(Minghui.org) El Sr. Yang Naijian, practicante de Falun Dafa, fue puesto en libertad el 2 de mayo de 2019. Permaneció en prisión durante 6 años por contarles a otros sobre la persecución de la que es objeto Falun Dafa en China. Su madre, la Sra. Liu Xiuzhen, murió a principios de este año después de permanecer 3 años en prisión. A la madre y al hijo no se les permitió verse antes de su muerte.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es un sistema de meditación que consiste en una serie de ejercicios, y los practicantes siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde que el partido comunista chino (PCCh) comenzó la represión contra Falun Dafa en julio de 1999, un gran número de practicantes han sido detenidos y torturados por sus creencias.

Arresto ilegal, encarcelamiento, tortura y muerte

Más de 70 policías de la ciudad de Qingdao entraron a la casa de la Sra. Liu el 2 de mayo de 2013. Detuvieron a 16 practicantes, entre ellos a la Sra. Liu y al Sr. Yang, así como a familiares y amigos. El 4 de junio, CCTV y la agencia de noticias Xinhua afirmaron que era una gran victoria de la policía de Qingdao impedir que los practicantes ilustraran y difundieran los métodos de tortura. Las órdenes de detención fueron dadas a los familiares el 9 de junio, acusándolos de socavar el cumplimiento de la ley. Más tarde, los funcionarios cambiaron los cargos a "incitación a la subversión del poder estatal" y los obligaron  a firmar los documentos.

Mientras estaba detenido en el centro de detención de Xifu, el Sr. Yang fue golpeado y torturado, y condenado a 6 años de prisión. Su madre, la Sra. Liu, fue condenada a 3 años. También se condenó a otros practicantes: los Sres. Yuan Shaohua y Lu Xueqin fueron condenados a 4 y 10 años de prisión, respectivamente. Durante los 6 meses que permaneció en la prisión de mujeres de Shandong, la Sra. Liu sufrió malos tratos físicos y mentales. Le diagnosticaron cáncer de pulmón. Los funcionarios continuaron acosándola y amenazándola, lo que la llevó a su muerte en enero de 2019.

Abuso físico en la prisión

El Sr. Yang fue llevado a la prisión de la provincia de Shandong el 11 de noviembre de 2014. Tres días después, el recluso Yin Jun ordenó a Yang Hongyou y a otros reclusos que lo torturaran en el baño, ya que allí no había cámara de seguridad.

Estos reclusos lo ataron fuertemente a una silla, con ambas piernas sujetas a las patas delanteras de la silla. Para evitar que gritara "Falun Dafa es bueno", le taparon la boca con cinta adhesiva. Luego inclinaron la silla hacia atrás, dejando las patas delanteras levantadas del suelo, mientras la silla se inclinaba completamente contra un banco de madera.

Ilustración de la tortura: Atado con fuerza.

Los reclusos también le pusieron una cuerda alrededor de la cabeza y la ataron a las tuberías de la calefacción. De tal manera, que el cuerpo y la cabeza se inclinaron hacia atrás, con poco apoyo para su cuerpo, cuello y cabeza. No podía levantar la cabeza y su cuello estaba doblado incómodamente. Además, su boca estaba sellada, lo que le hacía difícil respirar. Fue muy doloroso. Con el paso del tiempo, comenzó a tener alucinaciones. Pero en su mente, tenía claro que no debía renunciar a su creencia.

Sabiendo que padecía de enfermedades cardíacas y problemas de presión arterial debido a la tortura en el centro de detención, los reclusos le llevaron medicamentos antes de atarlo. Pero se negó a aceptarlo. De esta manera, estuvo fuertemente atado desde las 8 de la mañana hasta la tarde. Durante el proceso, un recluso continuó controlándole el pulso y la presión arterial.

El Sr. Yang tenía dos opciones. Una era ceder y ser desatado; la otra era soportar el dolor insoportable. Una y otra vez, se sentía al borde de la muerte y el tormento era indescriptible. A pesar de ello, se mantuvo firme en su fe.

Tratamiento de emergencia

El Sr. Yang se encontraba en una situación que amenazaba seriamente su vida debido a la tortura. Estaba a punto de morir, y salió líquido de su boca. El recluso Yang Hongyou informó a los guardias sobre la situación. Fue llevado dos veces al hospital de la prisión para recibir tratamiento de emergencia. Una vez su presión arterial fue de 180 y otra vez de 170, con un pulso de 134 y 136 respectivamente. Además, sufría de isquemia miocárdica, así como de hipertrofia auricular y ventricular.

En ese momento, todo el cuerpo temblaba y no podía estar de pie. Liu Bo, un médico del hospital de la prisión, recetó medicamentos y un recluso se los dio al Sr. Yang.

Se mantuvo en un estado de salud precario. No tenía fuerzas y seguía temblando. Además, tenía dificultad para respirar, sintiendo dolor en el pecho. A menudo estaba como ausente y vomitaba cada vez que se movía. Para subir al sexto piso, necesitó tres descansos para llegar allí. Al darse cuenta de su estado, las autoridades lo llevaron de nuevo al hospital de la prisión el 27 de noviembre de 2014. Liu, el médico del hospital, se negó a tratarlo. Al final, fue transferido al hospital de la policía de Jinan.

En el centro de detención, los guardias lo esposaron y lo colgaron durante tres días y tres noches para obligarlo a confesar algo que pudiera ser utilizado como prueba en su contra. Para oponerse a la persecución, el Sr. Yang comenzó una huelga de hambre y los funcionarios se rindieron al final.

Ilustración de la tortura: Permanecer colgado.

El sufrimiento de los familiares

Los 6 años que el Sr. Yang permaneció encarcelado también causaron mucha angustia en su familia. A lo largo de estos años, hubo varios casos en que algunos de sus familiares fallecieron, y los miembros de su familia no pudieron ver a sus seres queridos por última vez debido a la persecución:

*Cuando su abuelo materno falleció el 2 de mayo de 2007, su madre fue encarcelada en la prisión de mujeres de Jinan.

* Cuando su abuela materna falleció el 8 de febrero de 2018, no pudo ver al Sr. Yang, ya que se encontraba recluido en una prisión de la provincia de Shandong.

*Cuando su madre falleció el 4 de enero de 2019, seguía encarcelado, y aún le quedaban cuatro meses más de reclusión en la cárcel.

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