(Minghui.org) Como practicante de Falun Dafa me esfuerzo mucho por mejorar mi xinxing, aunque no resulta muy fácil.
Cocinando raviolis chinos
Mi esposo y yo vivimos con sus padres. Podemos llevarnos bien la mayor parte del tiempo, pero surgen momentos y oportunidades para que mejore mi xinxing.
Una vez preparamos raviolis chinos y estábamos listos para cocinarlos. Después de poner la leña en la estufa, y me encontraba a punto de encender el fuego con un encendedor.
"Tal vez quieras encender primero el ventilador de corriente inducida", dijo mi suegra. Estaba molesta por sus palabras, pensando que primero debería encendería la estufa en vez de inclinarme ante sus órdenes. Así que ignoré sus palabras y continué encendiendo la estufa.
Cuando mi esposo notó que no escuchaba a su madre, él mismo encendió el ventilador y me preguntó por qué ignoraba a su madre. Ni siquiera lo miré tratando de reprimir mi ira: "¡Déjalo o explotaré!".
Mi marido se enfadó y me gritó: "¿Qué te pasa? Sabes que el ventilador debería encenderse primero, ¿verdad?". Me mordí la lengua y me quedé callada.
Después de cocinar los raviolis chinos, le pedí a mis suegros y a mi marido que comieran. Yo por mi parte volví a mi habitación porque había perdido el apetito.
Más tarde compartí esto con otros practicantes y dos de ellos me dijeron que era demasiado terca. "Tu ego es fuerte", comentó uno de ellos. Después de pensar en lo que pasó no podía estar en desacuerdo con ellos. Antes pensaba que podía mirar hacia adentro, pero ahora descubrí todo lo contrario.
"No necesitamos una coordinadora allí"
Después de que los practicantes de una zona rural cercana fueron arrestados, comenzamos a ayudar a sus familiares, especialmente durante la ajetreada temporada de cosecha en el otoño. Esto resultó bien y algunos miembros de la familia que antes no entendían a los practicantes cambiaron su actitud y se volvieron comprensivos.
Una vez le pregunté a otro practicante si deberíamos ir y ofrecer ayuda de nuevo. "No necesitas ir este año", respondió, "ya que no necesitamos una coordinadora allí". Me molesté y me quejé diciéndole que casi siempre tenía que hacer todos los preparativos. Argumenté que trabajaba más duro y durante más tiempo que nadie.
Después que ese practicante se fue, pensé en el asunto y me di cuenta de que estaba equivocada. Debería haber mirado hacia adentro sin condiciones, cosa que no hice. Después de todo, hice las cosas por fama. Debo agradecerle a ese practicante que señalara mi problema.
Aceptar las críticas
Podía aceptar las críticas de los practicantes que a menudo trabajaban conmigo. Pero si alguien que no estuviera involucrado en el trabajo de coordinación intentaba hablar conmigo, no le escuchaba.
Recientemente, pasaba mucho tiempo cuidando a una practicante que experimentó una tribulación física. Hacía muchas cosas con ella, incluyendo estudiar el Fa, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos. También intercambiaba mis entendimientos con ella. Tanto ella como su marido estaban muy agradecidos. Pero algunos practicantes que rara vez participaban en cosas del grupo, comenzaron a hacer sugerencias sobre cómo manejar las cosas.
Al principio me sentaron mal ya que pensaba que había manejado bien la situación y que aquellas sugerencias no eran necesarias. Más tarde descubrí que tenía el apego a la envidia y al resentimiento. En realidad no miraba hacia adentro ni aceptaba las críticas.
Buscando reconocimiento
Un practicante de otra ciudad que estuvo trabajando en mi ciudad durante varios años, debido a que colocaba carteles relacionados con Falun Dafa fue arrestado. Algunos practicantes y yo tratamos de rescatarlo, contactamos a su familia y contratamos a un abogado. Al final, pudo abandonar el centro de detención después de cuatro meses y regresar a su ciudad.
Un practicante me dijo más tarde que este practicante invitó a varios practicantes a cenar antes de irse. "¿Por qué no me invitó?", le pregunté. "¿Por qué debería?", el practicante respondió con una sonrisa.
Pensé en ello y me di cuenta que hacía cosas para lograr reconocimiento y aprecio. Es cierto que ayudé a salvar a ese practicante, pero eso es algo que necesitaba hacer, sin importar a que esa persona me lo agradeciera o no.
Una practicante me dijo un día que acababa de darse cuenta de que es fundamental que un practicante desarrolle el sentido de la responsabilidad de los actos que realiza. Estuve de acuerdo con ella y comprendí que necesito mejorar.