(Minghui.org) La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés) nombró a China como uno de los perseguidores religiosos más notorios del mundo en su informe anual de 2019 publicado el 29 de abril. El informe también establece que el partido comunista chino (PCCh) todavía está sustrayendo órganos a gran escala de los practicantes de Falun Dafa.

Gary Bauer, comisionado de la USCIRF, informó que el comité recomendó al gobierno de los Estados Unidos sancionar rápida y decisivamente a los funcionarios e instituciones del PCCh que cometan o aprueban violaciones graves de la libertad religiosa.

Violación grave y persistente de la libertad religiosa

Según el informe, debido a la sistemática y persistente grave violación de la libertad religiosa por parte del PCCh, China fue incluida nuevamente como un "país de particular preocupación" por la violación de la libertad religiosa por parte del USCIRF en 2019. Esta es la segunda década consecutiva en la que China ha sido clasificada como un país de especial preocupación. El informe documenta una gran cantidad de registros de la violación sistemática, persistente y grave de la libertad religiosa del PCCh en 2018.

Persecución en curso a los practicantes de Falun Dafa 

El informe menciona que Jiang Zemin, exjefe del PCCh, lanzó la persecución a Falun Dafa en 1999 y fundó la oficina 610, una institución que está por encima de la ley encargada de eliminar a Falun Dafa.

El informe afirma que los practicantes de Falun Dafa son detenidos arbitrariamente, golpeados con picanas eléctricas y obligados a convertirse en sujetos de investigación médica y psicológica.

En 2018, las autoridades chinas continuaron hostigando, deteniendo e intimidando a los practicantes de Falun Dafa por su creencia. Se ha informado que muchos practicantes detenidos fueron golpeados, sometidos a abuso mental, agredidos sexualmente, obligados a tomar drogas desconocidas y privados de sueño.

De acuerdo con la información proporcionada por los practicantes de Falun Dafa, el PCCh arrestó y detuvo al menos a 931 practicantes en 2018. El verano pasado, varios practicantes que enviaron mensajes pidiendo apoyo para Falun Dafa a través de las redes sociales, o que distribuyeron material informativo de Falun Dafa en público, fueron arrestados.

El informe discutió las afirmaciones del PCCh de que, desde el 1 de enero de 2015, había terminado la práctica de sustraer órganos de los presos (se cree que muchos detenidos son practicantes de Falun Dafa). Sin embargo, en 2018, activistas de derechos humanos, profesionales médicos e investigadores proporcionaron más pruebas de que el PCCh aún continúa con la sustracción de órganos a gran escala.

El informe indicó que, en noviembre pasado, el buró judicial de Changsha en la provincia de Hunan, China, suspendió a dos abogados durante seis meses porque defendieron a los practicantes  y dijeron ante el tribunal que Falun Dafa no es una secta.

Deterioro continuo de la libertad religiosa

En noviembre del año pasado, durante el examen periódico de las Naciones Unidas a China, los Estados Unidos cuestionaron la tema de la persecución a Falun Dafa y el cierre de las iglesias cristianas en un cuestionario escrito, que se presentó con antelación.

Gary Bauer, comisionado de USCIRF, dijo en la conferencia de prensa para el informe anual de USCIRF,  que la situación en China se sigue deteriorando. Con este fin, la comisión hizo una serie de recomendaciones a la Administración, incluyendo que todas las negociaciones bilaterales entre los Estados Unidos y China, especialmente en las negociaciones comerciales en curso, poner sobre la mesa los temas de libertad religiosa y derechos humanos.

La comisión también recomienda que el gobierno de los Estados Unidos sancione con prontitud y decisión a los funcionarios e instituciones chinas que cometan o toleren violaciones graves a la libertad religiosa. Finalmente, la comisión insta a los Estados Unidos y otros gobiernos a presionar al régimen comunista chino para que libere incondicionalmente a los prisioneros de conciencia.