraron de una patada por las escaleras.
Otra vez, fue golpeada por una docena de reclusas. Una de las internas la agarró del pelo y golpeó su cabeza contra el suelo. Otra reclusa le dio un puñetazo en el ojo izquierdo. Su cabeza se hinchó y sufrió moretones y su cara quedó desfigurada. Su presión sanguínea se disparó. Estaba mareada y herida por todas partes y tuvo que permanecer en cama por más de diez días.
Mientras las reclusas estaban torturándola, los guardias las animaron a golpearla aún más fuerte.
Después de cuatro años de tortura ininterrumpida, fue puesta en libertad el 5 de marzo de 2006.
Segunda condena de prisión
La Sra. Sun no disfrutó de una vida pacífica por mucho tiempo antes de ser arrestada de nuevo el 17 de marzo de 2010. Esta vez, fue enviada a un campo de trabajo forzado durante dos años. Fue puesta en libertad después de quedar paralizada por las torturas en el campo de trabajo forzado de mujeres de Heilongjiang.
Fue arrestada de nuevo el 22 de junio de 2010, por acompañar a Zhao Xin, el hijo de 18 años de la Sra. Ma Chunli a la comisaría para exigir la liberación de la Sra. Ma.
Después de casi siete meses de detención, fue sentenciada a tres años y medio de prisión en el tribunal del distrito de Dongfeng el 5 de enero de 2011.
Mientras la gente celebraba el Año Nuevo Chino de 2011, fue encarcelada por segunda vez en la prisión de mujeres de Heilongjiang.
Los guardias continuaron torturándola y lavándole el cerebro en un intento de forzarla a renunciar a su fe.
Todos los días a partir de las 5:30 a. m., se veía obligada a sentarse en un pequeño taburete hasta las 9:30 p. m. sin moverse. Al mismo tiempo, los guardias la obligaron a ver videos de propaganda atacando a Falun Dafa. Por la noche, las internas le leían calumnias sobre Falun Dafa. Si ella protestaba de alguna manera, era abusada verbalmente.
El 23 de marzo de 2011, fue trasladada a otra sala, donde ya no le lavaron el cerebro, sino que la torturaron físicamente.
Dos reclusas la vigilaban las veinticuatro horas del día, incluso cuando estaba comiendo o usando el baño. También se vio obligada a sentarse en un pequeño taburete desde la mañana hasta la noche todos los días.
Su salud se deterioró rápidamente como resultado de los tormentos físicos y mentales. Tuvo fiebre alta durante una semana a principios de mayo de 2011. A pesar de que no podía caminar debido al dolor en sus piernas después de eso, las reclusas la obligaron a sentarse en el pequeño taburete todos los días durante otros 13 meses.
A partir de mayo de 2013, comenzó a toser todo el tiempo. Fue puesta en cuarentena unos días después de que el médico descubrió que tenía tuberculosis. Su familia exigió que fuera puesta en libertad condicional por razones médicas varias veces, pero fueron rechazadas.
La Sra. Sun dijo que casi se vuelve loca por la tortura incesante y la restricción física ideada para presionarla a renunciar a su fe.
Después de siete meses en el hospital de la prisión, fue puesta en libertad el 21 de diciembre de 2013, al término de su condena. La policía tenía la intención de seguir manteniéndola detenida, pero más tarde cedió cuando su familia protestó.
Arrestada por quinta vez por tratar de asistir a un juicio de sus compañeros practicantes
La Sra. Sun fue arrestada por quinta vez cuando viajaba a Jiansanjiang, un pueblo a unos 225 kilómetros de Jiamusi, en la mañana del 17 de diciembre de 2014, para asistir al juicio de gran repercusión en el "Caso de Derechos Humanos de Jiansanjiang".
En este caso, siete practicantes de Falun Dafa y cuatro de sus abogados fueron arrestados y abusados por buscar la liberación de practicantes encarcelados en el centro de lavado de cerebro de la ciudad de Qinglongshan en marzo de 2014.
La Sra. Sun estuvo detenida en la comisaría local de Jiansanjiang desde las 6 de la mañana hasta las 3 de la tarde antes de ser enviada a casa.
La policía la acosó al día siguiente y de nuevo un mes después, cuando se celebró la segunda audiencia en el caso Jiansanjiang en enero de 2015.
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Ms. Sun Libin's Personal Account of the Persecution She Suffered for Upholding Her Belief