(Minghui.org) He notado que muchos practicantes locales tienen apegos a la comida. Me gustaría compartir mi propia experiencia eliminando este apego. El apego del que hablo aquí es del propio deseo de comer una comida favorita, no sobre comidas habituales. En mi cultivación, experimenté varias manifestaciones de este apego.
Apego a comidas específicas
Al comienzo de mi cultivación, fui capaz de soltar el apego a ciertas comidas tan pronto me di cuenta que no debía estar apegado a estas. Por ejemplo, mi madre nos daba a todos un caramelo especial un día, el cual encontraba bastante sabroso. Luego me planteé: “Ahora soy un cultivador. ¿No es mi gusto al caramelo un apego? No debería tener este apego”. Al día siguiente, mi madre me dio otro caramelo igual, pero sabía a cera para mí.
Shifu dijo en Zhuan Falun:
“Pero cuando tu xiulian realmente llegue al momento en que ese apego deba eliminarse, simplemente no podrás comerla; cuando la comas, ya no te resultará sabrosa y posiblemente no tenga gusto a nada” (Séptima Lección, Zhuan Falun).
Durante un tiempo, realmente me gustaba tomar té con mantequilla. Podía tomarlo todos los días en cada comida. Un día, el té de mantequilla sabía cómo salsa de soja, y naturalmente dejé de tomarlo. También tenía una fuerte afinidad a un tipo de mermelada. Tenía muchos frascos de mermelada, pero el último frasco que compré tenía sabor a moho, así que dejé de comprarlo. Otro ejemplo es cuando fui a comprar a una tienda pasta de sésamo que me gustaba mucho.
Antes, me gustaba mucho la comida frita. Una vez, comí una gran cantidad de masa frita y tuve dolor de estómago por un día entero. Después de eso, mi estomago se sentía incomodo cuando veía comida frita. Mi apego a esto se eliminó naturalmente.
Me encantaba el helado y las tortas. Pensé en parar de comerlos porque era como un apego, pero no estaba seguro de esto hasta que escuché las lecciones del Maestro en Guangzhou una vez. Decidí tomar esta iniciativa de no comer más estas comidas, y lentamente perdí el deseo de comerlas.
Ahora cuando estoy con mi familia, como estos dulces con ellos algunas veces, pero porque no tengo más este apego a estas comidas, no las encuentro especialmente sabrosas. Por supuesto, esto también es un proceso de cultivación y la fortaleza en la determinación de uno. Básicamente, dejé el apego a todas las comidas. Aunque tuve algunas recaídas, el apego no fue tan fuerte.
El apego a ser quisquilloso
Naturalmente no como carne, siempre saqué la carne de mi tazón. Cuando estaba viviendo con mi madre, ella no me entendía. Ella siempre ponía carne en mi tazón, pensando que necesitaba más nutrición. Cuando la sacaba, se enojaba. Le decía: “Sabes que no como carne, no la pongas en mi tazón”. Ella diría: “¿¡Qué hay de malo con comer carne?!".
Shifu dijo:
“Comían cualquier cosa que les dieran, pues siendo cultivadores tampoco podían elegir la comida, y entre la comida que les daban probablemente había carne” (Séptima Lección, Zhuan Falun).
Me di cuenta que negarme a comer ciertas comidas también era un apego. Para las personas que no comen carne, es muy difícil comerla, especialmente carne grasa. Pero dejé de sacar la carne. Ahora también puedo comer otras comidas, tales como verduras al escabeche, que antes no comía. Cuando decidí que era un apego a ser eliminado, la comida tampoco sabía tan mal.
Apego a la comida en relación a una hora del día
A pesar de no tener apego a ninguna comida en particular, seguía teniendo hambre a la hora de comer. Incluso cuando estaba en casa solo o no sentía mucha hambre, buscaba algo para comer. Más tarde, pensé que era un apego.
Un compañero practicante una vez me dijo: “Cuando te sientes hambriento, no es que realmente tienes hambre. Hay una entidad hambrienta en tu cuerpo. Estaba con hambre y quería comer”. Un día estaba solo en casa y era cerca de la hora del almuerzo, comencé a sentirme hambriento y quería algo para comer. Cuando recordé las palabras de este practicante, mi hambre de repente desapareció.
Recordé que había leído una experiencia. Dos grupos de personas con similares ambientes fueron colocados en dos habitaciones. Un grupo se quedó en una habitación normal con ventanas y cortinas abiertas. Se les permitió usar sus celulares. Otro grupo se quedó en una habitación que tenía cortinas oscuras cerradas. No podían ver la luz del sol, pero había lámparas en la habitación. No había reloj en la habitación y las personas no podían tener relojes o celulares. Las personas en la habitación normal pidieron comida a la hora de comer. Pero las personas en la habitación con cortinas oscuras no sabían la hora y no preguntaron por comida por mucho más tiempo. Esto demostró que la sensación de hambre se basa en pensar en ello como un hábito. Mi entendimiento es que tener hambre está relacionado con el apego a la comida.
Hace poco, solía sentir hambre tan pronto terminaba de comer. Creí que era otro tipo de apego a la comida. Decidí que no comería ningún refrigerio y solo comería a la hora de comer. Como practicantes, deberíamos no tener ningún apego a la comida.