(Minghui.org) Una mujer de 70 años acabó consumida después de pasar dos años de prisión por permanecer fiel a su fe en Falun Gong. Murió pocos meses después de ser liberada.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica de cultivación de la mente y el cuerpo que está siendo perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
Sra. Luo Chunrong.
El 31 de marzo de 2016, la Sra. Luo Chunrong, residente de la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, fue arrestada mientras distribuía material informativo sobre Falun Gong. Fue condenada a dos años por el tribunal de distrito de Xinjian a principios de abril de 2017 y fue encarcelada en la prisión de mujeres de Jiangxi.
Para obligarla a renunciar a su fe, los guardias de la prisión colocaron un gran parlante en su habitación, reproduciendo audios a un volumen muy alto de 12 a 24 horas cada día. Como resultado del abuso se desmayó.
Cuando la Sra. Luo protestó por la tortura, los guardias la obligaron a permanecer de pie más de 12 horas sin descanso. Sus piernas se hincharon severamente. Por la noche, la encerraron en una pequeña habitación con consignas que atacaban a Falun Gong y a su fundador, pegadas en las paredes.
Después de que tanto el abuso físico como el mental no lograron forzarla a renunciar a Falun Gong, los guardias la enviaron al hospital de la prisión y la obligaron a tomar drogas para la hipertensión, aunque no tenía presión arterial alta. Dijo que se vio obligada a tomar 1.200 pastillas durante su encarcelamiento.
Tres meses después de que finalmente fue liberada en marzo de 2018, comenzó a experimentar un intenso dolor de espalda. Con el tiempo, los huesos de todo su cuerpo le dolían. La condición progresó hasta que no pudo moverse y gritaba por el dolor. La Sra. Luo murió el 24 de mayo de 2019.
Persecución anterior
La Sra. Luo Chunrong era una empleada jubilada de la Compañía de Agua de la Ciudad de Nanchang. Solía sufrir de mala salud y era hospitalizada con frecuencia. Al practicar Falun Gong en 1995, sus dolencias desaparecieron pronto y estaba llena de energía.
Después de que el régimen comunista ordenó la persecución a Falun Gong, fue atacada por no renunciar a su fe. Fue arrestada y su casa fue saqueada siete veces. La policía vigilaba su teléfono fijo y celular. Su hija también estuvo implicada y se vio obligada a renunciar a su trabajo debido a la política de "culpabilidad por asociación" del régimen comunista.
Además de los dos años de prisión, cumplió otros dos años y siete meses en un campo de trabajo forzado, donde se vio obligada a hacer trabajo esclavo, sometida a un lavado de cerebro intensivo y se le negó el uso del baño. Debido al abuso físico, su cabello se volvió gris y sus dientes se cayeron.
Durante los arrestos previos, la Sra. Luo fue golpeada salvajemente, le patearon el abdomen y la parte inferior del cuerpo, y le pisotearon los dedos de los pies.
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