(Minghui.org) Mi enfermedad crónica se volvió más sería en mayo del 2000. El dolor en mi abdomen se intensificó y no podía comer. Consulté a especialistas del Hospital de la Universidad Médica de la Unión de Peking. Después de haber sido admitido por un mes y medio, los médicos me dijeron: "Tu mucosa intestinal prácticamente ha desaparecido, haciendo imposible que digieras la comida. Puedes regresar a casa ya que no podemos ofrecerte más tratamiento".
Dado que los médicos occidentales prácticamente se dieron por vencidos conmigo, consulté a un practicante de la medicina tradicional china. Sin embargo, él le dijo a mi familia: "No tiene sentido seguir con tratamiento. Sus órganos están fallando y ninguna medicina puede curarla". Mi familia se rehusó a rendirse y me llevó a ver a una persona apodada por los lugareños como "El hada de los monos". Al inicio, esta persona estuvo de acuerdo en tratarme. Sin embargo, después de gastar una buena cantidad de dinero, el “hada de los monos” se rindió. Habiendo perdido la esperanza, mi familia me llevó a casa para morir.
En mayo del 2001, mi condición se deterioró. Incapaz de comer y beber, me puse tan delgada que pesaba menos de 30 kilos. Por más de 20 días, confíe en la nutrición por intravenosa. El dolor como un cuchillo se clavaba en mi abdomen cada 10 minutos, dejándome con un sudor frío. Como mis piernas estaban constantemente acurrucadas cerca de mi abdomen en intento de aliviar el persistente dolor abdominal, no podía estirarlas. Sufriendo por tan largo tiempo, empecé a desear una muerte temprana.
Una noche, cuando no podía dormir, me sorprendió un repentino impulso por leer Zhuan Falun. Había practicado anteriormente Falun Dafa en 1998, y este fue el momento más feliz de mi vida. Sin embargo, por falta de un entendimiento profundo del Fa durante la persecución del partido comunista chino (PCCh) en 1999, me hundí bajo la presión y deje la práctica de cultivación. Dada mi condición, estaba segura que nadie me arrestaría.
Tome mi copia de Zhuan Falun del buró de mi cama y lo abrí. En cuanto puse los ojos en la foto del Maestro Li (el Fundador), sentí de repente una oleada de miedo, mi cabello se puso de punta y sentí una corriente de aire fresco salir de mi cuero cabelludo. Tuve la misma sensación con mi punto de acupuntura baihui, como si saliera agua fría de mi cuerpo. Esta sensación se fue desvaneciendo en media hora.
Sintiéndome mucho más cómoda, complete la primera lección de Zhuan Falun antes de que me ganara el agotamiento, me quedé dormida por más de una hora. Esto fue en sí un milagro. Mi dolor de estómago había sido tan severo que despertaba sobresaltada cada diez minutos.
Esa mañana, pude tomar algo de agua. Mi familia envalentonada por mi progreso preparó unas gachas de avena las cuales pude comer. Entonces le pedí que ya dejarán de darme medicina y la infusión intravenosa. Mi familia trató de persuadirme a que continuara con las infusiones, pero les dije que esto obviamente no estaba funcionando. A diferencia, pude leer y comer después de tan sólo completar una lectura de Zhuan Falun. Estaba determinada a estudiar Dafa y seguir las enseñanzas del Maestro Li.
Incapaz de pararme, inicialmente recurrí a practicar el ejercicio de meditación en la cama. Cuando me sentaba en la posición de loto, mi cuerpo se sumergía en un calor cálido y dolor en mi abdomen y estómago disminuía. Como seguí cultivándome, mi salud siguió mejorando y pude pararme después de 20 días. Mi peso aumento a 35 kilos y me aventuré a salir para estudiar el Fa con otros compañeros practicantes.
Regresé al trabajo en octubre, para sorpresa de mis compañeros. Todos ellos no lo podían creer, habiendo escuchado previamente de mi condición y concluyendo que la muerte era casi segura. Les dije que Dafa salvó mi vida. En asombro todos exclamaron: "¡El poder de Falun Dafa es milagroso!". Sus sentimientos también hicieron eco a mi familia y parientes. Estoy agradecida con el Maestro Li por salvarme la vida.