(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1994. Aunque anteriormente había probado otros sistemas de qigong, encontré algunas dificultades. Un amigo me recomendó Falun Dafa y me dijo que era la mejor manera de estar saludable. Seguí su consejo y desde entonces no he necesitado ningún medicamento.
Mi hijo y yo empezamos a administrar un centro turístico y recreativo en una isla en 1994. Al principio fue muy difícil porque la playa carecía de servicios y teníamos que transportar todo lo necesario para que funcionara, incluso el agua para beber. Siendo una practicante, trataba bien a mis clientes y los funcionarios y residentes locales comenzaron a respetarme. Nuestro negocio alcanzó un cierto éxito. Me gustaría contar algunas de nuestras experiencias.
Ser considerado con los demás
En el 2000, cinco jóvenes llegaron diciendo que habían oído hablar de mi hotel y que querían hospedarse. Pero todas las habitaciones ya estaban reservadas y lo único que podía ofrecerles era comida. Disfrutaron de la comida y me pagaron 500 yuanes antes de irse.
Cinco horas después regresaron diciendo que habían perdido el ferry. Después de cenar me preguntaron si podía ayudarlos a regresar a tierra firme, ya que tenían que regresar al trabajo el día siguiente. Me comuniqué con el operador de una lancha de motor quien pidió que cada joven le pagara 100 yuanes por el traslado. Al ver que no tenían dinero en efectivo, les devolví los 500 yuanes que me pagaron por la comida. Agradecidos por mi generosidad, los cinco regresaron una semana después con sus familiares (eran más de 30 personas en total) para hospedarse en mi hotel.
En otra ocasión, le encargué pescado a un pescador local. Otro hotel también le quería hacer un pedido. Cuando me enteré de que no tendría suficiente pescado para surtir a ambos centros turísticos, le pedí al pescador que se lo entregará al otro hotel. Como mi marido parecía preocupado por nuestro negocio, le dije que todo saldría bien: "Le daremos a nuestros clientes solo lo que tenemos". Para nuestra sorpresa, el pescador nos entregó suficiente pescado antes de que llegara el siguiente grupo de clientes. El pescador apreció mi amabilidad y nos reservó algunos pescados.
Siguiendo mis principios
Agradecida por todos los beneficios que he obtenido por practicar Falun Dafa, a nuestros empleados y clientes les hablo sobre la práctica para contrarrestar la propaganda difamatoria del Partido Comunista con mis experiencias. Al escuchar cómo el Partido maltrata a personas inocentes en las últimas décadas, incluidos los practicantes de Falun Dafa, algunos de ellos aceptan renunciar a su membresía.
En 2016, después de hablar con un grupo de estudiantes sobre la práctica y la persecución, su profesora se enteró y me denunció a la policía. Temiendo que perdiéramos nuestro negocio, mi hijo me pidió que eligiera: Falun Dafa o el centro vacacional. Sabiendo lo importantes que son para mí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, elegí a Dafa sin dudar. Deprimido y preocupado, mi hijo comenzó a llorar de desesperación y se marchó.
Pensando que el centro turístico pronto cerraría, decidí que lo primero que tenía que hacer era pagar el salario de los empleados. Pensé que, cuando tuviera que ir al continente, podría pasar a otro practicante la lista con los nombres de las personas que han renunciado a las organizaciones del Partido Comunista. En ese momento, mi hijo me llamó de nuevo, rogándome que eligiera el centro vacacional en lugar de mi práctica de Dafa para que la familia mantuviera un ingreso estable. Entendí su preocupación, pero también sabía que no podía traicionar a Falun Dafa.
Más tarde mi hijo volvió a llamar para decirme: “Tienes razón, no hay nada de malo en tu creencia. Permanezcamos juntos y mantengamos el centro turístico".
Un milagro
Un grupo de más de 300 clientes llegaron a mi centro vacacional durante la temporada 2017. Un niño de siete años mientras estaba en compañía de su padre se cayó a la piscina, y dejó de respirar. Sin temor, le pedí ayuda al Maestro Li, el fundador de Falun Dafa, y le pedí a todos los presentes que dijeran: "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
El niño fue llevado a la sala de emergencias del hospital cercano. Cuando llegué allí, todavía estaba inconsciente. Continué pidiéndole ayuda al maestro Li y repetí las dos frases frente al niño. Después de unos minutos, el niño recuperó el conocimiento.
El padre estaba muy emocionado y la enfermera que nos ayudó también estaba muy sorprendida, inclusive dijo: "He sido enfermera por más de 20 años, y esta es la primera vez que veo que una víctima que se ahoga se recupera así".
Los responsables de la agencia que habían organizado el viaje también me dieron las gracias. "Alguien me dijo que recitar 'Falun Dafa es bueno' traería bendiciones. Ahora lo he visto con mis propios ojos ", comentó uno de ellos.