(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, hace más de 20 años en 1996. A través de la cultivación de Dafa, me he convertido en una persona sana de cuerpo y mente.
Aunque ahora tengo sesenta y seis años, estoy más saludable que cuando era joven y parezco más joven que mi edad. Y todo esto se lo debo a Falun Dafa y al Fundador de la práctica, el Maestro Li Hongzhi.
Purificada
He estado muy enferma desde que era pequeña. Siempre usaba un abrigo pesado, incluso cuando la calefacción estaba encendida. Entre mis dolencias estaba la hiperplasia severa de seno. Más tarde me diagnosticaron leucemia. Con este diagnóstico mis ánimos se desplomaron y mis esperanzas de una buena vida se hicieron añicos.
Un día, una compañera me prestó dos cintas de audio del Maestro Li enseñando el Fa. Me sugirió que las escuchara para ver si tenía una relación predestinada. No entendí a qué se refería, pero después de escuchar durante diez minutos, sentí que mi cuerpo estaba caliente y cómodo.
El Maestro dijo:
“Entonces, ¿qué es Fo Fa? En este universo, la característica más fundamental, Zhen-Shan-Ren, es la manifestación más alta de Fo Fa, él es el Fo Fa más fundamental” (Primera Lección, Zhuan Falun).
Cuando escuché esto, una parte de mí se despertó y pensé en mi corazón: "¿No sería grandioso si todos hicieran cosas de acuerdo a Zhen, Shan, Ren (Verdad-Benevolencia-Tolerancia)?".
Mi colega necesitaba devolver las cintas a su dueño antes de que yo pudiera terminar de escucharlas. Le dije cómo me sentía mientras las escuchaba y me invitó a ir al parque con ella a la mañana siguiente para aprender los ejercicios de Falun Dafa.
Cuando llegué al lugar de práctica en el parque, sentí una fuerte energía y mi cuerpo estaba caliente y cómodo como cuando escuché la cinta el día anterior, pero más fuerte.
Pensé que sería difícil hacer los ejercicios con mi pesado abrigo, así que me lo quité a pesar de que la temperatura estaba bajo cero esa mañana. Para mi sorpresa, no sentí frío en lo más mínimo. La asistente del sitio de práctica me sugirió que me pusiera el abrigo en varias ocasiones, pero le aseguré que estaba caliente.
El asistente me enseñó los cuatro ejercicios de la posición parada de pie, que me parecieron sencillos y fáciles de aprender. Cuando llegué a casa todavía me sentí caliente y pensé: "Esta práctica es tan mágica, el Maestro de Falun Dafa es grandioso. Ayuda a mucha gente y no cobra nada". Cuando me di cuenta de que acababa de experimentar lo que solo podía describirse como un milagro, derramé lágrimas de gratitud.
Mientras descansaba al mediodía, vi muchos jarrones con hermosas flores a través de mi ojo celestial. No entendía lo que estaba pasando y pensé que era una ilusión, aunque sabía que estaba relacionado con Dafa. Era como ver una película, pero parecía tan real.
Al tercer día, mi cuerpo se sintió muy ligero, sin dolor ni molestias. En ese momento, ni siquiera sabía que había un ejercicio de meditación sentada. No había leído ninguna de las escrituras del Maestro Li, pero Él había purificado mi cuerpo y había eliminado la causa de todas mis enfermedades de raíz.
Un optimismo que nunca había conocido creció en mi corazón y adquirí una visión completamente nueva de la vida. Pronto comencé a estudiar las escrituras del Maestro Li con todo mi corazón. Mi vida tomó un nuevo significado al comprender el verdadero propósito de ser humano.
Cuatro meses después de comenzar la práctica me hicieron un examen físico que había sido programado por mi lugar de trabajo. Yo era la persona de más edad de mi departamento, pero los resultados de mis pruebas eran los mejores. Debido a que seguí los principios de verdad-Benevolencia-Tolerancia en todas mis interacciones con mis colegas, se me otorgó el título de "empleado más sobresaliente" durante muchos años consecutivos.
Mis familiares y amigos también fueron testigos de las mejoras en mi salud y en mi carácter; muchos comenzaron a practicar Falun Dafa.
Un trágico final a una era dorada
Falun Dafa fue presentado al público en China en 1992 en la Exposición Oriental de la Salud en Beijing. Después de haber sido galardonado con el título de "Escuela Estrella del Qigong" por el partido comunista chino (PCCh), entre setenta y cien millones de ciudadanos chinos comenzaron a practicar en tan solo siete años.
El 20 de julio de 1999, el PCCh, dirigido por Jiang Zimen, inició la persecución contra Falun Dafa y sus practicantes. La intención de Jiang era erradicar la práctica en tres meses. Veinte años después, el PCCh persiste en la persecución a costa del bienestar de decenas de millones de ciudadanos chinos inocentes.
Hay un viejo dicho en China: "Una gota recibida en la necesidad, será pagada con un río entero". ¡El Maestro Li me salvó la vida! Todas mis enfermedades, incluso la leucemia, habían desaparecido y mi carácter moral mejoraba constantemente. ¿Cómo podría pagarle al Maestro por lo que había hecho por mí? Sin embargo, de repente esta persecución nacional estaba ocurriendo y me dijeron que no podía practicar el Dafa que me salvó.
Con el lanzamiento de la persecución, la gente de toda China fue inundada con las mentiras venenosas fabricadas por el PCCh para volver a la opinión pública en contra de Dafa. Utilicé mis vacaciones para ir a la Plaza de Tiananmen y hacerle saber a la gente la verdad: ¡que Falun Dafa es bueno!
Cuando llegué a la plaza, la policía registró mi bolso y encontró una pancarta que decía: "Falun Dafa es el Camino Recto". Me arrastraron hasta un vehículo policial y me llevaron a una estación cercana. Más tarde, alguien de mi lugar de trabajo vino y me llevó de vuelta a mi ciudad natal. Me llevaron a un centro de lavado de cerebro donde trataron de forzarme a denunciar al Maestro Li y a Dafa. Fui despedida de mi trabajo y me quedé sin ingresos para ayudar a mantener a mi familia.
Los guardias del centro de lavado de cerebro utilizaron muchos tipos de tortura en su intento de "transformarme". Les dije a todos lo mucho que me había beneficiado de la práctica y que nunca abandonaría mi fe en el Maestro Li ni en Dafa.
Uno de los guardias me dijo que todos lo miraban con desprecio. Le hablé como una madre lo haría con su hijo y gradualmente le enseñé a ser una buena persona. Más tarde me dijo: "Nunca nadie ha sido tan bueno conmigo". Después de conocer la verdad sobre Dafa y cómo distinguir lo bueno de lo malo, él tomó la iniciativa de vigilar mientras nosotros, los practicantes, hacíamos los ejercicios.
Había una guardia de 18 años que a menudo tomaba prestado dinero de los practicantes pero nunca lo devolvía. Cuando me pidió dinero prestado, le dije: "Si realmente necesitas dinero, te lo puedo prestar y tú me lo puedes devolver más tarde. Si no puedes pagarme, no tienes que hacerlo, pero te diré un principio: "No hay ganancia sin pérdida". Si pides dinero prestado y no lo devuelves, perderás virtud. Sin virtud no tendrás forma de vivir. Te lo digo porque me preocupo por ti. Así que, por favor, protege tu virtud. Una vez que se pierde, es muy difícil recuperarla".
Ella reconoció esta verdad y devolvió el dinero que había pedido prestado a los otros practicantes. Cuando me pusieron en libertad, ella renunció a su trabajo de seguridad y vino a mi casa para agradecerme por ayudarla. Me dijo: "Tía, si no me hubieras dicho la verdad sobre la virtud, habría hecho daño a los practicantes de Dafa y habría acabado siendo una mala persona". Le enseñé los ejercicios y desde entonces nos hemos mantenido en contacto.
Poco después de su visita, dos oficiales de la comisaría local de policía vinieron a mi casa. Me dijeron que mi antiguo lugar de trabajo les había pedido que me "transformaran". Hice té y pelé una manzana para cada uno. Yo los miré y les dije: "Ustedes están aquí por una relación predestinada: para saber la verdad sobre Dafa. Si Falun Dafa no fuese perseguido, no vendrían a hablar conmigo aunque los invitara".
Uno de ellos dijo: "Tienes una buena reputación en tu lugar de trabajo. Si escribes una carta declarando que ya no vas a practicar, puedes volver a tu trabajo".
Sonreí y dije: "Conoces la ley mejor que yo. ¿Puedes decirme qué ley he violado? Nuestra constitución estipula que tenemos la libertad de creencia y el derecho a decidir. Yo sigo los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia y siempre actúo de acuerdo con la ley. Utilicé mis vacaciones para ir a validar Dafa, ¡lo que hice fue algo bueno! Ahora vienes y me pides que te escriba una carta calumniando al Maestro Li y prometiéndote que dejaré de practicar Dafa? ¿Realmente crees que esto es razonable? ¡Tenía leucemia! Desapareció después de que comencé a practicar Dafa. Sin embargo, mi Maestro nunca ha pedido un centavo. ¿Hay alguien más en el mundo que pueda hacer algo así? Nunca traicionaré a mi Maestro ni a Dafa. No escribiría esa carta aunque me apuntaras con un arma a la cabeza. Todos ustedes saben que una gota recibida en necesidad será pagada con un río entero. Mi Maestro me salvó la vida. ¿Cómo podría traicionarlo? ¿Entiendes lo que quiero decir?".
Los dos se rieron y la conversación terminó amablemente.
Una gran tribulación
En 2005, sentí un tumor en la parte inferior de mi abdomen. Eso no me impidió hacer las tres cosas, así que no le presté atención y solo seguí dejando que la gente supiera la verdad.
Una tarde a principios de 2006, estaba a punto de salir a distribuir volantes de aclaración de la verdad cuando, de repente, el tumor se me desprendió de la parte inferior de mi cuerpo. No se separó completamente; algo así como un cordón umbilical seguía conectado a mi cuerpo. Tenía el tumor en la mano y llamé a mi marido.
Mi esposo vino rápidamente y me encontró sentada en un charco de sangre frente al retrato del Maestro. Inmediatamente me puso unos auriculares en los oídos para que pudiera escuchar al Maestro enseñar el Fa. Él envió pensamientos rectos, pero la sangre seguía fluyendo. Tenía un dolor extremo y sentía como si mis órganos internos estuvieran a punto de salir.
Mi marido me puso una colcha debajo que pronto se empapó de sangre. Le pedí que cortara el tejido conectivo con unas tijeras, pero no se atrevió a hacerlo. Le pedí al Maestro que me salvara.
Mi marido comenzó a entrar en pánico y me dijo que iba a llamar a un médico. Más tarde dijo que iba a llamar a nuestro hijo. Mi mente estaba firme, le dije: "Solo sigo al Maestro y al Fa. Solo el Maestro puede salvarme. Pertenezco al Maestro y no abandonaré mi cuerpo". Sabía que había tanta gente esperando que les ayudara a saber la verdad. ¿Qué hay que temer con el Maestro y Dafa aquí? Estoy en las manos del Maestro y estoy bien.
De repente, la palabra " cuchilla " apareció en mi mente. Le pedí a mi marido que se apresurara y me trajera un cuchillo afilado. Le agradecí al Maestro y le pedí que me salvara mientras cortaba el tumor de su atadura.
Cuando nuestro hijo llegó a casa del trabajo y vio la situación, se sentó en el suelo y envió pensamientos rectos. Empecé a sentirme un poco mejor y le pedí que cenara. Mi hijo me respondió: "Creo que estarás bien".
A la mañana siguiente, pude levantarme y hacer los ejercicios con mi familia. Después de terminar los ejercicios, pesé el tumor y este era de 1,2 kilos.
Sabía que el Maestro me había rescatado del umbral de la muerte, mis lágrimas no cesaban de fluir. No hay palabras para agradecer al Maestro por su compasión, solo haré bien las tres cosas, me cultivaré y salvaré a más personas para mostrarle mi gratitud al Maestro.